miércoles, 21 de noviembre de 2012

Nunca es tarde.

           
           Crecí en el seno de una familia desestructurada donde la dicha y la alegría estaban prohibidas; mi única vía de escape era evadirme durante horas con mi  bicicleta.

           Salía como una bala hacía un campo cercano a mi domicilio, allí pasaba largas horas, solitaria imaginando historias donde yo era la protagonista.

           Mi bicicleta se transformaba en un blanco corcel y yo en una guerrera que se enfrentaba a todos los dragones y enemigos.

           Muchas veces extrapolaba mis lides con la realidad presente y siempre acababa huyendo cuando el malvado rey del castillo atacaba a los aldeanos.

           No lo podía evitar, en ocasiones me preguntaba a mí misma:

        - ¿Y si yo fuese un varón?, seguro que sería más valiente y mucho más fuerte y podría derrotar al malvado opresor. Anhelaba haber sido un valeroso soldado.

           Luchas y derrotas; pasaron los años y cumplí los 23.

           Cierto día ocurrió un hecho que en cierto modo era esperado y que tanto me aterrorizaba, el cruel tirano volvió a atacar y se ensañó con el ser que más amaba.

           Mi madre yacía en mis brazos, paloma herida de muerte; me abalancé hacia él logrando arrebatarle la espada, su escudo protector se derritió como la mantequilla y comprendí que una mujer puede ser tan fuerte como un hombre.

           Creo que la fuerza y la valentía se consiguen con la madurez y la experiencia, gracias a ellas pude enfrentarme a las imponentes e inexpugnables fortalezas que se transformaron en ese preciso momento en demolidos castillos de arena.

            El desenlace de esta historia, mi historia se descubrirá en un futuro no lejano, pero deciros que nunca es tarde para tomar decisiones que nos pueden cambiar el destino.

Maricarmen García Sales.
8 de octubre de 2012

7 comentarios:

Juan dijo...

Ha sido un placer leer cosas como ésta. Mi más profundo reconocimiento, compañera Mari Carmen.

Maricarmen García Sales dijo...

muchas gracias Juan, y jamás de los "jamases" os olvidaré, estaré en contacto con todos vosotros , seguiré leyendo vuestras aportaciones y aquí en Alicante siempre me tendréis. un abrazo

ángel de cristal dijo...

Tienes toda mi admiración compañera y como tu bien "nunca es tarde" si la dicha es buena.

Unknown dijo...

Indiscutiblemente la fuerza esta en el varón, pero la fortaleza es como privilegio en la mujer.
"Nunca es tarde" se convierte en un buen tema de reflexión y convicción.

Siempre bueno lo que compartes Maricarmen.

Anónimo dijo...

Nunca es tarde, y menos para ti compañera. ¿Hombre, mujer? la fuerza de la pluma no entiende de generos y esa fuerza habita en ti.

Somet dijo...

Nunca es tarde para tomar las decisiones correctas. Pero a veces es difícil dar el paso. Gracias Carmen y los mejores deseos.

Manuel dijo...

Tu historia como tantas otras semejantes en este ancho mundo en el que vivivos (si es que esto es vivir), es muy bien llevada por tu pluma y tu imaginación que, mejor que sea imaginable, que te haya rozado de cerca, pues en este último caso, es más desgarrador...

"¿Y SI FUESE UN VARÓN?"

Usada mi visión
no encuentro diferencia,
pues del drama su esencia
lleva a la conclusión.
El caz de la razón
junto a la valentía
tal vez sirvió de guía
para agallas echarle
y a éste finiquitarle
como mujer bravía…

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Manuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO

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