VI
Mi querido amigo del alma, siempre unidos por las
letras y los versos, a ti me dirijo de nuevo, sé que estas ahí y esperas mi
carta para incluirla en tú epistolario, espero que la mía sea la más notable de
todas ellas, que no haya más cartas de mujer que las mías, si fuera así me
sentiría halagada y de lo contrario desdichada, estas cartas como mensajes de
primavera ya tardía, pero que renuevan el alma y la dicha.
Una vez más quiero revelarte mis sueños o mi ansias
de seguir una estrella, quiero subir a la cima para luego bajar a los estanques
y desde allí resurgir hasta la llanura, cruzar montañas y valles, mares y ríos
y solo para sentir la luz del sol acariciar mi cuerpo en una playa perdida
entre mares caribeños y allí ver el candor de tu amor al abrigo de una hoguera.
A nuestros pies solo la arena y por techo la luna llena, cielo salpicado de
estrellas, decir ¡ahí está mi estrella! Parada y quieta, clavada en el
firmamento porque atrapada se encuentra por una mujer poeta, ya no se mueve, ya
no anda, fija se queda, porque a su destino ya llegó y en manos de la poetiza
nos ciega, con su luz nos alumbra el camino del mañana.
Hoy, amigo mío, estoy muy melancólica y
apesadumbrada, dejaremos la escritura para otro momento más propicio, me
entrego al jardín con las labores propias en él, las rosas se encuentra en
pleno apogeo y el aroma es embriagador……..seguiré pensando en ti.
Vuela paloma blanca y lleva este mensaje a mi querido
amigo del alma, besos de Vera.
Es un interesante cierre temporal para las Cartas de Amor. El medio epistolar (ahora ciertamente en desuso o transformado) siempre ha tenido un significado en la historia de la literatura. Gracias por recordádnoslo Manuela.
ResponderEliminarMuchas gracias por leerlas...un saludo.
EliminarComo en los demás anteriores capítulos, una carta encantadora.FELICIDADES.
ResponderEliminarMuchas gracias Juan Carlos, un saludo y feliz verano..
EliminarFantástica y agridulce la carta, como siempre. Menos mal que esta vez la fragancia de las flores endulzará la espera.
ResponderEliminarMuchas gracias Faustino por tu opinión, que tengas un feliz verano...saludos
EliminarMe gusta ese manejo de metáforas, le dan un aire de nostalgia, y ciertamente es la temporada que las rosas echan flor, Saludos!
ResponderEliminarHermosa carta donde la prosa se explaya cantarinamente. Felicitaciones y gracias por compartir.
ResponderEliminarTRINA
Genial Manuela, me gustó mucho, bueno me gustaron todas las que te leí, Un abrazo
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