Entra sigilosa a la habitación,
escondiéndose tras cada sombra,
escurridiza figura sin sentimientos.
Atrapas mi alma con tu sombra,
destilas los hilos de la
incertidumbre;
corazón gélido, cuerpo sin sangre.
Te sientas a mi lado susurrando
vocablos,
deseo maldito a la oscuridad
consagra,
pinchas mi piel para lamer el fluido.
Complacida me abrazas sonriendo
locura,
me dejas tumbado con un latido en la
mano,
eterna sonrisa en los labios.
Me muerdes el cuello y succionas la
sangre
que tibia recorre tu cuerpo helado,
sientes palpitaciones en el pecho.
Tus ojos me miran marcando surcos,
silente caricia mis dedos por tus
hombros,
cuerpo atado en mis infiernos.
Flores negras, dolor innombrable,
extinta efigie de noches eternas,
por tus besos echaría mi alma al
fuego.
Tu esencia me rodea esta noche
delirante,
te vistes de espectro y perforas mi
almohada,
lames las heridas para sal poner en
ellas.
El diario de mi cuerpo escrito con tu
veneno,
incendias los conjuros tatuados en mi
piel,
miras paciente que se vuelvan
cenizas.
Con un beso en mis labios cierras el
cofre,
ya no entran las sombras, la luz ha
sido desterrada,
a pesar de todo que mi ser te pertenece.
Jm Flores.
Tétrico, terrorífico, excitante y fantástico a la vez. Muy bueno, compañero.
ResponderEliminarMuchas Gracias Juan se agradecen tus palabras, Saludos.
EliminarQué miedito...Pero causa esa cosa de miedo/atracción que emanan los Vampiros...
ResponderEliminarGracias Gontxu no hay luz sin oscuridad, Saludos.
EliminarUna poesia vampírica, donde el protagonista se entrega a su amante en todas las formas. Felicidades JM por tu poesía oscura y gótica, sombría y poderosa.
ResponderEliminarGracias Carlos, por más que uno se resiste, siempre entra y se instalan esa sensaciones en el interior, Saludos
EliminarPone el vello de punta, menos mal que lo he leído por la tarde. Esa atracción que pesa sobre los humanos cuando de vampiros se trata
ResponderEliminary pese a todo llegan y se instalan en el inconsciente para de vez en cuando alterar los nervios. Saludos
EliminarCuánto me gusta la presencia de la sangre en este poema... y la sangre, la vida que se desprende, la transformación en el ser amado, la oscuridad eterna, bellísima. Me ha encantado. Quiero ser "él" ja, ja, ja ¡También yo quiero oscuridad, si se ha de vivir de ese modo!
ResponderEliminarUn abrazo,
María José Cabuchola Macario
Yo siempre he dicho que hay belleza en todo, el asunto es saberla mirar, la oscuridad da temor pero dentro de ella existe la belleza, Muchas Gracias María José!
EliminarUn abrazo!
Me ha gustado leerte, es un placer literario que degustè con agrado, gracias por deleitarnos espiritualmente e introducirnos en ese mundo màgico de la imaginaciòn, que en tu caso, es debordante. Felicitaciones.
ResponderEliminarTRINA LEÈ DE HIDALGO
Muchas Gracias Trina agradezco humildemente tus palabras, y el placer es todo mío! Saludos!
EliminarMe seduce el ambiente gótico que has recreado en tus versos, tétrico, sobrenatural, atractivo... muy bueno.
ResponderEliminarWow ! y me encantó el final! Preciosa inspiración para el amor que ya existe en esos sentimientos. Te sigo tambien en este blog..Me encantó :) Un beso
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