En un callejón oscuro, a las dos de la madrugada, un
"camello" va caminando lentamente hacia el final de un callejón sin
salida. Sacó de su bolsillo una bolsita blanca de cocaína. En ese momento la
"vida", que había salido de trabajar, recibió una llamada de su jefe.
- Díme, ¿qué pasa?
- Te llamo para informarte que hay un "camello" con problemas en el callejón oscuro, cerca de tu casa.
- Bien pues es donde estoy ahora.
- Intenta hacerle cambiar de opinión. Te
apuntaré unas horas extras.
- De acuerdo, trataré de solucionarlo.
El callejón estaba infectado, las ratas no cesaban de pasear, los
olores hediondos creaban una atmósfera irrespirable, pero la "Vida"
no cesaba de caminar buscando al "camello" para tratar de ayudarle.
- ¿Hay alguien ahí?
- (Con voz tartaja): ¡Sí!, qué pasa. ¿Quieres un poco de coca?
- ¡No!, no quiero. Sinceramente me da
mucha pena verte así.
- ¿Pero
qué te pasa "chalao"?. No me insultes o te "pincho".
- No te tengo miedo. Has perdido parte
de tu vida y no tendrías fuerzas suficientes ni para moverte.
- ¡Cállate!
Estos "polvos blancos" me reviven, me hacen olvidar todos mis problemas
y me siento como en "las nubes".
- Pero, ¿acaso no sabes que te estás
quitando la vida? Dentro de poco tiempo, perderás el conocimiento, no sabrás coordinar tus movimientos, te caerás, la "coca"
llegará a tu sangre, de ahí a tu corazón y finalmente morirás en una lenta y amarga agonía.
- (Temblando).
¡No sabes lo que dices!, esto me hace sentirme más fuerte y más seguro de mí mismo. Moriré
si no lo tomo, porque lo necesito.
- ¿Lo necesitas? ¿Necesitas que tu
muerte se adelante? Eres joven, tienes muchos
años de vida por delante y tú te estás inyectando y metiendo dentro de tu sangre tu propia muerte. ¡Me das asco!
- ¿Muerte?
¡Tú estás loco! La droga borra mis pensamientos y me lleva a un mundo más delicioso, sin
problemas; entras en trance. Pero el problema es que necesito más
y más.
- Así pasa, eres un gran adicto a ella,
no puedes despegarte de su lado. El verdadero problema es que no tienes
dinero para conseguirla. Por eso, fuiste
capaz de robar tiendas, farmacias, bancos e incluso llevarte unas cuantas vidas por delante. Todo... por comprar la
muerte.
- Sí. Tienes
razón, pero me lo paso muy bien con mis amigos, esnifándola o pinchándonos.
Está muy rica y es muy buena...
- ¿No es mejor respirar aire puro, hacer
deporte, ir con tus amigos al cine o al
bar, sin necesidad de tomar "eso"?. Te has metido dentro de un mundo oscuro y cruel, en el cual,
la droga ha segado vidas, a veces inocentes, pero...
que no se pueden reparar y quedan perdidas en unas viejas y cenagosas tumbas.
- Pero
fueron mis amigos, ellos me dijeron que la probara, que era muy buena y que te relajaba. Desde aquel momento no pude dejarlo. Cada mañana
me levanto dolorido y con los brazos hinchados, robando dinero para conseguir un poco de
"droga".
- Te has marcado tu destino, pero aún
tienes tiempo de salir de ese desastroso camino cuyo final
es la muerte. La elección es tuya: -
La vida y la luz, o la droga y
la oscuridad-.
- (Llorando):
E...Es una elección muy difícil...
- Los días están contados, y la muerte
nunca para en su caminar apresurado hacia
ti. Puedes plantar cara a la muerte con valentía y ser capaz de conseguirte una nueva
vida con los seres que te quieren.
- (Tirando
la jeringuilla) Bien, me voy contigo. Quiero volver a vivir la vida que perdí cuando me metí en
esto y que la luz alumbre mis ojos.
- Buena elección. Ya no vives sin vivir, sino que vives la VIDA.
Nota* Este cuento lo escribí estando en el colegio para un concurso sobre la droga. No lo escogió el profesor porque decía que era muy duro para haberlo escrito una "niña". Apenas lo he retocado, porque sería matar el recuerdo de esa "niña". ¡Gracias!
Eva María Maisanava Trobo
10 comentarios:
Narración de ese difícil mundo, que no tiene una salida fácil, terminando con los seres humanos por su inconsciencia, personalidad débil, desconcierto, falta de motivaciones. Es la muerte que duerme al lado, esperando que no despierte.
Sobrecoge el relato.
Una historia "dura" que refleja un talento crudo y sin explotar. Aunque yo diría que los problemas de droga no matan directamente, sólo duermen los sentidos (a propósito). Sobrecogedor y crudo, me encantó!
Gracias Juan por tu comentario. Estaba en el colegio cuando supe que necesitaba escribir para poder hablar.
Me alegra saber Carlos que te ha gustado. Gracias, muchas gracias.
Es una historia muy dura, pero a la vez tan real, que mi mayor deseo sería que la usaran en un centro de drogadictos como terapia.
Muy bueno para estar escrito por una niña. La idea merece un retoque de madurez.
He visto morir a mucha gente por la Droga, simplemente por no saber decir NO.
Me gusto mucho Eva... Un besazo.
Manuel Barranco Roda
Gracias Angel. Lo escribí siendo una niña. Y la verdad es que me gustaría que se usara para ayudar a la personas, que tienen ese problema.
Gracias por decir que te gusta. Pero aunque si bien es cierto que se podria retocar, prefiero que siga así, pues es como lo escribí en su día. Gracias.
Gracias Manuel, tú no lo recordarás. Pero lo leí en clase y Zazo fue el ganador, en fin. Cosas de la vida. Gracias a ese "No", sigo en estos lares, luchando y queriendo mejorar. Yo también te quiero. Besos.
Publicar un comentario
Gracias por dejar vuestros comentarios.