Reportaje de las firmas en la Feria del Libro de Madrid, el 12/06/2013. Stand 118. Librería La Marabunta.

            Cada día me resulta más complicado tener que escribir y más cuando se trata de un tema en el que me siento completamente inmiscuida.

            Ya la semana pasada tuve la suerte de poder cubrir el reportaje de la mejor manera, y en esta ocasión, poco más os puedo contar que ya no haya plasmado anteriormente esta humilde reportera.     

            Si he de ser sincera, nunca me he dejado caer por la Feria del Libro.

            Siempre he preferido las librerías pequeñas, a las ferias donde hay tanta aglomeración de gente.

            Pero la vida ha querido que este año la viva de una manera diferente a una persona que visita la feria en busca de la firma de su escritor favorito.

            No soy escritora, y ni tan siquiera en mis sueños aparece esa palabra que la tengo tan dignamente elevada en un pedestal, y es por eso que ni me imagino lo que se siente firmando en un stand.

            Pero sí sé de primera mano la felicidad que se siente al ver que otros escritores firmen sus ejemplares.

            Os puedo asegurar que no soy una persona demagoga y mucho menos hipócrita; y quizás cada letra, cada palabra, cada frase que escribo "transmite" tanta sinceridad que hasta logre con este sencillo párrafo "susurraros" al oído la felicidad que de nuevo ayer pude sentir.

            Había salido a las 17:00 de trabajar y a las 18:00 comenzaba la primera firma, por más que quisiera volar en un trayecto de más de una hora, —no se pueden hacer milagros—. Temí no llegar a tiempo para ver a Víctor Charnero (Devuélveme a las once menos cuarto) firmando los ejemplares que no dejaban de venderse.

            Pero llegué; sudando, sofocada por los casi treinta y seis grados que ayer hacia en Madrid, —pero todo esfuerzo, tiene su recompensa—.

            Y vosotros mismos lo entenderéis cuando veáis que la foto habla por sí sola. Ver la sonrisa de Víctor es lo más parecido a sentir que todo esfuerzo vale la pena; se me olvidó el cansancio, el calor, todo...

            El recuerdo más positivo que me llevo de él, además del orgullo que sentí en cada firma que plasmaba; es lo humano, lo cálido, lo sencillo de su persona.

            Al poco rato llegó Esther Ginés (El Sol de Argel) para su firma, —prevista a las 19:00 de la tarde—.

            Aproveché ese momento para inmortalizar a dos grandes escritores, haciéndose el relevo para cumplir su sueño de firmar en la Feria de Madrid.

            Era la tercera vez que coincidía con ella, y de nuevo ese brillo en su mirada irradiaba una inmensa felicidad.

            Esther Ginés, es una mujer que exuda por cada poro de su piel, sencillez, gratitud, y sobre todo sinceridad. —Quizás por eso hemos llegado a comprendernos tan bien—.

            Se vivió un ambiente tan cálido, tan de estar por casa, que para mí va a ser imposible de olvidar.

            Gracias de nuevo a todos los trabajadores de La librería, La Marabunta, que han sido tan amables a la hora de permitirme entrar en el Stand. —¡Gracias a todos!—-.

            No sé si el año que viene La Revista de Todos seguirá abierta, no sé si tendré la suerte de cubrir de nuevo el reportaje, pero solo espero que los escritores de ediciones Carena, además de seguir cosechando éxitos, no pierdan lo que todo gran escritor que desea triunfar ha de conservar: su humildad.

 

 

            Espero que os haya gustado este sencillo reportaje. 

         Si nada me lo impide y si el autor me lo permite, trataré de cubrir la presentación del libro "El homo Transcendente", de José Membrive. (ediciones Carena). Que tendrá lugar el próximo día 18 de Junio a las 19:30 de la tarde en la Casa del Libro —Gran Vía, 29, Madrid—.

 

         

 

   Hasta entonces; salud y suerte.

            Eva Mª Maisanava Trobo