Ya sabéis que La Revista de Todos es
un espacio abierto para todo aquél que al igual que la que suscribe estas
letras, ame la literatura.
Llevaba
mucho tiempo detrás de Alicia Huerta, ¡claro está, literariamente! —Permitirme
esta pequeña broma y sobre todo tú, Alicia—.
Por
avatares de la vida, un escritor que ambas conocemos nos ha unido a través de
un email.
Y
por fin... tengo el privilegio de poder publicar material sobre su novela.
¡Llevaba
tanto tiempo queriéndolo hacer y no sabía cómo dirigirme a ti, Alicia!
Si
hay algo de lo que jamás me arrepentiré, pese a lo complicado que es llevar la
Revista, es que siempre me llevo buenas y gratas sorpresas. Y ésta es una de
ellas.
Cuando
empecé a leer hace un tiempo artículos de Alicia en el Imparcial, me dije.
—Eva,
has de dirigirte a ella—.
Estoy
llegando a pensar que la telepatía existe, por que al final he conseguido lo
que quería, poder publicar información de una novela que no puede ser
indiferente a los ojos de todo aquel que ame la lectura.
Para
todo aquél que quiera tener más información sobre esta autora, —que estoy
segura que dará que hablar—, os dejo los links donde tendréis más información.
Gracias a todos los que
seguís la revista y sobre todo a Jesús San Gil, por haberme acercado hasta
ella.
Gracias a todos, salud y
suerte.
Eva
Os
dejo la sinopsis de la novela:
¿Pueden
ocurrir cosas importantes a tu alrededor sin que te des cuenta? ¿Cuánto crees
que podría llegar a ocultarte la persona que amas? ¿Hasta cuándo? ¿Cómo
reaccionarías si alguien pretendiera convencerte de que esa persona que crees
conocer bien se mueve en las sombras y oculta un horrible secreto?
Elisa,
la protagonista, ha aprendido a moverse con pericia a través de los matices de
ese engaño que a menudo envuelve sutilmente nuestra vida. Pelea, además, contra
sus miedos y sus fantasías ocultas, enfrentándose también a una enfermedad que
limita las reacciones de su cuerpo. Pero, sobre todo, se desgarra en su
interior a causa de sus sentimientos. Está en guerra consigo misma, pero no le
quedará más remedio que alcanzar un armisticio para aventurarse en una acción
de acontecimientos inesperados, siempre al límite, durante la cual tendrá a su
lado a tres hombres muy distintos entre sí. ¿De cuál de ellos puede fiarse?
Cada uno en su papel, estos hombres
serán los responsables de que Elisa tenga que plantearse la posibilidad de que,
en ocasiones, las cosas que se ignoran acerca de una persona son más que las
que se conocen. Incluso, de mayor envergadura. Es el poder de lo invisible, la
infinita energía de todo aquello que nos empeñamos en rechazar simplemente
porque no somos capaces de verlo. Pero está ahí y puede llegar a implicarte
poniendo en peligro tu vida.
Es
un honor poder publicar estas letras que Jesús San Gil —autor de Number Nine,
de ediciones Carena—, me ha hecho llegar sobre su novela.
Una
reseña como esta es para mí es motivo suficiente para querer leer un ejemplar
de la novela. ¿Y para vosotros?
El escritor
Jesús San Gil habla de "Cosas que ocurren aunque TÚ las veas":
"Me ha encantado la parte emocional del libro. Las mujeres tenéis una forma particular de expresaros y de transmitir sentimientos, y a mí me parece que las primeras cien páginas tienen una enorme carga emocional.
"Me ha encantado la parte emocional del libro. Las mujeres tenéis una forma particular de expresaros y de transmitir sentimientos, y a mí me parece que las primeras cien páginas tienen una enorme carga emocional.
Tal vez se deba a que tú vives dentro
de esas páginas, y tal vez, que no lo sé, también sea debido a que has
descargado sobre el papel un montón de pensamientos e inquietudes que han dado
como resultado un comienzo de libro intimista y femenino. Además, las
digresiones y razonamientos que se derivan de los comentarios de Elisa son
certeros y forman parte del enriquecimiento personal de una mujer que ha vivido
una experiencia traumática. La literatura es el reflejo del enriquecimiento
personal, y ese enriquecimiento está siempre muy presente en tu obra.
Alguien dijo
el día de la presentación que tienes mucha vida interior, lo cual coincide con
la impresión que he recibido yo a través de la lectura de tu última novela. Hay
cosas que una mujer de veinte no puede escribir porque sencillamente no las ha
vivido, pero haberlas vivido y ser capaz de transmitirlo con palabras es un
arte de nivel superior. Tal vez por eso decía Delibes que se puede ser buen
poeta a los diecisiete, pero que es casi imposible ser un buen novelista hasta
los cuarenta.
Al margen de
la carga emocional de Elisa y del elaborado perfil de los hombres con los que
se relaciona, me parece que has conseguido estructurar la trama de manera
acertada. El tema es interesante, la lectura es rápida y las escenas se suceden
de manera ordenada y fácil de seguir. Los diálogos introducen al lector en una
dinámica de la que es difícil escapar, y la sencillez del lenguaje hace que la
novela sea extraordinariamente accesible. Es un texto entretenido y emocional
que deja ver mucho de ti. Según Óscar Wilde, el fin de una obra de arte es
siempre el propio artista, siendo todo lo demás material empleado para
mostrarse a los demás. En este caso sucede lo mismo. De verdad, tengo mucha
curiosidad por saber qué tanto por ciento de la novela es autobiografía.
Muchas
veces, cuando leo textos de gente con la que tengo o he tenido relación, me
pregunto qué diferencia hay entre los libros de los grandes autores y los de
los modestos. Estoy harto de leer novelas vacías y aburridas de autores de
reconocido prestigio, que están muy por debajo del nivel de otros autores casi
anónimos que he tenido oportunidad de valorar.
Leyendo
tu libro me preguntaba por qué hay autores de novela negra que consiguen que
sus libros se adapten al cine, y otros escritores, con novelas de gran calidad,
tienen que luchar tanto para hacerse un hueco. En fin, elucubraciones de un
escritor que también padece en sus carnes la dureza del mundo literario, y que
no deja de ser consciente de que lo verdaderamente importante no es vender
10000 ejemplares, sino causar buena impresión.
Solo me queda darte la enhorabuena y, también, felicitarte por el acabado. Los que nos dedicamos a esto sabemos lo difícil que es llevar a buen puerto un proyecto, igual que sabemos que hay cosas que no dependen de uno que pueden estropear nuestra obra o ensalzarla. En tu caso, la corrección de estilo me parece tan buena que no puedo por menos que felicitar a quien te haya ayudado a hacerla"
¿Sabéis qué opino sobre la frase: "Hay cosas que una mujer de veinte no puede escribir porque sencillamente no las ha vivido."? opino que no, no las ha vivido, pero mucho mejor, las ha imaginado... y algunas veces la imaginación es más real que la propia realidad. Claro ejemplo de ello, la sinopsis y trailer de este libro. Me he quedado intrigadísima, y sí, estaré pendiente porque tengo ganas de leerlo.
ResponderEliminarUn saludo, y gran exposición de contenidos, Eva. Qué guay que te hayas podido poner en contacto con la autora.
María José Cabuchola Macario