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viernes, 30 de agosto de 2013

Poema de una Dómina


 
Sentirte mío sin restricciones

dejar mi huella hasta en tus dolores

habitar tu mente noche y día

estar en ti presente, a porfía.
 

Mi gozo no es otro que sentir que me perteneces,

que no hay otra, que soy la única que mereces

y que en ese merecimiento están mis permisos

aunque sean muchos, mis sumisos.
 

Tu Señora, tu dueña, tu modo de vida...

eso soy yo para ti, única criatura divina

a la que venerarás mientras yo lo decida

y te me arrodillarás mientras yo te lo pida.
 

Esclavo de mi piel, sumiso de mi voluntad

y actor de mis deseos hasta mi saciedad,

este es mi rol, ese es mi destino...

y el tuyo el de servirme, con fiel atino.
 

Someterte a mí no te hace un ser inferior,

te hace de mis cuidados merecedor,

de mis placeres el receptor

y parte importante de mi juego demoledor.
 
Autor: David López Rodríguez

5 comentarios:

  1. Un poema de mujeres fuertes. Porque no todo es sentimientos a flor de piel en la vida, a veces es a flor de latex acompañado por la correa. Interesante David.

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  2. Qué excitante es la fuerza de las mujeres, aunque tanto nos cueste a los hombres reconocer que son nuestras dóminas, todas ellas. Gran trabajo, compañero.

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  3. Un buen tema, bien manejado y buen trabajo en las rimas, Saludos!

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  4. Un poema atractivo e interesante, que huye de estereotipos. El sexo no siempre es solo amor, también hay mucho juego, mucho latex, y emociones fuertes. Un saludo, David.

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  5. No soy de las que piensan que el amor hacia el otro sea como una posesión, pero este tipo de amor, tan sexual, es muy excitante (he de reconocerlo) y me ayuda a ver el amor desde otra dimensión. Te aplaudo,

    María José Cabuchola Macario

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