Abrir un libro es
desplegar las alas,
convertirse en frágil
mariposa,
conocer la fragancia que
se exhala
en el rocío de fragante
rosa.
Es viajar en barquito de
papel,
sumergirse en el mar de
la ilusión,
sacar en cada página
placer,
mezclado con el bien de
la instrucción.
Es hablar con las plantas
y animales,
es croar con la rana
platanera,
seguir la luz de las
luciérnagas,
vivir con la princesa,
sus quimeras.
Es traspasar la luz en un
cohete,
contemplar extasiado, la
bandera,
canalizar los actos y la
suerte,
cultivar amistades, por
doquiera.
Por eso, me concentro en
el aula
en el área que llaman
biblioteca,
incitado tal vez, por las
imágenes,
mientras bulle mi alma tan quieta.
Trina Leé de Hidalgo
Trina, qué hermoso poeam sobre los libros que amamos tanto. UN beso. Gontxu.
ResponderEliminarHemos coincidido en el título de la entrada, tú en verso y yo en prosa. Te doy la razón, en un libro podemos encontrar infinitas historias que seguro que nos enseñarán a ser mejores personas.
ResponderEliminarBello poema
Un saludo
Hermoso poema...
ResponderEliminarCristian