Buenos
días, tardes o noches a todos, ya que no sé nunca a ciencia exacta a qué hora
os conectáis.
La
verdad es que he de confesar que desde que los de Blogger me vetaron el
capítulo de Giselle, estaba sumida en un bajón brutal, ya que por más veces que
me he leído el texto, os lo juro que no encontraba un motivo de peso para que alguien
hubiese dado el paso de denunciarlo como “contenido sensible” y cuando sé que
la razón está de mi lado, no paro, hasta lograr que sea haga justicia.
El
día que el trabajador de Blogger me dio esa mala noticia, obviamente yo no me
quedé con los brazos cruzados, esperando, un milagro que por si solo, no habría
sucedido.
Tardé
un par de días en dar contestación a su mail, alegando de manera elegante, que
se leyera el capítulo junto con los anteriores, así, entendería, que no es más
que una escena íntima que se puede dar en cualquier pareja.
Y
en vuestro foro interno seguramente estéis asintiendo con la cabeza y dándome
la razón.
Pues
bien, esta mañana, después de haber pasado una noche horrible, porque desde
hace un tiempo, no estoy bien, abro el correo y me encuentro esta contestación
de una persona que trabaja para Blogger.
Os
lo juro que he votado y llorado de alegría, porque, siempre he cuidado mi manera
de escribir. Cuando yo escribí la novela de Giselle, estaba soltera, pero… trabajando
y “aunque” sentía que era más libre para escribir, siempre tuve la intuición de
que algún superior me podía leer, algo, que años más tarde me confirmaron.
Pero
cuando comencé a escribir “El regreso de Giselle”, mi estado civil, ya era otro,
por lo que todavía era más cuidadosa con cada capítulo. Puesto que detrás de mí,
hay, personas a las que les puede causar dolor, el verme a mí mal; como le
puede suceder a cualquier persona que me tenga cariño. Antes de escribir cualquier
capítulo, relato o poema, lo pienso muy bien, porque ni me gusta hacer daño
gratuito y aún menos que me lo hagan.
Es
cierto que, como escritora, en ocasiones, he de exponerme a la vida pública,
más de lo que yo quisiera, pero ni los seguidores, ni los libros, si no te lo trabajas, se consiguen.
Pero
si algo que defiendo es mi vida personal, esa parcela, muy pocas personas la conocen.
Jamás veréis una foto de mi vida privada, poque mi marido es celoso de ella; puedo hablar de mí, de lo que yo pienso, de lo que yo deseo, pero.. tanto a él,
como a los míos, nunca, jamás se verán expuestos.
Mi
marido, me conoció, siendo escritora y al igual que muchas personas que ahora
me rodean saben lo que ello conlleva. Saben cómo en verdad soy y está muy lejos
de ser esa Giselle, que todavía muchos, piensan que soy. Soy la mujer más
tímida que os habéis podido echar a la cara. Hasta con un gesto inesperado, me
bloqueé, en su día.
Por
eso invito a esa persona que tuvo los arrestos de denunciar ese texto, que se
ponga en contacto conmigo, las cosas se hacen y se dicen a la cara, porque
cuando la razón prevalece, todo es cuestión de tener paciencia y esperar, como
en este caso a sucedido.
El
contenido “sensible” de La revista de Todos ya está quitado. Por lo que podéis acceder
libremente sin problema alguno, hasta que en otro “momento” otro “piel fina” o “Principeso”,
vuelva a poner una reclamación y de nuevo, tenga que pelear hasta
conseguir lo que es justo.
En
fin… Todo pasa por algo.
Gracias
a todos por vuestra comprensión.
Un
saludo
Eva
Mª Maisanava Trobo