viernes, 14 de febrero de 2025

El regreso de Giselle. Más allá del amor.

  

Pasaron unos instantes hasta que, por fin, logré tranquilizarme tras leer el mensaje de Roberto. Sabía que debíamos vernos, que esa conversación era inevitable, pero no tenía el valor de enfrentarle ni de hablar con él.

Roberto era el único hombre que, pese a conocer mi antigua profesión, quería formar una familia conmigo. Y aunque ser madre siempre ha sido mi mayor anhelo, no estoy segura de querer compartir mi día a día con él.

Podría decir que es perfecto, pero… es demasiado clásico, y eso nos distancia.

No creo que estuviera preparado para saber que nunca podría renunciar a mis encuentros con Davinia, que iban más allá del placer. Lo que sentía con ella era magia. No sé si por la nostalgia y el morbo de haber compartido la misma profesión o porque, al haberme ayudado a criar a mi hijo, se había forjado entre nosotras una unión casi indestructible. A pesar de las discusiones que tuvimos antes de separarnos —y que terminaron por alejarnos—, ella sigue siendo una parte esencial de mi vida.

Pero Roberto es serio, demasiado serio. Y aunque al principio fue precisamente eso lo que me enamoró de él, ahora siento que necesito algo más.

Tal vez la solución sea la misma de siempre: huir. Viajar sola para encontrarme a mí misma.

Quiero volver a ser madre, de eso no tengo ninguna duda. Pero no estoy segura de querer compartir mi vida con él.

Mi hijo y yo estamos acostumbrados a estar solos, a tenernos el uno al otro. Sé que a él le vendría bien una figura paterna, pero me aterra que mi relación con Roberto no funcione. No podría soportar que mi hijo se encariñara con él, para después perderlo. No me lo perdonaría jamás.

Cuando no tienes hijos, empezar una relación es más fácil. No hay mucho que perder si algo sale mal. Pero cuando eres madre, la historia es diferente. La persona que llegue a tu vida debe amar a tu hijo más que a ti, porque ningún padre o madre renunciaría jamás a su hijo por amor. Quienes han estado en mi situación lo entenderán. No es fácil. No puedes ocultar la existencia de tu hijo, pero tampoco puedes negarte la oportunidad de ser feliz.

Y aunque no tengo dudas de que Roberto sea un buen padre para el bebé que espero, eso no es suficiente.

No es lo mismo despertarte varias veces en la noche para amamantar a tu propio hijo o consolar su llanto, que tener que cuidar al hijo de otra persona. Abraham ya duerme de un tirón, pero sigue siendo un niño. A veces tiene pesadillas.

— ¿Estará Roberto preparado para afrontar eso?

         El sonido del teléfono me sacó de mis pensamientos y me obligó a dejar de escribir en el diario.

 —Buenos días, me llamo Josep. ¿Podría hablar con Giselle?

—Sí, soy yo. ¿Quién eres?

—Le llamo de la librería Abantos de Alicante. Estamos organizando una feria del libro cuyos beneficios irán destinados a FEDER (Federación Española de Enfermedades Raras), y nos encantaría contar con su presencia. ¿Qué le parece?

—¡Claro! —respondí, titubeante. La idea me emocionaba.

—Perfecto. ¿Podría darme su correo electrónico para enviarle toda la documentación?

—Sí, toma nota: Giselle17051976@hotmail.com

—Muchas gracias. Cuando lea la documentación, responda lo antes posible.

—Así lo haré, Josep.

 

Nunca había hablado abiertamente de ello, pero colaborar con FEDER me hacía una ilusión especial. Yo misma padezco una enfermedad rara.

La enfermedad de Darier, o disqueratosis folicular, es un trastorno genético de herencia autosómica dominante causado por la mutación del gen ATP2A2. No tiene cura ni tratamientos realmente efectivos. La padezco desde los catorce años y es horrible. No solo por el picor y, en ocasiones, sangre, sino porque desnudarse ante alguien es un desafío cada vez mayor.

Aunque Roberto conoce mi “heridita” —como siempre la he llamado—, me aterra la posibilidad de que Abraham o mi futura hija pueda desarrollarla con el tiempo.

Siento que tengo un ángel de la guarda cuidándome, porque esta feria es la excusa perfecta para marcharme unos días y aclarar mis ideas sobre Roberto.


Debía llamarlo para decirle que me iría de viaje y que nuestra conversación tenía que aplazarse, pero no tenía el valor. 

Decidí enviarle un audio… 


Continuará…


4 comentarios:

  1. Giselle no deja de ser un personaje interesante, y como ella, yo tampoco estaría muy a gusto con una pareja que sea demasiado seria, demasiado normal, que sea esclavo de la sociedad y sus reglas. La libertad es parte de la vida y la felicidad, hay que expresarse y dejar expresar. También su punto sobre su nuevo embarazo y lo que piensa sobre como Roberto actuara, y como también creara una relación con su primer hijo son puntos muy delicados. A esperar cuál será su decisión final, Davina, Roberto o nadie.

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    1. Efectivamente. Lo más deseado es dar con esa persona que te llena en todos los aspectos, pero.. muchas veces es complicado. ¿Qué hará Giselle? ¿Cómo actuará Roberto? Tendremos que esperarnos al próximo especial. Gracias por tu comentario.

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  2. Lo interesante de Giselle como personaje es que es como el viento, vuela donde mejor le parezca y no se queda anclada en ningún punto. Habra que esperar a ver la decisión que toma a futuro.

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    1. Es que Giselle es todo lo libre que yo no puedo ser. Por eso la cree así. Gracias por tu comentario.

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