viernes, 21 de junio de 2013

Epitafio




 

Levántate de tu lecho de piedra ángel.

Sortilegios malditos emanan de mi mano izquierda,

hechizos nombrados en susurros salen de mi boca como flecha,

mientras son pronunciados por mi mano derecha, 

Éire nos concede sus alas, y empuñas en juramento

a Kusanagi-no-Tsurugi. Se levanta ángel mío tu cuerpo,

de tu boca un grito silente que hace temblar los templos.
 

Poco a poco envuelve tus huesos una llama,

has venido del eterno descanso al otro lado de la muralla

para protegerme en mi última batalla.

 
Tantos caminos fallidos amarrado corazón,

yo te convoco Yuuki Kuran en ésta mi última revolución.

Para protegerme de los demonios de la duda y la sin razón.
 

En esta la más oscura de todas mis noches

estaremos solos tú y yo, en guerra total sin un reproche,

al final de esta cruzada seremos uno en este instante sin goce.
 

 
Juan Magdaleno Flores


5 comentarios:

Faustino Cuadrado dijo...

Muy enérgica la poesía. Habla de asuntos que no conocemos, pero que suenan interesantes.

Juan M Flores dijo...

Siempre la pasión es elevarse e intuir la feroz batalla interna! Gracias Por tu comentario Faustino, Un saludo!

Anónimo dijo...

Una prosa para interpretar. Me encanta tu originalidad y diversidad en la temàtica salida de lo comùn para expresar tu interioridad. Felicitaciones.

TRINA

Juan M Flores dijo...

Gracias Trina agradecido por tus palabras, a veces las aguas son calmas y tranquilas otras en las que rasgan el alma, y me dejo llevar, nuevamente Gracias!

Jose-divi dijo...

Me gustó, aunque en algunos tramos me costó entenderla, Un saludo

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