miércoles, 7 de noviembre de 2012

El cementerio. Eterna vivienda.

I
 
En este lugar silente
donde reina la armonía,
el cuerpo a descansar va
tras deambular por la vida.
Aquí se acaba el orgullo,
se entierra la fantasía,
el poder y la fortuna;
y la pobreza enemiga
se igualan en la necrópolis
interior, aunque distinta
sea la exterior fachada,
una lápida bonita
de mármol bien cincelado
que colocó la familia.
La verdad es y bien cierto
que el cuerpo al final termina
volviendo a ser nuevo polvo
que el viento lo espolvoriza.
No importa que joven seas
y que holgadamente vivas,
aquí te puede la muerte
traer, aunque te resistas,
¡porque su fuerza es tan grande
que no hay quien a ésta le impida
llevar a la sepultura
a quien le tienda la vista!
La muerte no reconoce
sexo ni raza, ni días
cumplidos aquí en la tierra,
ella tan sólo se guía
por el MANDATO SUPREMO,
que es quien da y quita la vida.
 
II
 
Aquí yace Don José,
a este otro lado, Aniceto;
y ahora ya nada discuten
igual que antes en el pueblo.
La muerte los igualó,
limó todos sus defectos,
hizo de Juez imparcial
para cerrar el proceso
de tantas desavenencias
y de tantos desacuerdos.
En noches de luna clara
se vuelve un mar de reflejos
esta gélida mansión,
este recinto simétrico
que está repleto de mármol,
que con su excesivo peso
hunde la tierra y presiona
hasta que parte los huesos
de los que yacen en él,
como José y Aniceto.
Nadie que more aquí, sale,
nadie riñe, por supuesto;
y nadie a otro le pide
si con él tubo algún débito.
Hay quien aquí vino a hombros,
otros en coche vinieron, 
pero esto muy poco importa 
porque ahora ya da “lo mesmo”; 
una vez en el cuadrado 
coto, imperio del silencio, 
todo sepultado queda 
bajo el frío CEMENTERIO…
 
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Manuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO

9 comentarios:

Juan dijo...

Me ha recordado mucho a las coplas de Jorge Manrique. Gran poema, compañero.

Somet dijo...

Estoy de acuerdo con Juan. Excelente aporte, con un gran tono de poesía. Muchas gracias por compartirlo con nosotros.

Manuela Carrión dijo...

¡Caramba! Totalmente sorprendida, un poema a la antigua usanza, me gusta mucho porque soy de la vieja escuela, y además ya sabemos que la muerte da mucho juego en un poema. Me gusta mucho, felicidades.

ángel de cristal dijo...

Me quito el sombrero ante tanta belleza.

Manuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO dijo...

Amigos todos: Creo que la cosa no es para tanto, agradezco vuestras "flores", es mi forma de ver la cosas y hacer con ellas POEMAS "clásicos", que es lo mío, estas son las aguas por las que navego y aunque me acerque a otras corrientes, las miro y las dejo pasar, porque mi humilde barquilla no le gusta flotar en otros cauces y en otra aguas (ella y yo somos así y nos respetamos)...

Jorge dijo...

Muy bueno, realmente muy bueno. Preguta al autor: ¿Ha leido 'Antología de Spoon River' de Edgard Lee Masters? Saludos.

Manuel Mejía Sánchez-Cambronero dijo...

Gracias Juan, por tu opinión,pero para mí es algo normal y corriente dentro de mi hacer, dado que mis vientos siempre soplan de lo clásico, respecto a estrofas, en cualquier tema que plasme.

Manuel Mejía Sánchez-Cambronero dijo...

Amigo Carlos: Como le digo a Juan, es algo corriente dentro del campo que cultivo a diario, gracias por que te haya gustado mi sencillo aporte.

Manuel MEJÍA SÁNCHEZ´CAMBRONERO dijo...

Amigo Jorge: Gracias por tus opinión, mi péñola se mueve por los ambientes clásicos. Respecto a tu pregunta, te digo que no he leído esta antología, no he tenido la suerte que haya pasado por mis manos, de todas formas quiero aclararte, que yo a pesar que cada semana me leo un par de libros y varias revistas, casi por obligación, porque soy el recepcionista de dos grupos Literarios y lo que nos llega lo leo, por ese motivo los libros que compro son puntuales...
Un amistoso abrazo.

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