lunes, 22 de abril de 2013

El juramento.


 
 
Alguien ha llamado

a mi puerta,

y he dejado que entrara,

y al mirar para ver quién era,

estabas tú...,

tan sonriente como siempre,

tan dulce como te recordaba,

por un momento se me paró

el corazón,

creí que no podía respirar,

y en un minuto pensé que me moría.

Amor,

si tú supieras lo que yo siento

realmente por ti,

pero nunca lo sabrás,

me juré a mí misma

que nunca lo sabrías,

por no hacer daño a otra persona,

que te quería y se me adelantó.

Sufrí mucho cuando te fuiste

con ella de la mano,

y ahora que ha pasado el tiempo,

mi herida se vuelve a abrir.

No sé que te ha hecho volver,

pero quiero que te vayas cuanto antes,

porque sé que si te quedas

no habrá consuelo alguno para mí.

 

Luz Begoña Delgado Santano
Sorguineak

10 comentarios:

nuria ruiz dijo...

la poesía es decir sin contar, dejar ver sin explicar. Sigue aprendiendo Luz, tienes madera.

Alicia dijo...

sufrimiento, dolor, saber que nunca le tendras... Hermoso poema

Juan M Flores dijo...

Lindo poema, Saludos!

Faustino Cuadrado dijo...

Un poema escueto pero intenso en el mensaje. Qué difícil resulta ser la vida.

Juan Carlos Muñoz dijo...

Un bello poema impregnado de nostalgia.

Somet dijo...

Soy poco para la poesía. Esta muy bueno el relato, aunque me perdí en los tiempos. Saludos!

Jose-divi dijo...

el sufrimiento por el amor puede resultar eterno a veces. Difícil luchar contra él. Has trasmitido muy bien el mensaje. Enhorabuena

Juan dijo...

Cuánta tristeza. Pero en el fondo, no hay mejor prueba de amor que dejar marchar lo que más se quiere. Está muy bien el poema.

Sylvia Ellston dijo...

Ufff, precioso poema. Una muestra de amor irrefutable, el callar por no dañar aunque la más perjudicada sea la persona que sufre en silencio por su condena voluntaria.
Precioso

Unknown dijo...

lindo
un beso
Manuel Barranco Roda

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