
Pero chilló el sonido del viento
con la fuerza que lucha la esperanza
el rail cruzó el abismo.
El último viaje
se tumbó desnudo en la calle
y silbó la vida su final suspiro.
El niño, el joven, el anciano...
se hicieron alma su destino
me agarro el pecho... llanto
se me hace el corazón pequeñito.
Llora el pueblo...
la saliva hace el eco de los pensamientos
se llena de héroes los hierros
¡quiero salvarte!...mi país es la gente!!!
es generoso, solidario... valiente
Hoy me hago gallego...
visto mi
corazón de negro...
me callo...
...y os leo en mi silencio...
Llora vestida de luto...
tumbada la fiesta en la plaza.
José González.
Precioso y sentido homenaje a las víctimas del accidente de tren de Santiago. Todo mi apoyo a las víctimas.
ResponderEliminargracias Juan
EliminarFuertes imágenes y precisas, de esas que sabiendo de donde vienen puede uno andar con ellos, en ese su último viaje, me ha gustado mucho, con todo el respeto que se merece... saludos!
ResponderEliminarmuchas gracias
EliminarEl corazón pequeñito pero sobretodo ido, muy ido, y el llanto es poco para lo allí sufrido. Poco hubiera imaginado que este poema iba por el trágico suceso del tren en Galicia este verano, me ha sorprendido... Es maravilloso y a la vez doloroso este recuerdo. Una vez más, se nos vuelve a encoger el corazón... Un abrazo, R.I.P. Galicia.
ResponderEliminarMaría José Cabuchola Macario