No puedo empezar
sin antes pedir disculpas a la entrevistada. Cuando me decidí
a llevar a cabo esta locura, le pedí una entrevista y un día por otro el
trabajo se me iba amontonando dejándola en el olvido. Un olvido, que es fruto de
como está yendo la revista. No pensé tener a tanta gente pendiente de ella y no
me cabe la menor duda de que irá en aumento, o por lo menos yo me voy a dejar la
piel para que así sea. Espero Bárbara que sepas perdonar éste
"olvido".
De nuevo me resulta complicado
enfrentarme a una entrevista y más cuando se trata de una escritora que lleva
en su bagaje varias novelas y recientemente acaba de sacar al mercado una historia,
llena de sensibilidad, de realismo.
La
novela "En otoño también amanece", narra la situación,
en la que muchas mujeres se van a sentir protagonistas de la misma. Agustina, es
una mujer que empieza a sentirse "viva" quizás en el
"otoño" de su vida, cuando ya cree oportuno que ha llegado la hora de
pensar en ella, de sentir, de volar. Ha vivido toda la vida por lo demás,
enviudó joven, se pasó gran parte de su vida entregándose a los demás.
Por petición de sus hijos tras jubilarse, se va a vivir con ellos. Pero... es entonces cuando se da cuenta,
que no es lo que realmente quiere. Sus hijos temen que se sienta sola, y ella
decide irse a una residencia para sentirme "más acompañada". Será
entonces cuando realmente comience a disfrutar de la vida.
Seguramente que con estas escasas líneas
de un breve resumen de la novela de Bárbara, hayan conseguido que te sientas identificada con la novela. Pero... ¿No te entra la curiosidad de saber si hay en la
historia más situaciones que tengan que ver con tu propia vida? Estoy segura
que cuando lo hagas, vas a sentirte desnuda ante un libro, en el que Bárbara ha
conseguido una vez más plasmar la realidad, cómo sólo ella lo sabe hacer.
Gracias Bárbara por darme esta
entrevista, extensa, sincera y transparente como tú. Aquí en Madrid, tienes a
una admiradora que estará para apoyarte cuando lo necesites.
Con cariño
Eva María Maisanava Trobo
Allegados
míos me preguntan, ¿por qué escribes? Yo sé el motivo que a mi me empuja a
hacerlo, pero... Me gustaría conocer el tuyo, ¿es posible?
También mis
allegados me hacen la misma pregunta. Y la respuesta es muy sencilla. No tiene
doble lectura. Suelo contestar con otras preguntas, porque resultan más
esclarecedoras. ¿Por qué duermes? ¿Por qué comes? ¿Por qué paseas? ¿Por qué
trabajas? ¿Por qué miras la luna? ¿Por qué admiras la sonrisa de un niño? ¿Por
qué contemplas un atardecer? ¿O por qué vas al teatro o te dejas embriagar por
una sinfonía de Brahms o te arranca una lágrima un “improntus” de Chopin? En
algunas contestaciones hay una necesidad, en otras: un sentimiento que se
expresa, en otras un placer, y en alguna también esfuerzo que pasa por el dolor
hasta sublimarlo.
Todos
tenemos un libro que se quedó grabado en nuestro corazón, que nos hizo sentir,
vibrar e incluso llorar. No quiero que barras para casa, pero... Dime, ¿qué
libro es el que te hizo sentir todo esto?
¿Un libro que
dejó huella indeleble? Uno, no. Muchos libros me han conmovido. Todavía
recuerdo títulos de niñez y adolescencia: Miguel Strogoff de Julio Verne, Los
Hermanos Karamazov de Dostoievsky, Ana Karenina de Tolstoy. El mito de Orfeo y
Eurídice. Ya de jovencita: Casi todo Dickens me
cautivaba. Platero y yo, de Juan Ramón al que leía con el alma pellizcada.
Después: El discurso de Marco Antonio en Julio Cesar, de Shakespeare que sabría
recitarte de memoria con la piel erizada. La poesía de Teresa de Ávila o el
cántico espiritual, de San Juan de la Cruz, con la emoción contenida. El rayo que no cesa, de Miguel
Hernández, que cada vez que lo leo me arranca una lágrima. Sería interminable la lista de los libros que
han sacudido mi alma. Conrad, Kafka, Cortázar, Ángel González. No soy lectora
de un solo libro. Cada uno que he leído, desde Antígona hasta Mo Yan, al que
estoy descubriendo ahora, han dejado huella en mí. También es cierto que he
leído libros mal escogidos para el momento, sobre todo literatura que va desde
mediados del siglo XX. Tengo la mala costumbre de terminar todo libro que
empiezo a leer esperando el milagro y reconozco que no siempre se ha producido,
aunque el trabajo de todo escritor se merece todo mi respeto.
En
ocasiones creo que muchas personas que escribimos, tememos a que lo escrito,
pueda llegar a no gustar. ¿Sientes ese temor cuando vas a publicar alguna
novela?
Cuando escribo
nunca pienso en el lector de una manera directa. Escribo aquello que considero
que debo decir, que brota de mi imaginación, y una vez está en el papel o en la
pantalla del ordenador sólo pretendo que me guste a mí y eso es
suficiente. Si a mi no me satisface
tengo la seguridad de que tampoco gustará
a mis lectores. Ese es el único
criterio. Soy consciente que no todo lo que escribo va a gustar a todos. Eso es
imposible. Pero también estoy segura que a alguien, a muchos, les va a gustar.
Por eso no tengo miedo a la hora de publicar. Puedo sentir temor de que no se
vendan mis libros, pero nunca de que no gusten.
Imagínate
que soy una "hada buena" y tengo la capacidad de devolver aquello que
has perdido. Te lo puedo dar, lo puedes recuperar, pero... A cambio nunca
volverás a escribir, ese sería el precio por recuperar lo perdido. ¿Podrías
vivir sin escribir?
Me temo que tu
pregunta no la haría nunca una “hada buena”. Una “hada buena” me devolvería lo
perdido si es posible recuperarlo, y me ayudaría a escribir mas y mejor. Echo
de menos tiempo, pero tiempo para escribir. ¿Puede tu “hada madrina darme ese
tiempo? Porque para escribir, para crear hace falta mucho tiempo. Las ganas ya
las pongo yo. ¿Se puede vivir
sin escribir? Por supuesto, pero me faltaría algo muy importante para que mi vida tuviera calidad, aunque siempre
me quedaría la lectura. Leer es más importante que escribir.
La
Revista de Todos, está compuesta por varias personas que intentamos juntas
letras y hacer lo posible para que lleguen al corazón de las personas, aniden
en el y les haga pensar. Desde tu experiencia, que muchos de nosotros no
tenemos, ¿qué consejos nos darías, para no desfallecer y seguir luchando en
este camino lleno de piedras?
Mi consejo es que
para llegar a los lectores hay que ser muy honestas con vosotras mismas. Los
lectores son muy listos y muy inteligentes. Hay que tenerles mucho respeto y
siempre debemos pensar los que escribimos que saben más que nosotros. Eso nos
obliga a ser muy exigentes con nosotras, a evitar ser superficiales, a estar
siempre preparándose, a trabajar una hora más después de haber concluido un
trabajo que lo consideramos perfecto.
Ya todos saben que me descuidé en mandarte el cuestionario, por motivos ya mencionados. Y es por eso que quiero hacerte un regalo. En la mano izquierda tengo una caja con un
cuaderno en blanco y un bolígrafo, (donde puedes escribir lo que sientes en
estos instantes) y en la derecha tengo una caja con un notebook, (con el que
también puedes escribir), ¿qué prefieres lo clásico o lo moderno?
Trabajo con
ordenador habitualmente, sobre todo a la hora de corregir. Aunque también
utilizo el lápiz y el papel, tomando notas en mi libreta moleskine. Sin ella
estaría perdida. Me sirve para hacer bocetos, como hace el pintor y el
dibujante, pensando en su obra definitiva. Escribo ideas, palabras sueltas,
anécdotas, hago dibujos de un rostro, de un escenario, de un vestido, algo que luego sé que voy a
utilizar en un relato o en una novela.
¿En
alguna ocasión alguien te ha dicho que lo que escribes no le gusta? ¿Cómo te lo
has tomado?
Sí, alguna vez alguien me ha dicho que no
le gustaba lo que yo había escrito.
Generalmente los lectores no suelen decírtelo. Al contrario, los lectores son
muy amables y te dicen que les ha gustado. Si no les gusta, no te lo dicen. Si
alguien me lo ha dicho, no ha sido con criterios literarios y de ninguna manera
me ha afectado. No puedo gustar a todos, y lo acepto sin ningún problema.
Tampoco a mi me gusta todo el mundo.
¿Qué es
un escritor para ti, quien tiene libros publicados o el que escribe
sentimientos y no sólo palabras?
Un escritor para
mi es aquel que tiene cosas que contar, que sabe contarlas y quiere contarlas y todo eso lo lleva a
acabo. No puede fallar ninguno de los tres elementos. Alguien puede escribir
palabras y expresar sentimientos, pero tiene que saber hacerlo. Es el modo de
saber llegar a los demás. Saber contar es un arte y como tal crea belleza.
¿Qué te
parece La Revista de Todos?, aunque solamente hayas entrado en el
blog una vez, ¿qué le falta? ¿En qué puedo trabajar para mejorarla?
No conozco lo
suficiente vuestra revista para dar una opinión válida y no puedo arriesgarme a
ser superficial. Valoro vuestro empeño, vuestro interés y vuestras ganas de
hacer bien las cosas. Eso ya es un merito importante y trabajo.
Esta
pregunta ya es clásica y se la haré a todo aquel escritor, que pueda y quiera
darme una entrevista. (Según la persona cambiaré las palabras) Te voy a hacer
un regalo que consta de 5 palabras y con ellas, si me lo permites, te quiero
poner un reto, ¿aceptas?, en 5 líneas tienes que hacer con las palabras un
microrrelato. Las palabras son: Eva, Bárbara, perdón, Madrid y café.
¿Un microrrelato con cinco palabras y cinco líneas
como un reto? Me temo que deberé aceptarlo. ¿Qué te parece, Eva, si te lo llevo
a Madrid cuando vaya, y tomamos
un café en la cafetería del retiro? ¡Me trae tan buenos recuerdos la feria del
libro del año pasado! ¿Era esto lo que pedías? Perdón, sino. De cualquier
manera, un beso. Bárbara.
Entrevista realizada por
Eva María Maisanava Trobo
Jajajajaja....me ha hecho reír el final.
ResponderEliminarIgual!
ResponderEliminarHola Eva. Y hola a todos.
ResponderEliminarFué un placer contestar a tus preguntas Eva.
Me encanta que tus amigos ángel de cristal y Carlos Molina, se hayan reído con ese final de la entrevista, la vida con risas y sonrisas es mas bonita, no obstante ese es micro cómo cualquier otro, tiene todas las palabras que pedía la entrevistadora y además lo que le digo que tomaré un café en Madrid con ella será el día menos pensado :-)
Feliciades por tu trabajo Eva, tu revista promete.
Un abrazo.
Bárbara.
Gracias Bárbara, me alegra saber que de verdad te ha gustado. Tu microrrelato es el más original de todos. Y por supuesto que nos tomaremos ese café cuando vengas. Besazos.
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