Remember My Name

 

Remember My Name

 

Hace años, cuando yo era muy niña, estaba enamorada de la serie “Fama” y sin duda era, porque ya en mis venas la pasión por la danza era más que latente.

Hubo una frase que marcó mi vida:

—“Tenéis muchos sueños, buscáis la fama. Pero la fama cuesta. Pues aquí es donde vais a empezar a pagar, con sudor”—

Esa frase, sirvió, para que me esforzase en ser la mejor bailarina de mi clase, la mejor cantante del coro y la mejor actriz. Siempre me ha fascinado el mundo artístico; hasta que llega un día en el que te atropella un coche y por unas décimas de segundo, no sientes las piernas y todo tu mundo se viene abajo.

Tus sueños, tus ilusiones, todo…

Con el paso del tiempo aceptas que ya nada podrá ser igual, las lesiones van apareciendo, los años te impiden bailar como en el pasado, pero hay una cosa que jamás ha cambiado y es, sin duda, la pasión y entrega en todo lo que hago en la vida.

Sigo bailando, sigo encerrándome en mi habitación para bailar, pero ya no como antaño. Porque si no mis doctores, el Sr. Scarano y el Sr del Saz, dejarían de atenderme, de una manera tan profesional, como siempre lo hacen.

—Gracias, a los dos, de corazón—.

Aunque desde muy niña, en mi diario, escribía todo lo que sentía, fue haciendo lo que antaño era la EGB, cuando ya necesitaba escribir y comencé a presentarme a concursos. Una vez, recuerdo, como si fuese hoy, que el premio que me daban era un libro: —No os podéis hacer una idea lo feliz que me hizo—, porque siempre tus amigos, la gente que más o menos te quiere, por no hacerte daño, te pueden regalar los oídos.

Pero en ese concurso, no había cariño alguno, era una niña que con sus letras emocionó al jurado y desde entonces he seguido escribiendo y escribiendo.

Esa niña que escribía en su diario con los años siendo adolescente seguía haciendo lo mismo, esa adolescente se convirtió en una mujer, que sigue, escribiendo en su diario, porque de no hacerlo, moriría.

Cuando cree La Revista de Todos, jamás, pensé que llegaría tan alto. Entrevistar a grandes escritores como Antonio Gómez Rufo, Doña Mercedes Salisasch —que por aquél entonces ya estaba malita con ELA y fue su asistente quién tuvo a bien el hacerle llegar mi recado a esa maestra de la que aún conservo todos sus libros y de vez en cuando los releo— y tantas entrevistas, reportajes que he cubierto, firmas de libros, etc.

Nunca, jamás, pensaría que llegaría tan alto. Pero así fue.

Bien es cierto que todo aquél que me “conoce bien”, dicen de mí , que soy como el Guadiana —que según el caudal que lleve se le ve o no. Pero siempre está—.

Y eso, sin duda, es lo que me pasa con la Revista; no siempre puedo estar pendiente de ella, como quisiera, pero… siempre estará.

Espero que el vídeo que he realizado os invite a leernos.

El próximo 16 de noviembre a las 9:00 de la mañana está programada la publicación de la entrada donde veréis todo el contenido que el 22 de diciembre desde las 9:57 se irán publicando,  una a una, todas las aportaciones en el siguiente orden: una carta mía dirigida a todos los lectores, las locuciones de Luis Anguita Juega, la aportación de mi amigo y escritor invitado Fernando Alonso Barahona, la de mis compañeros, y por último la mía.

 

Hasta ese día, ser buenos, ser malos, pero eso sí, no me seáis infieles.

—¡Tenemos una cita el próximo 22 de diciembre!—

Eva Mª Maisanava Trobo