viernes, 21 de junio de 2013

Naturaleza del verso.


 
Blanca arena movediza
sobre la cual
traviesas yemas caminan,
esperando hundirse al fin
en la compleja profundidad
de los deseos

Oscura mata ondulante

bajo la cual
el sincero olfato transita,
ansiando regocijarse quizás
en la aromática atmósfera
de las emociones

Colorida entrada bilabial

hacia la cual
ingresan significados silentes,
buscando amerizar de pronto
en las calmadas ondas
de los pensamientos

Temeroso amor, pudoroso verbo,

de quien pide permiso para el amerizaje
y aprovecha para salirse del margen;
de quien se siente ajeno a este mundo,
pero muy uno contigo...
al transitar por la mata,
al caminar en la arena.
 
Daniel Yupanqui Aznarán

9 comentarios:

Juan dijo...

Me ha resultado muy bonito, felicitaciones.

Juan Carlos Muñoz dijo...

Me ha encantado de veras.SALUDOS

Sylvia Ellston dijo...

Preciosa ensoñación, el sosiego se palpa en cada palabra. Un saludo.

Angustias de las Cuevas dijo...

Muy bello, te transporta.
Felicidades Daniel.

Saludos!!!

Somet dijo...

Lo he dicho una y muchas veces, no soy mucho para los poemas. Una reflexión interesante que yuxtapone la arena con los deseos y como prevalece en nuestras vidas. Muy bueno Daniel, gracias.

Faustino Cuadrado dijo...

Bella composición, bien engarzada. Buen trabajo y mejor resultado.

Juan M Flores dijo...

el amor y el deseo mezclados, con cierto dejo de picardía, lindo poema! Saldos!

Anónimo dijo...

Hermoso poema que te desnuda subjetivamente. Felicitaciones.

TRINA

Jose-divi dijo...

Muy bueno, Me gustó bastante, un abrazo

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