domingo, 22 de diciembre de 2024

Las Sombras de Córdoba - Gestación y Navidad


—Señor, salimos de hiperespacio. La Estación Himawari aparecerá frente a la pantalla en quince segundos.


En el puente del crucero de combate Sobre el Lago Chud, todas las terminales bullían de actividad conforme iniciaban su aproximación final a la Colonia Irezumi. La sombra literal del planeta que servía como guía para la aproximación final a la estación fue desapareciendo hasta que a la vista se mostro una hermosa estructura en forma de girasol, con quince pétalos perfectamente definidos y sujetos a una estructura cilíndrica que fungía como estigma. Quien hubiese imaginado la estación de esta forma no había escatimado ni en gastos ni en prodigios arquitectónicos para su construcción. Pero a diferencia de otras veces, un enjambre de más de cien naves orbitaba en torno a la colonia mientras que dos de las naves más grandes, un crucero de la Guerra del Borden Interno y la forma cilíndrica típica de un Expreso Genético permanecían fuertemente enlazadas a la estructura.

—Ver la estación siempre me quita el aliento. Comuníqueme con el puente.

—Si, señor.


En el asiento de capitán, un hombre relativamente joven ocupaba el puesto con las manos cruzadas apoyando su cara. Él se concentraba en la vista de la estación mientras en su mente cruzaba el itinerario suyo y de sus tropas en su despliegue en la estación.

—Señor, tenemos comunicación con el puente.

—Enlace.


La imagen apareció en la pantalla principal y al ver a la encargada de la estación comprendió que las cosas no iban a ser como lo había planeado. Porque nunca había visto la cara de la mujer que ocupaba el puesto en el puente en ese momento.

—Buenas. Con quien tengo el gusto.

—Capitana de Vuelo Romie Yamada para servirle, señor.

—Mucho gusto, capitana. ¿Y dónde está la almirante Xiaoping?

—La almirante Xiaoping espera con el grupo de recepción en Pétalo 7. Enviare las coordenadas de acceso para que pueda acoplarse cuanto antes, señor.

—Muchas gracias, Yamada. Lago Chud fuera.


El capitán se levantó de su puesto y señaló a la oficial de comunicaciones para que lo siguiera. Mientras salía, repuso. 


—Número uno, es su puente ahora. Encarguense de acoplar la nave. Voy a sección de acoplamiento, tengo que hablar directamente con la almirante Xiaoping. Cindy, vienes conmigo, tenemos que repasar el plan de acción.

—Si, señor.

El oficial ignoró que alguien más tomaba su asiento en el crucero, se concentró mas en su compañera. En cuanto entraron a los turboelevadores ella se dió la libertad para hablar.

—Bueno, parece que las cosas se están viniendo abajo desde el principio, Lisuarte…

—¡No me llames así! ¡Nunca!

—Está bien, ¡Luis! Se suponía que hablarías primero con su “prima” irezumi para suavizar las cosas, pero ella esta esperándolo en la zona de acoplamiento. Eso quiere decir que ella quiere tener contacto intimo con usted. Según lo que me dijo, era clave que pudiera convencer a su prima de suavizar la recepción, ahora no sabemos que es lo que debemos esperar de recepción.

—¿No vas a creer que nos van a recibir hordas de mujeres semidesnudas?

La mujer no contestó, molesta alzó el dispositivo en sus manos y desplegó ante ellos el estado de situación mientras salían del elevador y se dirigían al área de acoplamiento.

—Por ahora vamos a apegarnos al plan. Tenemos al menos diez mil obreros que se encargaran de las labores necesarias para poner en orden la estación. Las irezumis nos garantizan espacios habitacionales completos en Pétalo 7. Todos los que desciendan a la colonia se moverán en grupos de cuatro, con una mujer y al menos un hombre casado por grupo. En ninguna circunstancia se entablarán conversaciones ajenas a las labores de reparación con ninguna irezumi.

—Estoy de acuerdo. ¿Quiénes seremos los cuatro en salir primero?

—Usted, yo, el jefe técnico Sviatoslav y Dani.

—Bien. Manda a llamarlos. Me adelantare a la puerta de acople.



El oficial se separó de su oficial de comunicaciones, caminó por el enorme hangar donde una multitud de técnicos y oficiales esperaban impacientes o comenzaban a acomodarse para adoptar la configuración sugerida con la oficial de comunicaciones. En cuanto llego al frente de la enorme puerta de metal, este esperó con paciencia, tras unos minutos las tres personas que lo iban a acompañar tomaban su lugar a su lado y juntos esperaron a que se abrieran los sellos de acoplamiento.

Le tomo un momento a los sellos levantarse y equiparar las atmosferas entre el modulo en que se habían estacionado y el crucero de combate. Conforme se abrían las enormes puertas de protección, el oficial suspiró, en cuanto vió la luz dio un paso adelante con su equipo. Para su sorpresa, nada de lo que había previsto lo había preparado para lo que lo recibió del otro lado. Porque en lugar de una recepción con oficiales armados hasta los dientes, o mujeres relamiéndose los labios y lenguas lujuriosas de deseo; quienes los recibieron eran niñas, vestidas de forma casual con el tercer uniforme irezumi. Pero lo más extraño es que la combinación era verde y roja, típica de la temporada.

—Buenas tardes, señor. Me da gusto de recibirlo en la Estación Himawari. Soy la Cadete Masako Umezu, estaré a cargo de la recepción y coordinación del personal de reparación durante el tiempo que dure su despliegue.

—Mucho gusto, cadete. Soy el comandante Luis de Tolly, a sus servicios. Ella es la capitana Cinthia Fourcad, el Jefe Tecnico Usk Sviatoslav y el teniente Dani Danilovoch. Pero ¿ustedes no son muy jóvenes para recibir u orientar al personal...?

—No, señor. No lo somos.


La encantadora sonrisa de la cadete derritió cualquier barrera de defensa y destruyó cualquier vestigio de voluntad que les quedaba. Él respondió con una sonrisa y le permitió a la cadete continuar.

—Su grupo utilizara las estaciones de la Sección 1 de la Cubierta 5. Habitaciones 70501, 70502, 70503 y 70504. Es el área de oficiales del módulo. La almirante Xiaoping será quien los guie. Que tengan un buen día.

—Igualmente.

—El que sigue, por favor.


El grupo no dijo ni reclamó absolutamente nada. Como corderos todos siguieron a la almirante, que en silencio los llevo a los turboelevadores, los guio a sus diferentes habitaciones y los dejo en su interior sin mediar una sola palabra. Pero el último fue Luis. Cuando estuvieron frente a la puerta de la habitación 70501, ella deslizó el identificador, lo hizo entrar dócilmente y cerro la puerta tras de ellos. Fue en ese momento que el estupor que se poso sobre su mente se comenzó a disipar y encontró que a pesar de todo había sido puesto en una posición comprometida.

—Luis, siéntate, por favor.

—¿Qué diablos me hizo esa niña, Feng?

—Masako es alguien muy especial que descubrimos durante la crisis de la Llamarada. Es la mejor empata que existe en la colonia. Lo más peligroso es que no actúa solo con la mente, sino con las feromonas que emite su cuerpo. Por ahora lo único que está haciendo es suavizando las relaciones para que todo salga como debe.

—¿Y que hago yo aquí contigo?

—Ella decidió que eras el más receptivo.


La almirante tomó asiento al lado del oficial en la cama. Mientras le tocaba su oreja con los dedos, reclamó.


—Feng, sabes que lo que estás haciendo es ilegal. Por ley de la Federación no debemos hacerlo con irezumis.

—No estoy haciendo nada, “primo”, que tú no desees.

—No sabes como lamento haberte convencido de tomar ese examen genético durante la tregua de La Ranura. Desde ese día no he dejado de pensar en lo incestuoso que fue nuestro revolcón.

—Por favor. Tú eres la quinta generación del general de Tolly, yo soy descendiente directa. No tenemos casi nada en común.


La almirante se quito la chaqueta del uniforme de forma sugerente. Esto puso visiblemente nervioso al comandante, que se fue haciendo cada vez mas un puño conforme ella se separaba de la prenda y seguía con los botones de la camisa.


—Feng, por favor. Basta.


Ella se detuvo, suspiró y se sentó al lado de su contraparte.

—Yo tampoco estoy dispuesta a iniciar un incidente internacional, Lusiarte. Sólo te estaba molestando. La verdad es que lo único que quiero es hacerte un regalo. Después de todo, es Navidad para más del cuarenta por ciento de los humanos. Es un tiempo de reflexión, paz y buena voluntad.

—Sabes que odio que me llamen así, Feng.

—Por eso mismo te llamo así, Lusiarte. La verdad es que quería notificarte que descubrí cual fue mi segundo donante genético.

—¿Ya averiguaste quien fue? ¿La que corrió? ¿O la que se estampo contra la pared?


Luis no retuvo su lenga, eso molestó visiblemente a la almirante. Pero esta no se dejó amedrentar, lo obligó a sacar su dispositivo y a juntarlo con el suyo.

—Puedes verlo tú mismo.

—¿Qué es esto, Feng?

—Es mi regalo de Navidad, una grabación sináptica. La encontró una oficial postulante para ascenso entre los documentos legales de la Mari no Kiseki. ¿Quieres verlo?

—Quisiera decir que no, pero tengo curiosidad. ¿Qué es lo que voy a ver?

—Reprodúcela y te darás cuenta.


Luis dudo por un momento, pero la curiosidad pudo más. El apretó el botón de Reproducir en la pantalla principal de la habitación y lo primero que pudo ver fue una habitación de oficiales en un crucero. Pudo notar grilletes que colgaban en la pared, un uniforme de presidiaria colgado en un perchero. La cama se encontraba en el centro, las sábanas mostraban un enorme bulto que se movía constantemente, de donde salían piernas y brazos de vez en cuando. La vista cambio al tocador y pudo notar la chaqueta con el rango de almirante tirada allí.

Al instante la imagen se volteó hacia la cama. Como una erupción de entre las sábanas salto una mujer muy parecida a Feng, que con un grito de placer se revolvió como nunca lo había visto en su vida. La mujer estaba desnuda, mal cubierta por las sábanas. Sentada a horcajadas sobre unas piernas peludas, ella gimió de nuevo mientras unas hábiles manos le brindaban masaje a sus senos y a su clítoris. Ella volvió a gemir, movió sus caderas en forma circular, su piel se comenzó a tornar roja debido a la excitación y al deseo. Aunque no se veía su rostro, su amante sin duda era un hombre, que emitió un grito gutural que duro hasta que se detuvo en un jadeo constante.

—Es mi regalo de Navidad. El momento en que fui gestada.

—Entonces… Desciendes de Dao-Ming…

Ella tapo con su dedo la boca de Luis, lo miró profundamente a los ojos y lo besó apasionadamente. A partir de ese momento los amantes no prestaron atención al juego de los amantes en el video, estaban muy ocupados en su propio juego. Uno que no terminaría pronto.









Carlos Molina

10 comentarios:

  1. Ciencia ficción y erotismo, una genial combinación sin mencionar el aire de misterio que tiene la historia con relación a Feng y sus progenitores. El tema de que pueda ser algo ilegal la relación entre sexual entre los dos grupos lo hace mas interesante aun y acorde con historias futurísticas de ciencia ficción, aunque se pueden ver estos casos ahora mismo entre grupos culturales y religiosos y claro el hecho de que sean primos, aunque muy lejanos le añade una pizca de tabú. Muy genial la historia.

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    1. Muchas gracias, Efrain. Esto es parte de un relato que se deriva de una obra que envie a un concurso. Uso de base un hecho científico polémico, que los embriones en sus primeras etapas pueden permanecer congelados por tiempo indefinido. Las relaciones entre ambas especies en mis obras roza la no interacción con el fruto prohibido. Me alegra que le haya gustado.

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  2. Original contexto para desarrollar un relato de discreto y congruente contenido erótico donde tecnología y lenguaje entonan y sintonizan sus sonidos en una consonancia ciberespacial. Felicidades Carlos Molina

    Hollman Barrero
    El Sembrador
    Colombia

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    1. Gracias Hollman. La combinacion es porque despues de tantos años perdi varios de los manuscritos de las obras que componia. Me alegra el comentario.

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  3. Siempre me ha parecido interesante las historias futuristas, y como queda siempre esa duda mágica de las definiciones de cosas que para ellos son cotidianas y pero el lector queda con la pregunta, y también que pese a la tecnología y el avance, aún somos sujetos a los instintos primarios y las emociones.

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    1. La tecnologia ha avanzado y aún ahora seguimos despertando a los deseos prohibidos o las realidades problematicas. Me gusta trabajar la dicotomia de ambos a la hora de escribir. Gracias Max.

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  4. Me ha encantado... A medida que leía, me iba interesando más y más en la historia... No puedo decir que haya sido excitante, más que incitador a la lectura, pero sin duda, es un gran relato. ¡Enhorabuena!

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    1. Muchas gracias, "El Perurena". La historia viene como parte de un bloque que he venido trabajando los ultimos dos meses. Tal como lo has dicho, es un incitador más que un provocador. Pero por el tiempo que he escrito, dejo una pista. Esta historia se relaciona con otra que escribi hace tiempo aqui mismo. Es similar relato, solo que visto años después. Aqui dejo la referencia. https://larevistadetodos.blogspot.com/2019/02/confesion-el-dia-de-la-amistad.html

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  5. La ciencia ficción como cuento para desarrollar nuestra fantasía. Me gusta.

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