Estamos inmersos
en un mundo donde la prima de riesgo, la bolsa, los bancos y los políticos,
sean del color que sean, manipulan nuestras vidas y nuestros bolsillos con
total sutileza.
Me gustaría
pensar que la libertad existe, pero ésta únicamente nace y se reproduce en
nuestro subconsciente, a la hora de la verdad, nuestras decisiones siempre
están condicionadas de forma intrínseca por el entorno político-económico y
social en el que nos desarrollamos como personas.
Dicho esto me
viene a la mente una frase que dice:"Y al final,
¿cómo es la cosa? ¿Uno lleva la vida por delante o la vida se lleva por delante
a uno?"
El origen de esta
frase fue una niña, bajita, de pelo rizado y negro a lo afro y de una amplia
sonrisa en su oronda cara, que vio la luz hace casi 50 años de la mano de su
creador, Joaquín Salvador Lavado o Quino, para sus fans argentinos, el autor de
Mafalda, el flamante personaje que con los años se
transformaría en un estandarte de lucha por la igualdad social.
Seguramente
los jóvenes de hoy en día apenas la conozcan, ellos han crecido con los dibujos
televisivos japoneses pero los de nuestra época crecimos con la filosofía de
vida de esta niña, que en cada una de sus viñetas aparecía preocupada por la
humanidad y la paz mundial y se rebelaba contra el mundo legado por sus
mayores.
Sí,
amigos míos, Mafalda ha sido querida y amada por muchos de nosotros y aunque un
25 de junio de 1975 apareciera por última vez en una tira, el personaje sigue
tan vigente como entonces, los diez únicos libros de la serie continúan
reimprimiéndose una y otra vez en todo el mundo.
Umberto
Eco comentó de ella en el prólogo de la edición italiana que Mafalda y sus
amigos son ya de índole universal, aunque sus orígenes fueran argentinos y su
creador, Quino, no tuviera ni idea del personaje que en aquellos momentos
estaba creando.
Todos
los que leíamos sus tiradas queríamos ser como ella, porque Mafalda
representaba la aspiración idealista y utópica de conseguir un mundo mejor. Sus
comentarios y ocurrencias eran y siguen siendo el espejo de las inquietudes
sociales y políticas tanto del mundo de los años 60 como de la actualidad.
Mafalda,
en cuarenta años de existencia, traspasó no sólo fronteras sino también los
estrechos márgenes de las tiras para convertirse en un personaje más de nuestra
realidad cotidiana.
Aunque Quino se
despidió de ella, hace ahora, hace casi 37 años, el
personaje sigue tan vigente como entonces. En el 87, Quino dibujaba a Mafalda
diciendo: "¡Sí a la democracia! ¡Sí a la justicia! ¡Sí a la libertad! ¡Sí
a la vida!
En el
88 vuelve a dibujar a Mafalda junto a Libertad, para un cartel del Ministerio
de Relaciones Exteriores de la Argentina, en conmemoración del Día Universal de
los Derechos Humanos y no dejará de dibujarla en años posteriores. Podemos
verla, con los años que tiene, navegar tranquilamente por los muros de facebook
y siempre la compartimos porque seguimos creyendo en ella y en lo que
representa.
El
mejor modo de finalizar este artículo para despedirme de ustedes y ofrecerle mi
pequeño homenaje a esta amiga imaginaria que me acompañó en mi juventud, es
recordando algunas, entre tantas, de sus célebres frases que dicen:
"Todos
creemos en el país, lo que no se sabe es si a esta altura el país cree en nosotros”
o ¿No
sería mas progresista preguntar dónde vamos a seguir, en vez de dónde vamos a
parar?" O la
última dice: “¿Por dónde hay que empujar este país para llevarlo
adelante?"
Escrito por:
Nurya Ruiz.
Nurya Ruiz: espléndido tu trabajo sobre esta niña tan querida en todo el mundo. Al leerlo he revivido las épocas en que se publicaba. No fueron tiempos muy diferentes a los actuales en mi país, Argentina. Tampoco fueron diferentes entre los tiempos del pasado remoto y los presentes. La diferencia es que hoy la ética, la moral y el construir están casi desaparecidos en las clases político-económicas. En tu artículo lo expones con claridad. Todo es cuestión de leerlo bien y estudiar a Mafalda.
ResponderEliminarUn gusto realmente. Ana Noreiko
Me encanta Mafalda, efectivamente llenó a toda una generación en el mundo cuando se comenzaba a sospechar que las trampas y los tramposos dominarían el mundo. Como finalmente esta sucediendo.
ResponderEliminarBuen trabajo Nurya.
Me gusto mucho. Un gran trabajo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Manuel Barranco Roda.
Admito que yo llegué tarde a Mafalda por cosas de la edad, pero es un clásico intemporal que ha trascendido también para los que somos más jóvenes. Muy oportuno el artículo.
ResponderEliminarSoy fan de Quino desde que era pequeño, no tanto como Mafalda, pero he de agradecer sus ironías y sus metafóricas formas de expresarse y ver la vida entremezclando la inocencia de un niño con la conciencia de un adulto. ;)
ResponderEliminarQuerida Nuria. Resulta fantástico el homenaje que realizas a través de tu relato. Las frases de Quino resultarán siempre eternas y tú con tus comentarios, nos has acercado un poquito más a la sutil ironía que siempre mostró. Me gusta mucho el dasarrollo de tu opinión. Un abrazo.
ResponderEliminarCrecí leyendo las viñetas de Mafalda y adorando a esa niña, aunque apenas fuera capaz de comprender, por aquel entonces, ni la cuarta parte de lo que en ellas se expresaba. Manolito, Guille, Libertad, Susanita, Felipe... Qué gratos momentos junto a ellos! "Las monocotiledóneas no pecioladas..." (¿alguien se acuerda de esta frase?, a mí se me grabó a fuego en el cerebro...).
ResponderEliminarGracias, Nurya, por traernos a la memoria a este gran icono con tus palabras.
Nurya, te felicito! Me has conectado con algo muy lindo de mi infancia y adolescencia que era leer a MAFALDA. Lamentablemente, el mundo sigue igual o PEOR y creo que entonces , Mafalda seguiría aún vigente con sus comentarios.
ResponderEliminarEs muy común en la Argentina decir que una chica es "Re-Susanita", refiriendose a que su única aspiración en la vida es casarse, tener hijitos y ser la "SEñora DE". Por suerte, cada vez hay más Mafaldas Y Libertades y menos Susanitas (aunque debo reconocer que SUSANITA siempre tuvo las mejores quotes!)
De todos sus personajes, es MIGUELITO con el que más me identifico.
Muchas gracias por recordar a Mafalda. Hoy, tantos años después, su lectura sigue siendo imprescindible.
ResponderEliminarExcelente artículo sobre la inmortal niña curiosa, que a través de su mordaz modo de ver la vida critica todo y a todos conforme lo ve en la sociedad. Aunque visiblemente estacionada en la era de "The Beatles", su mensaje todavía nos llega hasta la actualidad.
ResponderEliminarHay cosas para lo cual no existen fronteras ni edades, MAFALDA es una de ellas, ha sabido entrelazar la ironía de nuestro yo adulto con la sinceridad inocente de nuestro yo infante. Tu artículo subraya esa necesidad de gritar verdades con la protección de que nadie quiera callarnos.
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