Hace mucho tiempo que no te escribía, ya ni recuerdo cuando
fue la última vez. Pero ahora que sé que me estás leyendo he de confesarte que
sólo tú tienes la culpa de mi comportamiento.
¡Sí, tú!, no gires la cabeza; no hagas como que estas
palabras no van contigo, ni dirigidas a ti, porque sabes que por mucho que
quieras dejar de leerme, no podrás.
Te he querido olvidar pintando absurdos tatuajes en mi
cuerpo; he intentando reír en situaciones en las que como siempre y una vez más
te hacías presente en mi vida.
Y ahora que estoy intentando escribir un relato, para
olvidarte; me doy cuenta, que como estúpida estoy haciendo que seas el
protagonista de esta historia, y yo, tan solo un personaje secundario.
Dicen que escribiendo lo que sientes, es la única manera de
poder pasar página, para vivir con más fuerza el presente y viendo el futuro
con más optimismo. Y créeme que lo intento.
Por
eso tengo que escribir lo que en estos momentos cada poro de mi piel me está
pidiendo que te diga y es lo siguiente, amor: te deseo.
Sí, es por ti; todas estas palabras están escritas para ti,
sé que no nos conocemos, pero sé que me lees cada vez que escribo. Desconozco
como eres: si alto o bajo, si atractivo o feo; pero da igual, eso no importa;
lo realmente importante es dar rienda suelta a la imaginación y al deseo.
Las pulsaciones se me aceleran cada vez más al tratar de
imaginar cómo te sentirás ahora que te he confesado mi deseo; daría todo y más
porque estas palabras, porque éste relato, no fuese lo que es: otro de mis
sueños. Ya sabes que a lo único que puedo aspirar es a mirarte a los ojos y perderme en tu mirada. Pero cuánto no daría, por penetrar en tu alma y tal vez en sueños, levantarme a tu lado, relajada y sabiendo que éste relato que te dedico son algo más que palabras...
La carta se convierte en relato. El relato se convierte en carta.
ResponderEliminarEn este caso, pareciera como que tanto el acto de escribir como el acto de leer fueran distintas maneras de hacer el amor. Las dos caras de la moneda, las dos caras de la luna.
El deseo, siempre presente, es el mensaje.
Es la vida, el Eros, que acaricia al que lee a través de las palabras...
Lo que más me gusta de escribir es crear ambientes donde la gente no sepa si lo escrito es real o un burda quimera.
EliminarUna carta terapéutica más que un relato, y con muchas lecturas psicológicas, ya desde el título, con esa acusación ajena y exculpación propia que supone responsabilizar a otro de obsesiones personales por un amor frustrado, algo muy común, pero injusto, a mi modo de ver. Uno mismo es el responsable de su comportamiento, pero está claro que no sólo.
ResponderEliminarNo siempre uno mismo es el responsable de su comportamiento; en ocasiones el daño que otros de puedan causar (queriendo o sin querer) hacen mella de tal forma que actúas como jamás imaginaste.
EliminarUn deseo contenido pero al mismo tiempo manifestado. El querer que nos desborda pero aún no sabemos hacia quién va dirigido. Es muy intenso y estaría bien que el destinatario se diese por aludido y reaccionase.
ResponderEliminarGracias por pensar que hay un destinatario que debiera darse por aludido; eso me hace pensar que no escribo tan mal. Pero una vez más juego con la ambigüedad: ¿Será mentira o será verdad?
EliminarCuando quedemos, lo sabrás.
Un relato confesiòn de impulsos y deseos reprimidos, expresado con la audacia que yo no me atreverìa a conesar. Felicitaciones y que sigas cosechando éxitos, Recibe mi aprecio incondicional.
ResponderEliminarTRINA
Gracias, Trina. Pero tus comentarios siempre me sorprenden. Escribir lo que uno siente no es motivo de vergüenza; lo que sería vergüenza es no escribir lo que uno en su interior siente.
Eliminar¡Yo! Bueno, en una obra que seguramente es epistolar (aunque no estoy seguro) es reclamado el recuerdo como una parte importante de la vida. Es un relato vibrante, con un principio firme y enojado que se diluye hacia el final. Felicidades por esto y esperamos más de tus intervenciones. Veo!
ResponderEliminarOtra vez vuelves a pensar que porque escriba en primera persona, es verdad. No, Carlos. Nada de lo que escribo es verdad. Y si en algún momento tuviera que pronunciar un te amo, te aseguro que no lo haría en este medio, sino mirando a los ojos a quien hubiese despertado en mí, tan profundo sentimiento.
Eliminar¿Es a mí a quién hablas? ;)
ResponderEliminarVaya, me he quedado impactada de verdad, porque a día de hoy estoy escribiendo una especie de blog para una persona a la que ¿amo?
Y me he sentido identificada en estas palabras, que yo alguna vez también he escrito. Un "te amo" no se escribe a la ligera, en la vida real, pronunciarlo es algo realmente insólito y dificil de vivir, por ello metes en juego el papel de la imaginación y el deseo, que lo hace posible... Porque qué mejor que desear de corazón e imaginar con la persona que más quieres a tu lado...
Un abrazo, me ha gustado, Eva,
María José Cabuchola Macario
No, no es para ti ;) ni tampoco para nadie en concreto; es para todo aquel que sea capaz de amar, aunque sea en sueños.
EliminarEntonces, en cierto modo, sí es para mí, sí :)
ResponderEliminarAtrevimiento y osadia...
ResponderEliminarJuego e imaginacion.
Sensualidad y erotismo.
Realidad y fantasia.
Bello.....provocativo
Sensual y atrevido juego.
¿peligrosa insinuacion?
¿interesante propuesta?
Rompiendo esquemas....
Rompiendo el delicado hilo...
Busqueda de nuevos paradigmas.
Felicidades Eva!!
Gracias por tu comentario, Hollman. Espero que pronto puedas participar de nuevo en la revista. Un saludo.
EliminarMe encanta como das rienda sueltas a tus pasiones; por cierto, no tiene nada de malo ser el personaje secundario; a mi me pasa que cuando escribo, los personajes secundarios se apoderan de la escena.
ResponderEliminarGracias Gonzalo, no voy a negar que el género donde más cómoda me siento es el erotismo.
EliminarCuando la imaginación vuela, nos lleva a lugares insospechados, expresando el deseo, el momento que creamos perfecto para expresar sensaciones y sentimientos, una mirada, un roce casual, un efímero momento en nuestra instancia, imaginativa que nos lleva de la mano y nos hace navegar en tus palabra, muy bueno saludos
ResponderEliminarGracias Juan por tu comentario. Sin imaginación, los escritores no tendríamos nada que hacer. Un saludo.
EliminarEs fascinante ver como el deseo expresado revela las pasiones contenidas por la protagonista, liberando en las palabras esas sensaciones intimas que suelen dominar a todo aquel que es capaz de amar. Muy buen relato.
ResponderEliminarGracias Efrain, me alegra saber que te ha gustado el relato. Al final tendré que hacer caso al público, el erotismo se me da de maravilla. Besos.
Eliminarimaginar, recrear de este modo lo imaginado, es grato.
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