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Armonías de guitarra;
sus notas ausentes quedan
de pulsaciones precisas
en la campiña morena.
Tendida de olivo a olivo,
hasta el corazón nos llega
palpitación de un pasado
que es ensueño en la tibieza.
Los pensamientos se posan
en flora de mil esencias,
fugaces como las luces
que en mil colores se trenzan.
Campiña, guitarra y jaca
y gracia en volantes suelta,
unas veces delirante
y en breves momentos muerta.
Del sol a la sombra un paso:
otro del gozo a la pena,
celosía de un letargo
en campiña cordobesa.
El corazón se contiene
en un silencio de siesta
para lanzarse violento
entre cantes, vino y fiesta.
Cuando suena una guitarra
sus notas clavadas quedan
en el espacio doliente
sus notas ausentes quedan
de pulsaciones precisas
en la campiña morena.
Tendida de olivo a olivo,
hasta el corazón nos llega
palpitación de un pasado
que es ensueño en la tibieza.
Los pensamientos se posan
en flora de mil esencias,
fugaces como las luces
que en mil colores se trenzan.
Campiña, guitarra y jaca
y gracia en volantes suelta,
unas veces delirante
y en breves momentos muerta.
Del sol a la sombra un paso:
otro del gozo a la pena,
celosía de un letargo
en campiña cordobesa.
El corazón se contiene
en un silencio de siesta
para lanzarse violento
entre cantes, vino y fiesta.
Cuando suena una guitarra
sus notas clavadas quedan
en el espacio doliente
de la campiña morena.
Emilio José
Un poema interesante de un autor que tal como lo dice la seña es cantante. Se nota el ritmo. Gracias por compartir.
ResponderEliminarMuy bonito poema, compañero.
ResponderEliminarUn poema entretenido y de un estilo cuidado. No sabía que fueras cantante, pero es cierto que el poema tiene fuerza, ritmo, es contundente. Gracias por tu aportación.
ResponderEliminarbuen poema! coincido con los comentarios anteriores! Saludos!
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