Aunque
sé que todavía queda mucho tiempo por temas personales voy a estar un mes
aproximadamente bastante liada por lo que no podré estar apenas pendiente de
las redes sociales.
Es por eso que el próximo especial se llevará a cabo
el 23 de abril
—Especial
Sant Jordi. Día del libro—
Quien quiera participar,
lo puede hacer enviando su aportación antes del 13 de abril al siguiente correo
electrónico:
larevistadetodos@hotmail.es
o el_rincon_de_eva@hotmail.com
En el asunto tendréis que poner: "Colaboración
revista". Cada texto tendrá que ir acompañado de una ilustración.
Hace
mucho que no te concedía el tiempo que te mereces y máxime cuando eres tu el
verdadero conocedor de mis inquietudes y de toda mi vida. ¿Sabes? es
maravilloso ver crecer a mi hijo Abrahán... su sonrisa es mi sonrisa, su
alegría es la mía y sus lágrimas... ¡Dios, sus lágrimas me desgarran por
dentro!
Desde
que Davinia y yo tomamos la decisión de dejar la relación, Y aunque pueda sonar
un tanto egoísta, el volcarme tanto en él ha hecho que me olvide de mí, de lo
que siento como mujer, ya ni recuerdo que se siente al ser acariciada. Y ya no
te digo que por un hombre. Aunque siempre el recuerdo de Musa —el padre de mi
hijo— será algo difícil de olvidar. Porque bien sabes que nunca le he dado
importancia al sexo de la persona, sino a lo que la persona en sí me pueda
aportar.
Mi
hijo ya tiene siete años, los mismos que llevo entregada en cuerpo y alma a él
y ahora... el sentimiento que se está apoderando de mi, me está haciendo sentir
completamente ruin y mezquina. Porque aunque tengo la vida que siempre anhelé.
La casa que siempre soñé, el tesoro más preciado de mi vida que es mi hijo; aún
teniéndolo todo extraño sentirme viva. ¡Sí!, querido diario... viva.
No
puedo evitar recordar cuando comencé a trabajar como escorts, siempre me
dije... —¡Giselle solo será un tiempo y lo dejarás!—. Pero poca gente sabe lo
complicado que es salir de un mundo que cada día te seduce y te atrapa más. El
lujo, el placer, el poder... —¡Tantos secretos de estado confesados en mi persona
bajo el efecto embriagador de las caricias de una profesional y la ayuda del
alcohol!— Era increíble el dinero que podía llegar a ganar con un solo
servicio. Y no puedo renegar de mi pasado, a fin de cuentas así conocí a Musa y
con él fui madre.
Menos
mál que no he tenido una hija, porque no sé si podría encajar que se dedicase a
la misma profesión a la que durante tantos años me dediqué. Y aunque suene mal... tanto anhelo. Todavía
recuerdo uno de los mejores consejos de Davinia...
—Nunca beses a un cliente, Giselle—.
Y
a día de hoy aún recuerdo mi ingenua respuesta.
—¿Por
qué Davinia, qué hay de malo?—
—Nunca
lo hagas si quieres ser una gran profesional. Nunca te marcará lo mismo las
caricias de un cliente o incluso si te realiza el sexo oral o te penetra.
Pero... como lo beses, mejor plantéate dejar esta profesión. Porque un beso
jamás se puede olvidar. Nunca cruces esa barrera, Giselle—.
—¡Qué
gran verdad!—. La primera vez que cometí el error de saltarme la mayor
enseñanza fue con Musa y tú mejor que nadie querido diario sabes todo lo que
viví después.
¿Sabes?
Siempre te he confesado todo lo que he sentido, siempre has hecho las veces de
psicólogo. Y no sé qué hacer te lo juro. Quisiera volver a experimentar por un
solo día el vértigo que se siente caminando en tacones sobre la alfombra del
hotel y sentir ese miedo que se siente antes de llamar a la puerta donde está
el cliente alojado. ¡Miedo a no saber qué pasará! ¡Cómo se comportará! Es tan
atrayente ese miedo y ese mundo.
¡Qué
irónica es la vida! Mi último servicio fue para salvar la vida a mi padre y
ahora... Siento que es la mía la que tengo que salvar. El placer, el dominar,
el seducir, el conquistar, están logrando que me plantee regresar. ¿Y si me
concediese el capricho de llamar a la agencia?
No
podía aguantar más las ganas de sentirme viva y llamé a David el director de la
agencia en la que trabajé tanto tiempo.
—¿Giselle?—
¡No me lo puede creer! ¿Cómo estás? ¿Y tú hijo?
—Bien
David, estoy bien. Mi hijo bien. Me imagino que al ser amigo de Davinia ya te
habrá puesto al corriente de todo—
—Siento
que lo hayáis dejado, hacíais muy buena pareja.
—Seguramente...
pero mejor dejarse a tiempo que herirse gratuitamente.
—Completamente
de acuerdo, Giselle. ¿Qué necesitas?
—No
sé muy bien porque te he llamado o tal vez sí y no sepa como decírtelo. Sabes
que estoy bien económicamente. Mi vida dista mucho de lo que era cuando comencé
a trabajar para ti. Pero... necesito sentirme vida, un poco de emoción en mi
vida.
—¿Puedes
decirme si todavía sabes algo de ese banquero que durante tanto tiempo pidió
mis servicios y qué siempre rechacé?—
—¿Te
refieres al Sr. Rodríguez?—
—¡Si!—
—¡Estás
segura, Giselle!
—Si,
David. No voy a estar hablando de cifras porque ambos sabemos el caché que
tengo. Solamente quiero volver a sentirme viva. Y el Sr. Rodríguez siempre me
pareció un hombre fascinante —que de no haberme enamorado de Musa— hubiera
accedido a sus insistentes peticiones. ¿Qué sabes de él? ¿Sigue preguntando por
mí?
—Si,
le dijimos que te habías ido a vivir fuera de España, eran tan continúas sus
llamadas que temía se hiciera presente en la oficina.
—Perfecto
entonces, mándame su mail para ponerme en contacto con él
—Así
lo haré, ¿cómo quieres que te haga llegar el importe de tu servicio?
—No
lo quiero, dónalo... Este servicio lo quiero hacer por mi cuenta. Es más la
necesidad de volver a sentirme viva lo que me empuja hacerlo, que el dinero.
Al
poco de colgar a David. Observé que tenía en la bandeja de entrada un mail de
David con los datos del Sr. Rodríguez. Y de inmediato le escribí.
Estimado
Sr. Rodríguez.
Sin
duda han trascurridos muchos años desde que me fui de la agencia. Pero todavía
me consta que sigue preguntando por mí, y ha sido la curiosidad de ver que
después de tantos años sigue insistiendo lo que ha hecho que me ponga en
contacto con usted. No me voy andar con rodeos y dejaré el protocolo a un lado,
¿recuerda el hotel Crowne Plaza?
Mañana le espero en la
cafetería del hotel, no se engañe, "me desea y lo sabe"...
La verdad es que nunca pensé que iba
a tener que dirigirme a un personaje tan conocido por todos vosotros y desde
hace siglos y siglos, como lo es Cupido. Pero debido al estado en el que se
encuentra una amiga mía no me queda otra que hacerlo y es por eso que creo que
ya es hora de que alguien deje de verle como a una criaturita adorable,
rechoncha, que transpira amor por todos sus poros y con carita de niño travieso,
porque creo que no siempre hace bien su trabajo.
Estimado
Cupido;
Me
llamo Trinidad, aunque me conocen más por La Trini. Soy de Sevilla y tengo más
arte que ná. Cuando he de estar de jarana, lo estoy, me enfundo en mi vestido y
a bailar sevillanas en la feria como una loca. Ahora... ¡Cucha! que cuando tengo
que estar seria, ¡ozú! Hasta los caballos en el Rocío me abren paso porque
cuando me desboco soy peor que cualquier animal irracional. Y claro... cuando
se trata de que una amiga mía está por tu culpa en el estado en el que se
encuentra. No me queda otra que quitarme la peineta, dejar la "güasa"
en la feria, porque te aseguro "que mi chocho no está pá aguantar
farolillos".
Pero
ahora sí me voy a poner seria. Me parece deplorable que hasta hoy —aunque tal
vez no sea la primera— nadie te haya puesto la cara colorada. Y es que es
imposible que durante tantos años trabajando las 24 horas del día, no haya
habido un día en el que no hayas enfermado. Porque de no ser así, te aseguro
que no lo entiendo.
Creo
que como en todos los trabajos deberías llevar un control de lo que haces, es
decir... Tirar flechas a los "no" enamorados y a los que lo están
deberías de saberlo, dejarles tranquilos y no complicarles la vida. —¿Por qué
te digo todo esto?— Porque tengo a una amiga locamente enamorada de dos hombres
y por culpa de quién majete. — ¡De ti!— Si es que siempre lo he dicho yo, que
una no se puede fiar de las personas que tienen carita de yo no fui. Y es que
cada vez que veo una escultura tuya que hay en un parque cerca de donde vivo,
te juro que se me envenena la sangre. Al menos dime que ese día estabas
enfermo, que estabas de resaca o dime algún argumento de peso y bien
fundamentado para que pueda creerte.
Ahora la pobre está que no entiende nada y te aseguro que es una mujer seria,
sensata y madura. Se pasa el día teniendo que escuchar que eso no es
normal, que siga lo que el corazón le dicta. Pero... cuando el corazón ama a
dos personas, por cuál se decanta. Y la culpable no es ella, ¡no!, ni tampoco de
los dos hombres que la aman, sino tuya... que o bien tienes que graduarte la
vista, poner al día tus ficheros de flechazos o lo que sería más sensato...
pensar en la jubilación, cobrar tu pensión y dejar de creerte James Bond tirando flechitas a diestro y siniestro sin medir las consecuencias.
Porque... tener a dos hombres que te
deseen, que te hagan sentir mujer, que cada día te manden mensajes diciéndote
lo maravillosa, dulce y cariñosa que eres, eso gusta.
—¡Pá qué negarlo!—. Pero claro... ahora cuando
se acerca San Valentín tener que rascarse el bolsillo para tener que comprar dos
regalos. Eso mi "arma", eso...
ya no gusta tanto.
Aunque soy de Sevilla, soy de la cofradía del puño agarrao. Por
eso, exijo una hoja de reclamación o que por lo menos tengas la deferencia de
comprar tú los regalos en Amazon y hacérselos llegar a los dueños de su
corazón.
Aún
no sabemos quién eres, aún no sabemos cómo eres, ni siquiera sabemos de qué
sexo eres, solo sabemos que estas en nuestras fantasías, en nuestros
pensamientos, en nuestros sueños, en nuestros deseos. Puede que seas nuestro
vecino, un compañero de trabajo, un amigo o simplemente un desconocido, el
tiempo dirá. Solo sabemos que estarás en nuestro futuro complementando nuestra
pasión, haciendo realidades nuestras fantasías. Esas fantasías de deseos
eróticos que muchas veces nos consumen y que no nos atrevemos a realizar por el
miedo a la opinión de otras personas, pero quienes son ellos para opinar cuando
muy seguramente, ellos también sienten los mismos deseos de romper las reglas
de la sociedad y embarcarse en aventuras de placer y erotismo como conquistadores
de tierras desconocidas y misteriosas. La diferencia es que nosotros estamos
dispuestos a romper con esos esquemas y ellos se quedan escondidos bajo el
hipócrita velo de la sociedad.
Perdamos
esos miedos y embriaguémonos de sexo pues tú también sientes los deseos de
romper con la monotonía de lo cotidiano, del sexo normal y agotado, por eso te
unes al tabú de nuestros juegos. No dejes que las dudas te consuman, no
impongas excusas si estas en compañía, tal vez tienes a tu pareja y al igual
que nosotros están en busca de satisfacer la lujuria y vivir sin complejos.
Futuro
amante, ven y completa este trío y si por cosas del destino no estás solo y tu
pareja está contigo, pues también es bienvenido o bienvenida, dependiendo del
caso que sea. Vengan, que entre risas y vinos, y sin ropa para cubrirnos disfrutaremos
los cuatro como fraternales amigos. Compartiéremos mucho más que solo
conversaciones banales que donde unos solo se aburren con chistes sin sentido,
nosotros crearemos un concierto de pasión con nuestros gemidos que hasta los
antiguos romanos estaría sorprendidos.
Futuro
amante, acompáñanos en esta aventura y no seamos más esclavos de los ojos del
vecino, no seamos prisioneros de la religión o de la moral y vivamos libres y
felices como amantes y como amigos. Mira a mis ojos o mira a los de mi pareja,
ellos te dirán que eres bienvenido. Vivamos con pasión, hagamos el amor, deja
que toquemos tu cuerpo. Acaricia los nuestros. Crucemos el umbral de lo
prohibido, perdamos el temor, que no sea difícil el poder encontrarnos contigo.
Amante
desconocido, amante deseado, si tal vez, si solo tal vez aparecieras en
nuestras vidas en un mañana cercano.
Hoy me
encontraba escribiendo una carta para La Revista de Todos
y recordé a propósito que ya pronto hace treinta y cinco lunas decidimos unir
nuestras vidas en vínculo sagrado; recordando y admitiendo lo poco detallista
que me he mostrado contigo por estas fechas, quise aprovechar esta
circunstancia para escribirte esta carta como una forma de hacerte un pequeño
pero expresivo homenaje a ti que lo tienes más que merecido.
Aunque
resumir toda nuestra historia desde aquel entonces en una carta resultaría ser
más que una utopía. Lo que hemos sido y lo que hemos vivido...cada situación y
cada circunstancia...cada instante y cada momento...cada suceso y cada
evento...en cada escena y en cada acto ante el escenario de nuestra propia
vida; haría falta escribir todo un libro y al final tendría que expresar:
¡cuánto me faltó expresar!
Contenida
también en esta carta traigo para ti la siguiente reflexiva...sentida y
condensada propuesta.
Hoy te
propongo:
Que
dejemos de una vez por todas aquellas rencillas sin sentido consentidas y que
siempre han marcado un contrasentido en nuestras vidas.
Que
dirijamos la mirada hacia donde nuestros objetivos se unifican e integran y no
hacia donde ellos nos debilitan y desintegran.
Que
busquemos puntos y sentidos comunes apuntados por nuestro sentido común; donde
tú y yo seamos tenidos en cuenta por ti y por mí. Donde ni tu criterio ni mi
criterio opaquen mi criterio ni tu criterio; y más bien tú criterio y mi
criterio iluminen mi criterio y tu criterio.
Que si
dirigimos nuestra mirada hacia atrás no sea para dar marcha atrás sino para dar
marcha adelante con un mayor conocimiento teniendo en cuenta la lección
aprendida de aquella experiencia vivida atrás.
Que ni
tú intentes dirigirme, ni yo intentaré dirigirte; más bien intentemos
dirigirnos libremente.
Por
último no como parte de la propuesta, sino como parte de mis
sentimientos te expresaré lo siguiente:
Aún a
pesar de nuestras pequeñas o grandes diferencias, siempre serán pequeñas
diferencias; ya que el amor engrandece nuestro vínculo y empequeñece nuestras
diferencias.
El amor
prevalece en el tiempo y es nuestra gran bendición. Bendición que hemos visto y
vivido abundantemente multiplicada no solo en nosotros sino en quienes han
venido a través de nosotros y cada bendición tiene su propio nombre.
Sola en mi cama pensando en tí como
cada noche, sin saber como hacer para acortar ésta soledad de no tenerte a mi
lado, esa distancia que se clava y te hiere, pensando en esas risas cómplices
de nuestras tonterías, de esas carcajadas sin sentido locas y absurdas, esas
que dan la alegría de sentirse uno.
Porque tú y yo somos uno, una
añoranza, una melancolía, un deseo, una pasión, uno en dos cuerpos, una vida y
me acuerdo de ti, te busco cada día en mi rutina, reinvento esas escenas una
otra vez, esas que me hicieron volar, tú en tu mundo y yo en el mío, buscando
en la noche tu luz, tus besos, tu compañía —esa que anhelo y añoro en cada
segundo—, me revelo al sentirte tan lejos y me emociono al notarte tan cerca.
Mis ojos se van cerrando, mis
párpados ya van cayendo y tú te quedas dentro de mí, de mi sueño como siempre a
kilómetros, a un paso en mi corazón. ¿Sabes?
Hola Marina, mi
amor, perdona que haya tardado en escribirte, pero llevo una semana enfermo,
hasta estuve en el hospital, una neumonía me dejó sin apenas defensas.
Desde que llegué a Hamburgo todo son
complicaciones, y mira que ya tenía el contrato con la empresa de coches; pero
me faltaban papeles, ¡maldita burocracia! Y ahora por fin después de dos
semanas, comienzo mi nuevo trabajo. Te echo de menos, me gustaría que
estuvieras conmigo, todo se me hace muy cuesta arriba sin ti. El idioma, es
para mí una montaña, y aunque aquí nos dan muchas facilidades, cursos en la
empresa después del horario laboral; me resulta muy difícil, lo mío nunca
fueron los idiomas, y supongo que cuanto más mayor te haces más complicado lo
encuentras. De todas maneras yo me esforzaré, que remedio me toca. Conozco
pocos españoles aquí, y el día a día todo es en alemán. En fin, que tengo
muchas ganas de verte, a ver si en alguna de las fiestas que se divisan puedo
acercarme a Barcelona, el viaje es un poco caro y no lo puedo hacer muy a
menudo; pero te prometo que en cuanto pueda me acerco.
¿Te acuerdas cuando te dije que me
quería ir a Alemania? Son buena gente; pero
algo fríos, les cuesta mucho confiar en ti, y bueno es lo que hay. Espero ahorrar un poco y regresar
cuanto antes, de momento aquí está mi vida y me he de acostumbrar. Hamburgo
tiene unos parques muy bonitos donde la gente va a hacer running y se ponen en
forma y unoslagos preciosos donde navegan en sus barcos.
Tú no estabas muy de acuerdo; sin embargo al final
comprendiste que no quedaba otro remedio, en España la situación laboral es muy
mala y al presentarse esta oportunidad no la podía dejar escapar. Yo te
comprendo, tú si tienes trabajo, y no lo ibas a dejar para venirte conmigo, con
lo difícil que es encontrar un trabajo. Recuerdo cuando lo conseguiste lo
contenta que te pusiste, ya habías perdido la esperanza. Llevabas dos años en
el paro desde lo del Burger King., que si, era muy precario y pagaban dos
duros; pero más valía eso que nada, tenías para tus gastos. Así que cuando te
surgió lo de la recepción en aquella empresa, saltamos de alegría, al fin había
algo que se parecía un poquito al ciclo formativo de administrativa que
estudiaste; sin embargo yo, no he disfrutado ni de un pequeño trabajo desde que
acabé el ciclo de mecánica, nada absolutamente nada. Desde luego que es triste
tener que emigrar, aquí hace mucho frío y los días son muy cortos, llueve día
si y día también y no hay el ambiente que se siente en España, la gente acaba
su trabajo y se va rápidamente a su casa, no se hace vida en la calle como
allí.
Mira, se me ha ocurrido una cosa,
pronto viene San Valentín, ya sé que no es un día festivo; pero aquí podemos
coger algún día de asuntos propios, si me lo dan, prometo ir a verte. Ojalá
tenga suerte, de momento contaré los días que nos quedan para nuestro
reencuentro.
De: Dao-Ming Sima <dao-kegareta-sima@devochkidruzya.cyr>
Para: mi
Querido Lance:
¿Cómo estás? Supongo que no muy bien, dado que fui quien dio la orden de lanzarte en el asteriode M03-56748459. ¡Pero tú fuiste el que insistió! ¡Tú fuiste el de la idea de lanzar a la infantería de mi flota a esa roca olvidada en la órbita superior! Dicho esto, me di cuenta por las tripulantes de las colonias que hoy es un día festivo entre los humanos, así que aprovecho para desearte el mejor Día de la Amistad que puedas tener… en ese asteroide frío… con todo tu comando… y la almirante Xibaja. ¡Me da tanta envidia (y cólera)!
Sinceramente, estoy muy agradecida de que estés entre los vivos. Me dolió muchísimo cuando apoyaste a ese maldito troglodita en lugar de a mi en la corte marcial por el desastre de la Cuarta Batalla de la Ranura. Me dolió más pasar tres meses tras las rejas, me dolió mucho más que ni siquiera me escribieras. ¿Qué querías que hiciera? ¡No iba a ser yo la que iba a escribir primero! Tú me ofendiste, tú me hiciste daño y ese daño produjo una herida en mi corazón que no sanó bien. Por eso, a pesar de que pierdo la razón cada vez que te veo, cuando nos reencontramos te rechacé. ¿O será por eso? Se que tu confesión en el Club Aire fue sincera, ¡yo se esas cosas!, pero estaba demasiado molesta para comprender tus emociones. Ahora que lo pienso, debí ser más sabia, debí tener más paciencia, debí aceptar tu disculpa.
¿Qué voy a hacer con la capitana de mi nave? ¡Me da tanta cólera! Ella no me dijo que no estaba de acuerdo con la transferencia de Jin, cuando pase a su hermana menor Ayaka al puente secundario. ¿Por qué la gente no dice las cosas? ¿Acaso muerdo? Sin embargo, agradezco que haya tomado la decisión que te salvó la vida. Cuando me di cuenta que habían destruido el puente del Soryu pensé, no, sentí que te había perdido. En ese momento me arrepentí de no haberte perdonado, de no haber saltado a tus brazos cuando tuve la oportunidad, de no haberte besado por última vez. No pude controlar mis emociones, por eso quedé hecha un guiñapo en el tubo del elevador, donde me encontraste. Por eso salté a tus brazos y te bese tantas veces. ¡Estaba agradecida! No podía creer mi suerte, estabas vivo, gracias al cielo estabas vivo. Sigo dando las gracias por eso.
Por eso es que aprovecho estas palabras para decir, ¡te amo! Te amo Lanzarote Jimenez de Tollemanche. Me tortura tu distancia, me preocupa tu soledad y me enferma tu ausencia. Quiero estar cerca de ti, quiero besarte, quiero volver a abrazarte, quiero hacer el amor contigo, las veces que sea necesario. Tuve que perderte una vez para darme cuenta de lo mucho que significas en mi vida. Por eso te pido, cuídate. Todavía quedan enemigos afuera que quieren sangre. Cuídate y vuelve a mi, tal como me lo prometiste cuando nos despedimos.
La verdad es que… hay otra razón por la cual te escribo. ¿Recuerdas lo que sucedió cuando tuvimos tiempo libre después de la batalla del nodo 3450? ¿Recuerdas cuando te jalé de la corbata a mi habitación, cuando me ayudaste a quitarme la ropa, cuando yo te ayudé con esos molestos pantalones, cuando me dejaste jugar con lo que yace entre tus piernas? ¿Recuerdas cuando me lanzaste con la pared y me penetraste, cuando peleamos en la cama, cuando nos enredamos entre las cobijas, cuando salí de entre ellas de un orgasmo? ¿Recuerdas que después de que eyaculaste te ayudé con mi boca a recuperarte, que me pusiste en posición de gateo y me volviste a penetrar, por detrás? Antes de que sonara la alarma de combate, cuando corrimos para ponernos nuestra ropa y salir a ver la situación.
Bueno, verás… ¡Ellas lo vieron todo! Si, todas las muchachas encargadas del puente lo vieron todo. Hoy, tras un comentario pasado de tono Jin vomitó, cuando llamé al servicio médico ella me dijo que estaba bien, que no era nada. ¡Sabía que me mentía! Así que le eche el ojo y la hice confesar. ¡Las hice confesar a todas! Estas malditas traviesas, ¡nos vieron! ¿Es qué acaso no le enseñan intimidad a la juventud de ahora? Adjunto te envío el mensaje de disculpas de todas, cuando todo esto termine voy a castigarlas de una forma ejemplar, para que dejen de estar fisgoneando la vida de los demás. ¡Maldita sea, qué se necesita para conservar la privacidad estos días!
Por lo demás, yo sinceramente me disculpo por todo lo que sucedió. La próxima vez te lo prometo, seré más discreta. Además, buenas noticias, el almirantazgo me ha dado luz verde para alcanzar al asteroide, calculo que en unos cuantos días podremos conversar tranquilamente, en persona. Tuya de corazón, se despide con todo cariño.
Le escribo en estos momentos de
zozobra infinita. Y porque usted es de los pocos amigos serios e indudables que
tengo. Pero, ¿cómo empezar?
¡Si
usted la viera!, ella es lo más bonito que existe, cuando te sonríe se ilumina
el mundo y si te mira creces y creces hasta sentirte importante de verdad,
seguro que usted no me entiende, porque esto hay que vivirlo, hay que sentirlo
para saber de lo que estoy hablando.
Cuando estamos juntos, quiero decir cuando
estábamos juntos, era como si todo estuviera en su sitio, como si todo
funcionara bien, ¡qué bien hecho está el mundo!, nos decíamos, y qué contar de
la alegría que sentíamos, no nos cabía dentro. Por eso saltábamos, cantábamos,
corríamos por el parque, por este mismo parque desde el que le escribo, sí, corríamos
bajo la lluvia y nos parábamos debajo de los árboles a besarnos y a tocarnos
nuestros cuerpos empapados. El tiempo no existía ni en nosotros ni en nuestro
alrededor, nos sentíamos juntos desde siempre y estaríamos juntos por siempre
jamás, fluyendo día a día, naturalmente, hasta la lejana eternidad. Usted no
sabe de lo que hablo, ¿verdad?O, por lo
menos, ya no lo recuerda, siempre usted tan sereno, tan equilibrado. Yo
ahora ya solo quiero entender, comprender lo que pasó, dónde fue todo el amor
que nos teníamos, en qué espacio está, porque el mío sigue aquí y no me
abandona. Quién quebró aquella sinceridad con que hablaban nuestros ojos, quién
se la llevó. Ella no vino un día a nuestra cita ni tampoco quiso atender mis
llamadas desesperadas. Algunas semanas más tarde accedió a que nos viéramos y
ya era otra, me miraba como si no me conociera, me miraba con compasión. Pero
yo no la olvido, porque no puedo y sobre todo porque no quiero, ¿sabe lo que le
digo?, porque no quiero. Algún día ella volverá, es imposible que haya olvidado
lo mucho que nos queríamos. Si el amor existe, ella volverá, yo la espero en
nuestro parque cada día, y cada día que no viene borro, sin embargo, un poco de
las promesas que nos hicimos y esculpimos en el tronco de este viejo árbol que
hay frente a mí. ¿Qué otra cosa puedo hacer querido profesor? Un abrazo de su
alumno y amigo. Querido
alumno predilecto: Cuando
pierdes el primer amor es muy duro, lo pierdes todo. Pierdes la confianza y la
inocencia de golpe y aprendes de repente que en el mundo existe la tristeza. Pero el amor es lo único importante en
esta vida. Cuando te llega el amor te das cuenta de que el hombre debió ser
dios un día. Esas ansias de trascendencia, de mirar más allá de nuestra corta
estatura, de adivinar horizontes de grandeza, ese empuje para superar nuestra
liviandad, nuestra fragilidad, solo lo da el amor. Tú
no la olvidarás nunca, es cierto, pero no por lo que ella fue, y mucho menos
por lo que ella en realidad es, sino porque con ella germinó en ti la semilla
del amor. Tú y solo tú eres el artífice de todo lo que sentiste, de todo lo que
sentirás. Tú eres el creador de toda la bondad, de toda la fuerza, de toda la
magia con la que paso a paso se cambia el mundo y se pone al hombre un poco más
allá del horizonte de sus limitaciones. Será doloroso aceptar el adiós, pero solo
hasta que descubras que todo está en ti, en tu interior. Que el amor no está en
su bonito rostro que te iluminaba cada día, ni en su cuerpo suave y cálido, que
era para ti el más confortable sitio del mundo, el amor está en buscar esa
fuerza, esa alegría que nos trasciende, para salir de nosotros y cambiar el
mundo. Todo esto se resume en una sola cosa: soñar, soñar, soñar... Es todo lo que te puedo decir, queridísimo alumno
predilecto. Un fuerte abrazo y resiste y vencerás. Queridísimo y predilecto alumno: Rompe mi carta anterior. Está llena de palabras vacías. Yo
no soy equilibrado y, mucho meno, sereno. Yo no sé ni lo que soy… Ella vino a verme para unas consultas académicas y, de
repente, ocurrió: me trajo el amor de nuevo. Todo eso que tú sientes, habita
ahora conmigo. No te pido que me comprendas y mucho menos que me
perdones. Sólo decirte que la trataré como tú lo hubieras hecho. Como
ella, sin duda, se merece. Ya sé que nunca seremos amigos, aunque hayamos compartido
más cosas que nadie. Lo siento. Te dejo. Ella viene…
Es un placer siempre escribir al
padrino de La Revista de Todos, decisión que sabiamente tomé aunque tú por tu
trabajo y yo por el mío no hayamos dedicado ni tú la atención a la revista —que
antes dedicabas—, ni yo en ayudarte a promocionarte como antes lo hacía. Pero
lo importante es que siempre estamos...
Revisando todo el material que
guardo tuyo de la revista he observado que la primera entrevista fue el 07 de
septiembre del 2012 y la última el 22 de Abril del 2013. Tiempo ha pasado desde
luego. Fue doloroso decidir temporalmente cerrar la revista, pero no era fácil
llevar mi trabajo, mi vida de recién casada, todo... Y ahora que he decidido
tomarme un respiro en mi vida laboral lo primero que tenía claro que tenía que
hacer es darle vida a la revista. Esa sencilla idea que nació un 30 de agosto
del 2012 ahora ya tiene 7 años. Y seguimos superándonos en visitas y aunque no
asiduamente como tiempo atrás... ya hemos logrado hacernos un hueco en el
corazón de las personas. Y el nombre de La Revista de Todos es ya difícil de
olvidar. Como es difícil que me olvide de su padrino, es decir... de ti.
Se acerca San Valentín y creo que
este es el momento ideal para dar una exclusiva que sin duda alguna, la revista
—tu casa— se merece. El nacimiento de una nueva criatura literaria es una
sensación que provoca ese cosquilleo en el estómago que tanto nos atrae.
"Te quise ayer" es el título de la novela. Pero la Revista no solo te
quiso ayer, sino que te sigue queriendo hoy y te seguirá queriendo por siempre.
Una vez más tengo el honor de haberte podido realizar el booktrailer de tu
novela. Es muy cómodo trabajar para ti. Tú creas la historia y yo le doy vida
con música e imágenes. No es fácil aunar ambas cosas. Espero que por muchos
años más tenga el privilegio de poderlos realizar. No sé si lo contrario lo
llevaría bien. Pero no soy quién para ser yo la eterna creadora de tus vídeos,
siempre puede haber alguien mejor que yo.
Son muchos años sin hacer
entrevistas y cuando te tienes que dirigir a un escritor que es un ejemplo a
imitar y un gran referente para ti, es complicado. Porque cuando hay
sentimientos de cariño y respeto por parte de la entrevistadora es difícil ser
profesional, pero intentaré como en todos los aspectos de mi vida serlo.
—¿Comenzamos con la entrevista?—
Ya queda menos para que presentes tu nueva criatura
literaria "Te quise ayer". Por el título creo que la trama es de
un tema completamente diferente a tu anterior novela "Tomo un café o
tomo tu vida". En casi todas tus obras los personajes bien podrían
ser cualquiera de nosotros. ¿Cómo se siente Luis Anguita Juega a escasos
días de presentar tu nueva novela?
Primero quiero agradecerte Eva tus palabras tan cariñosas
hacia mí y decirte que es un orgullo
formar parte de esta gran familia, que es La Revista de Todos.
Me siento nervioso, inquieto antes
de presentar el libro, es inevitable, tienes la ilusión de que la historia le guste a todos los que decidan
leerlo y sabes que vas a darlo todo por
el libro.
Cada novela que publicas es un éxito. Siempre
llegas a conseguir más de una edición, pero... ¿temes que algún día llegue
el instante de no lograrlo?
Tengo la suerte de que cada uno de mis libros haya ido
creciendo cada año, y si no ocurre
en alguno de ellos, no es un temor, me habéis apoyado en todos los libros y habrá que quedarse con que di lo
mejor de mí, escribí lo que sentía en mi interior y trataré de que en un futuro pueda volver a llegar a las
personas con mis libros.
¿Qué tema o género nunca te atreverías a tocar y
por qué?
No me atrevo a decir que hay un género que no tocaré, porque
esta pregunta diez años antes,
te habría respondido que no iba a escribir y ya ves… son cinco libros y en marzo el sexto, y te diría que si escribía, no me atrevería a darle
un toque de erotismo a mi historia y en
la quinta pues lo hay. Así que mi respuesta es que no sé si seguiré escribiendo y sobre qué temas
abordaré, lo que sé, es que mientras sienta que tengo una historia que contar, escribiré.
Siempre he pensado que todos los que escribimos
"somos corazones con piernas" con una sensibilidad más acusada
tal vez que otras personas. ¿Has llorado mientras que escribías esta
novela? Si es sí, sin tener que desvelar mucho de la historia. ¿En qué
capítulo o parte ha sido?
Es una sensación extraña, en todos los libros que he escrito,
llego a creerme los personajes,
a vivir la historia y sentir que me emociono cuando la releo, en “Te quise ayer”, no ha sido una excepción. En
este libro hay una relación muy especial entre Marcos
y su tío Miguel, y hay momentos de esa relación, en mensajes que pueden encontrarse, en sentimientos que
afloran, en personas que le hablan del tío, en un momento clave de su vida, cuando siente que ya no hay
esperanza, y todo está perdido y
al leerlo no pude evitar
emocionarme.
Llevo años haciendo los booktrailer de todas tus
novelas. Todos han sido diferentes. Este creo que es sin duda alguna, un
antes y un después. ¿Pero qué quieres transmitir con él? Si tuvieras que
venderlo... ¿con qué palabras o argumento venderías a fin de cuentas tu
historia?
Tengo la suerte de
que hagas los booktrailers de mis libros con la sensibilidad que tú tienes y cómo sabes captar la historia y
transmitirla con ellos. Gracias Eva.
Me es complicado
vender mi libro como dices, cuando escribes es todo personal y tratas de transmitir con tus letras y a la
vez te cuesta hablar, puedo decirte que es una historia
en la búsqueda de la esperanza, de aprender a vivir, de perder el miedo a la vida, de enamorarse.
Cada personaje de esta novela nueva tienen
diferentes personalidades. ¿Es tal vez Marcos —ése tímido escritor— con el
que más te puedes identificar o es más bien Ramón —ése señor que desde su
experiencia tiene la visión de ver más allá que su sobrino Marcos—?
Al escribir lo
haces sobre lo que sientes, lo que forma de tu cabeza, de tus sueños, y en el libro hay mucho de mí y a la vez
todo es ficción.
No es que me
identifique con algún personaje en concreto, lo que sí puedo decirte, es que en mis historias, muchas veces los
personajes que más me gustan pueden ser los que
por algunos pueden considerarse secundarios y que en cambio tienen una importancia fundamental en el libro,
porque sin ellos la historia no sería la misma.
Aunque esta pregunta ya te la hice el 22 de Abril
del 2012, necesitaba hacerla de nuevo.
—Sé que tu trabajo y por tu carrera de escritor no
tienes mucho tiempo para seguir La Revista
de la que eres Padrino. La Revista
se inauguró el 30 de Agosto del 2012.
Ya han pasado meses, ¿qué opinión te merece La Revista? ¿Qué cambiarías de ella?
¡Como digas que la directora...!—
Eva creaste La Revista de la nada y has conseguido aunar
escritores, un encuentro de personas
que aman la literatura y la poesía, y se ha convertido en una referencia seguida por miles de personas, has creado un mundo de
sentimientos.
Es increíble lo que has hecho tú
sola, solo puedo felicitarte y darte las gracias por mantener viva La Revista de Todos.
Las novelas dejan de ser nuestras y pertenecernos
en cuanto se presentan. ¿Qué ambicionas conseguir con esta novela? ¿Más
lectores? ¿Más ganancias económicas o que sea ella misma desde la humildad
que llegue a los corazones de los lectores y que cada reseña recibida sea
el mejor pago recibido?
Cuando escribo
siempre pienso que quiero encontrar un lector al que emocione con la historia, que haga suyo el libro y se
pueda identificar en algún momento con los personajes,
que no quiera terminarlo y cuando lo acabe, sienta la pena de haberlo leído y que
la historia llegó a su fin.
Esa es mi gran
ambición, para mí mi éxito y creo que tengo la suerte de que tengo los mejores lectores del mundo.
Un libro es un
trabajo de un año, al menos en mi caso, y después viajar con él por diferentes ciudades. En todo ello lo único
que no está presente son las ganancias.
Simplemente
escribes porque lo sientes y sabes que los personajes seguirán vivos mientras haya un lector que lea la
historia y se emocione con ella.
Los libros son jirones de nuestra alma, como son
los hijos que salen de nuestro interior desgarrando nuestras entrañas. Se
dice que a todos se les quiere por igual, pero... ¿podrías decirme de tus
obras cuál te marcó más y por qué?
A cada libro le
coges un cariño especial, forma parte de ti, de tus sentimientos, de tus ilusiones. Es imposible escoger. Puedo
hablar de la emoción del primer libro “Mi lugar.
Mi pequeño sueño”, porque con él hace ya ocho años comenzó todo. Ahora no me pidas que elija, porque ya son seis
historias y cada una forma parte de mí.
Soy fiel a las tradiciones y siempre la última
pregunta es y será el reto de con 5 palabras impuestas, hacer que el
entrevistado escriba un mini relato. En
esta ocasión las palabras son: Eva, Revista, Consejo, Amistad y Adiós.
Luis Anguita Juega
Qué reto más difícil, vamos a él:
“Miraba al fondo, hubiera querido
tener un mar para llorar ante su inmensidad. No era así y ni siquiera brotaron unas lágrimas para aliviarme.
Tenía en mis manos una revista, leía
lo que sabía que iba a suceder y que no hubiera querido que llegara jamás.
Recordé mi última conversación con
Eva, cuando le dije que prefería decirle adiós, alejarme de ella, que consumirme por dentro, “te quiero
demasiado para tener solo tu amistad”,
fueron mis últimas palabras.
Me encontraba en un lugar que no sentía mío y perdido en mi
interior, estaba solo y ni siquiera
podía pedirle a alguien que me diera un consejo, que me ayudara a encontrar un camino en mi vida.
Debía de aprender a dejar de
quererla y no sabía cómo.
Comencé a andar, no sabía hacia
donde me llevarían mis pasos, pero al menos comenzaba
a caminar.”
Una tarde de 1992 una niña creativa,
imaginativa y con el sueño ya por aquél entonces de llegar a ser algún día escritora,
estaba en casa con fiebre y sin poder haber ido al instituto. Como cada tarde cuando sus estudios se lo permitían, se tomaba el café con su madre mientras que veía la televisión; no es que la
caja tonta y ella se llevasen bien, pero a la hora del café siempre veía el
programa que conducía la gran "Teresa Campos" y ese día una joven periodista le llamó la atención sobremanera por su dicción a la hora
de hablar y por cómo se dirigía al público. —¡Lo hacía tan bien!—. Su
pronunciación y su dicción a la hora de hablar es algo que siempre le llamó la
atención. —¡Todos tenemos la capacidad de hablar, pero muy pocos son los que lo
saben hacer bien— Esa niña es hoy una mujer que intenta dirigir La Revista de
Todos de la mejor manera posible.
Verla trabajar con Manuel
Torreiglesias en el programa "Saber vivir" es algo que también captó
mi atención, ya que el programa en sí... era distinto y aún así observaba que
cada vez su manera de dirigirse al público iba mejorando con el pasar de los
años. Desde luego que grandes maestros ha tenido y que sin duda han tenido que
influir en mayor o menor medida hasta llegar a convertirse en la profesional que hoy es.
No solamente estamos hablando de una
periodista a la que su profesionalidad le acompaña su gran atractivo como mujer,
sino que también esa voz... cuya dicción era ya un seña de identidad en ella la
llevo a dirigir en 1997 "Más que palabras", matinal de Radio España. Y
a estos programas se le van sumando muchos más. En paralelo a su trabajo en la
radio asumió la dirección de la revista "Interviú". Y quién no recuerda aquellos
especiales que hizo en Antena 3 en el año 2004 como "Operación
Malaya" o "Eta se desarma" entre otros.
Esa niña que fue deslumbrada por
Teresa Viejo, es una mujer que intenta dirigir un blog de literatura lo
mejor que puede, con sus miedos, con sus dudas; pero siempre queriendo
impresionar al público y saliendo de su zona de confort.
Y eso es lo que sucedió ya hace
bastante tiempo cuando en la anterior temporada de La Revista de Todos me puse
en contacto con ella para que me concediese una
entrevista. Pero... nunca obtuve respuesta. Y evidentemente cuando de nuevo
asumí de buen grado la dirección de la revista, tenía que quitarme esa
espina.
Desde luego que siendo autora de tres ensayos y que entre sus obras
literarias se encuentre “La
memoria del agua”,traducida en Italia, Alemania y Francia, y
adaptada a la televisión por Televisión Española (TVE);no podía no dejar de intentar ponerme de
nuevo en contacto con ella para saber un poco más de ella y que nos dé esos
consejos que a todos los que escribimos desde luego que siempre nos vienen bien.
Han transcurrido veintisiete años
desde que en 1992 me quedé prendada por esta gran mujer y hoy tener el
privilegio de haber conseguido una entrevista que ni en los mejores sueños —esa
niña llena de ilusión imaginaría— han conseguido que haya estado durante días y
días, con miedo, llorando, muerta de la vergüenza por el que dirán y sin saber
como escribir una introducción lo más digna posible. Y os aseguro que mientras estaba escribiendo estas letras estaba llorando, con mucha inseguridad, temblándome las manos al teclear, pero
tan solo quedan dos días para el especial de San Valentín y no me puedo
permitir el lujo de fallaros. Espero y deseo que esta introducción llegue a ser
leía por ella y que por lo menos valore lo complicado que es plasmar con letras
el sueño de una niña...
Pido perdón por no ser mejor que nadie.
Espero que disfrutéis de la
entrevista de Teresa Viejo y no olvidéis dejar vuestros comentarios.
Como siempre y una vez
más, salud y suerte.
¿En alguna ocasión has tenido la sensación de ser
esclava de tus propios personajes haciendo que tu vida personal quedase
relegada a un segundo plano —porque éstos se habían metido a modo de acufenos
en tus oídos— haciendo que terminases de escribir un párrafo, una hoja, un
capítulo, olvidándote tal vez de algún evento familiar o alguna comida con
amigos?
No he llegado a tal extremo, pero si a dudar si alguna vez
llegaron a existir… si no estaría escribiendo acerca de seres cuya energía me
inspiraba desde algún lugar. También es cierto que establezco un vínculo muy
estrecho con los escenarios de mis novelas, tanto que los siento dentro como si
los hubiera visitado antes: mientras escribía “La memoria del agua” llegué a
pensar que había conocido realmente el Balneario de la Isabela.
¿Qué consejo darías a esas personas que tienen una
historia terminada pero por el miedo de no saber si gustará o no la dejan en el
olvido en un cajón?
Cada persona lleva una historia dentro, por lo menos, de
manera que resulta natural contarla, compartirla, darle alas para que crezca.
Desde el pudor no se debería escribir.
Todos los escritores o por lo menos en mi caso —cuando
escribo— hay algo de mí en cada historia, ¿hay algo de ti, de tu esencia en
alguno de los personajes de tus novelas?
La mirada del narrador siempre está ahí, al mismo tiempo
cuanto más escribes mejor comprendes que lo que erróneamente se piensa que es
la voz del autor en realidad obedece a esa esponja que él/ella lleva dentro,
que se va impregnando de lo que ve, escucha y observa. Siempre comento que es
temeridad compartir vivencias íntimas con alguien que está ideando una novela
porque cualquier detalle termina contaminando a los personajes. No es tu vida,
son las otras. No eres tú quien se transparenta en tu libro, son los demás.
Tan difícil es renunciar al amor, como lo es a
escribir. Pero... ¿a cambio de qué renunciarías a escribir?
¿Por qué tendría que renunciar a una actividad tan humana y
natural como es escribir? Me acerqué a la escritura para conocer a los seres
humanos, lo que a la larga me ayudó a entender el alma; en suma escribo para
crecer, lo que me hace mejor persona. Es un ejercicio de transformación sin
igual.
¿Qué tiene que tener un libro para que llame tu
atención?
Un misterioso enigma trazado desde el principio, egos de
ficción complejos, poliédricos y llenos de matices, escenarios que se puedan
oler y tocar, y mucha poesía.
Todos tenemos un libro que nos ha marcado bastante e
incluso sentimos la necesidad de acariciar el libro cuando lo vemos, en mi caso
es la novela titulada Desde mi cielo de
Alice Sebold, ¿me puedes decir por favor que libro acarició tu alma y por
qué? —No vale que barras para tu casa— “Pedro Páramo”, de Juan Rulfo. Cuando aludo a historias que
te agitan las entrañas pienso en Comala y sus secretos.
Me imagino que por curiosidad, habrás visto el blog de
La Revista de Todos y el enfoque que tiene, ¿qué te parece? Es un espacio en el que cabe todo el mundo, aquellas personas
que adoran los libros y contar historias deberían dar un paseo virtual por él.
Es claro, limpio e inspirador, y os animo a seguir haciéndola crecer. Los libros son jirones de nuestra alma, como son los
hijos que salen de nuestro interior desgarrando nuestras entrañas. Se dice que
a todos se les quiere por igual, pero... ¿podrías decirme de tus obras cuál te
marcó más y por qué? Cada novela responde a un momento distinto: de crecimiento,
de búsqueda, de exploración íntima o de apertura al mundo, de florecimiento del
amor o de desamor, de confianza plena o de inseguridad… escenarios emocionales
que en nada determinan sus tramas pero sí lo que sintió el autor al
escribirlas. Por eso me resulta imposible quedarme con una y renunciar al resto
de otras experiencias. “La memoria del agua”, mi primera novela, supuso el
descubrimiento de mis raíces y lo que llegó con ella (las traducciones a otros
idiomas o la serie de televisión) fue un regalo. “Que el tiempo nos encuentre”
trajo a mi vida mi segundo país: México. “Mientras llueva” es tan mágica, tan
misteriosa, solo puedes entenderme si te acercas a ella. Y con “Animales
domésticos” salté al vacío. Me lo debía y a mis lectores/as también. Ya para finalizar, te voy a hacer un regalo virtual,
consta de 5 palabras y con ellas, si me lo permites, te quiero poner un reto,
¿aceptas?, en 5 líneas tienes que hacer con las palabras un minirrelato.
Las palabras
son: Revista, Eva, Teresa, radio y gracias.
Llevaba treinta años sin verla. Treinta años de canas
y miserias, de lo contrario Eva no tendría el aspecto envejecido que se
adivinaba por el espejo retrovisor. “¿Desea una revista?”, preguntó la taxista,
mientras apagaba la radio. “Oh, Dios, ahora quiere hablar. Seguro que ella
también me ha reconocido”, pensó Teresa deseando llegar a su destino en un
suspiro. Al bajarse entregó un billete de 50 euros sin esperar la vuelta.
“¡Vaya, gracias!”, escuchó decir a su amiga de la infancia cuando se alejaba
del taxi.