Algún
día volveré sobre mis pasos y andaré el camino a la inversa, hasta llegar al
recóndito lugar en el que vi la luz primera, volveré a mi madre, a mi pueblo y
a la tierra. Y de nuevo escucharé las advertencias y los consejos de mí querida
madre a la hora de salir hacia la escuela, volverán las tareas y los alegres
juegos del recreo, volveré a desordenar mi habitación y a escuchar la
consiguiente reprimenda, volveré a ser una niña pequeña y cada día que pase
seré más pequeña hasta que olvide quien era.
El
camino solo traza un circulo como redonda es la tierra, partimos de un punto
para terminar en ese mismo, esa tierra que me acogerá con amor en sus entrañas
como una semilla de primavera, de alguna manera una vida termina para germinar
otra nueva, un camino acaba donde al instante comienza otro, es un rodar
constante que nunca finaliza, muerte y vida se entrelazan como dos hermanas en
un juego infinito en el planeta tierra.
M.
Carrión
De raíces firmes de principio a fin. Eso es fidelidad y certeza.
ResponderEliminarMaravilloso Manuela.
Muchas gracias Hugo, viniendo de ti me siento más que halagada, un gran beso.
EliminarTerminar como todo empezo,
ResponderEliminarMuerte y Vida,
los infinitos se tocan.
Un sueño poetico, precioso.
Me gusto mucho Manuela, un beso grande.
Manuel Baranco Roda