Manuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO
¡Vengo a ofrecer mi mayor tesoro!
¡Vengo a brindarte mi glorioso encanto!
¡La que recoge de mi amor el llanto!
¡La que te dice sin cesar: te adoro!
MUJER A CARTA CABAL
Nació con donosura de poeta,
y a muy temprana edad ya componía
sonetos de pasión, y al mundo abría
su manera de ser viva y concreta.
Fue abriéndose camino hacia la meta,
impasible al dolor ser no podía;
y su lucha constante cada día
era sin duda la mejor receta.
La guerra soportó y sus desafueros
viendo correr la sangre hecha regueros,
que iba dejando atrás la tiranía.
El horror a sus labios no sellaban
y en el papel sus versos claro hablaban...
dejando a flor de piel lo que sentía...
DE TÚ A TÚ
En tu ser me inspiré y en cuanto hiciste,
tu vida me ha servido de modelo,
me he fijado en tu línea y paralelo
quiero ir a es camino que tú abriste.
Con tus lecciones ánimo me diste,
afiancé mi pisada sobre el suelo;
y en ti soñando sigo bajo cielo
aun sintiendo dolor porque te fuiste.
Allá donde ahora estés, estoy seguro
que a tu lado no habrá rincón oscuro
ya que tu reflexión sigue activada.
En la tierra tu luz late encendida,
su ardiente llamear es de por vida
como lo son tu voz y tu pisada.
¡Es mi lira! La dulce lira de oro
con que tu hechizo irresistible canto;
cuyos himnos en gozo y en quebranto
son ruiseñores que te forman coro
Mercedes MATAMOROS
LE FALTÓ TIEMPO
Mercedes Matamoros, poetisa
de profundo calado en el amor,
con la belleza innata de una flor
que por nada admitió una cortapisa.
Tenía la frescura de la brisa,
sensible era a las penas y al dolor;
y su mente irradiaba resplandor
y la vida vivió con cierta prisa.
No consiguió alcanzar los sesenta años,
pero aun así escaló arduos peldaños
en su Cuba natal con su fiel pluma.
Su verso en su correr era sereno
e iba en su ir y venir de esencia pleno
buscando libertad sin niebla o bruma.
GRAN REFERENTE CUBANO
Le alabo el gusto por negarse al hecho
de modificar su obra por aviso,
tendría sus razones y no quiso
cambiar ninguna viga de su techo.
No dudó en pasear un largo trecho
con el fin de cumplir un compromiso,
le daba igual andar por cualquier piso,
camino, senda, trocha o por barbecho.
Llegar siempre a la meta su fin era,
el verso fue su agua; y la reguera
con su gran fuerza al paso la iba abriendo.
Firmeza en sus acciones demostraba,
no desandaba nunca lo que andaba,
ni de riesgo jamás huyó corriendo...
Un homenaje sentido que se puede ver como un gran trabajo de admiración y amor. Gracias Manuel.
ResponderEliminarUn trabajo que además me alegra que haya sido reconocido por mi tierra. Enhorabuena.
ResponderEliminarExcelentes Sonetos, enhorabuena!
ResponderEliminarAmigo Manuel: Me alegro muchísimo de esos premios tan merecidos. Espero que en la felizmente, revista Nosotros, también nos sorprendas con algo interesante. Un abrazo. Maribel Sebastián
ResponderEliminargeniales!!
ResponderEliminarQué grandes homenajes, suenan tan líricas y melodiosas... Me han gustado un disparate, felicidades,
ResponderEliminarMaría José Cabuchola Macario