Un día escapé
del trajín de las horas
y del azar de los días,
y volví la vista atrás.
La tibieza de los recuerdos
me acarició la cara
y tropecé con mil tardes
y mil cielos y veranos
con amigos perdidos
y soñados a veces,
con horizontes de ayer,
con mañanas recobradas.
Pero me sentía morir
por no poder encontrarte,
y te busqué entre la gente,
entre la música y los aromas
y le grité tu recuerdo
al viento y a las estrellas
y susurré en ese vacío
el color de tu mirada,
el perfume de tu risa
el calor de tu abrazo
el brillo de tu silencio
el dolor de tu voz.
Hasta que descubrí
que todas las calles
todas las rutas
todos los muros
todas las plazas
todos los árboles
todas las canciones…
llevaban tu nombre.
Jorge
Muy bello
ResponderEliminarMe gusto mucho Jorge , Abrazos.
ResponderEliminarManuel Barranco Roda.
Un poema profundo e intenso. Un saludo
ResponderEliminarRealmente bonito, Jorge. Bello mensaje envuelto en bellas palabras.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar" ..y te busqué entre la gente, entre la música y los aromas.." Me encantó ese verso...
ResponderEliminarJorge, me cautivó tu poema, gracias por compartirlo. La nostalgia y añoranza, te sirvió de inagotable fuente de inspiración. Felicitaciones!
ResponderEliminarTRINA LEÉ DE HIDALGO
Muy buen poema, Jorge. Siempre uno recuerda mejores tiempos, así como los errores que se van cometiendo con el tiempo. Gracias!
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