Ayer por la
noche, de la misma manera que habíamos hecho en tantas ocasiones anteriormente,
Jenny y yo estábamos en un restaurante con nuestra amiga Laura. Ella y mi
esposa se conocen desde la infancia. Yo la conocí cuando empecé a salir con
Jenny, eso fue hace alrededor de seis años y ahora los tres formamos un grupo
bastante unido. Ellas dos son como hermanas y pasan mucho tiempo juntas, son
básicamente inseparables. Laura es una chica muy hermosa, no puedo negar ese
hecho. Por supuesto, yo nunca le he comentado a Jenny sobre mis pensamientos
hacia Laura, no estoy tan loco como para hacer ese tipo de confesión. Cuando
Jenny me pregunta solo me limito a comentar que Laura es una chica muy bonita
al igual que ella, pero estoy seguro de que Jenny sabe que Laura siempre ha
capturado mi atención.
Es normal que algunas veces Laura se
quede en nuestra casa a pasar la noche o nos vamos a la playa los tres juntos y
cada vez que la veo en su ropa de dormir o en un traje de baño, mi imaginación
vuela alto. Jenny sabe que yo no voy a hacer ningún movimiento inapropiado
hacia Laura, pero una simple broma cambiara para siempre nuestra actual
relación.
Durante la cena, todo transcurrió
normal. La misma conversación informal con los mismos chistes ocasionales,
hasta que en algún momento de la noche, nuestro encuentro tomó otro giro.
Cuando terminamos con nuestros postres procedimos a pedir unas cervezas. El
restaurante no necesitaba la mesa. No había demasiada gente y nosotros no
teníamos prisa. Antes de que la camarera trajera nuestras bebidas, Laura se
puso de pie. Su vestido de color azul, seductivamente ajustado, dibujaba
perfectamente las curvas de su cuerpo. No llevaba sujetador y pude fácilmente
ver cómo sus pechos medianos se movían libremente dentro de sus telas.
"Vuelvo en un minuto." Ella
nos dijo mientras graciosamente señalaba al baño.
"¿Quieres compañía?" Jenny
le preguntó mientras ella comenzaba a ponerse de pie.
"De ninguna manera mujer, estoy
bien, sólo necesito un momento. Quédate aquí con Frank y hagan algo loco
mientras están solos." Ella sonrió y nos dijo adiós con la mano.
Se dio vuelta y comenzó a caminar en
dirección del baño. Jenny tomó asiento de nuevo. No dejé de mirar a Laura. Sus
nalgas estaban haciendo un movimiento provocativo y natural, se movían hacia
arriba y abajo con cada paso de su pequeño cuerpo. Ella llevaba un tanga. No
tenía duda de ello, la forma en que su parte trasera se movía no daba señales
de estar restringida por una pieza de ropa interior más grande y para ser más
sensual, el vestido sólo cubría la mitad de sus muslos, mostrando gran parte de
sus hermosas piernas. De pronto, sentí un poco de dolor en mi brazo.
"Basta." Jenny me susurró.
"¿Qué?" Cuando alguien le
trae de nuevo a la realidad desde un mundo de fantasía, especialmente si es tu
esposa, "qué" es la cosa más estúpida que puedes decir.
"¿Qué? No seas tan inocente,
estás desnudando a Laura con tus ojos."
En ese momento, la camarera llegó con
nuestras bebidas. Justo a tiempo pensé. Ella nos preguntó si preferimos la
botella o un vaso. Dijimos la botella. No nos gusta usar vasos con las
cervezas. La camarera me pasó una Corona, paso una Castle Rock a Jenny y dejó
otra Castle Rock en el lugar de Laura. En cuanto a la camarera se retiró, Jenny
tomó su botella pero también tomó la mía.
"Bueno, espero que Laura te haya
calentado lo suficiente porque estas dos están muy ansiosas." Jenny puso
mi cerveza entre sus maravillosos senos de tamaño 36 C. Llevaba una blusa
ajustada pero con un gran escote que dejaban al descubierto la mitad de esas
dos tentadoras maravillas, y como Laura, ella no llevaba sujetador. Se frotó la
botella en el medio de su pecho, por debajo de la blusa, frotando la botella
entre ellos, dejando que por unos segundos la botella le hiciera el amor en esa
parte de su hermoso cuerpo. El movimiento casi sacó de la blusa uno de sus
redondos senos y yo estaba muy emocionado por ello. Yo estaba esperando ver al
menos uno de sus pezones escapar de esas telas que lo aprisionaban, pero nada salió
a la vista.
"Esto es lo que el amigo que
llevas entre las piernas va a estar haciendo pronto." Jenny remueve la
botella de entre medio de sus senos y me la entrega.
La marca húmeda que dejo la cerveza en
su blusa y las gotas de agua que humedecieron su pecho me estaban invitando a
sentir el dulce sabor de su piel. Jenny tenía una sonrisa sexy en su boca. Se
acercó a mí y sentí su mano presionar mi polla, la cual se tornó completamente
dura casi instantáneamente.
"Vamos a hacer el amor toda la
noche y voy a dejar que piensa en Laura, que dejes correr tu fantasía hacia
ella". Me dijo sin quitar la mano de mi entrepierna.
"Ahumm". Laura aclaró su
garganta. "Chicos ya estoy de vuelta."
La miramos y nos reímos. Laura comenzó
a mostrar una sonrisa diabólica en su rostro. Yo estaba seguro de que ella
escucho lo que Jenny dijo o iba a decir algo para avergonzarnos por encontrar
la mano de Jenny en la parte más despierta de mi cuerpo. Estaba equivocado.
Laura no tomó asiento, se quedó de pie mirándonos y lentamente levantó su brazo
derecho, un pequeño trozo de tela cayó sobre la mesa. En completo asombro, abrí
ampliamente mis ojos y mi boca. Miré a Laura, ella estaba en “shock” también.
Había una tanga de color negra al lado de nuestras cervezas. Laura se había
quitado sus bragas y la tiró en frente de nosotros. Jenny no dijo nada, se puso
de pie y caminó en dirección al baño. La vi alejarse mientras mi preocupación
crecía.
"¿Estás loca, en que estás
pensando?" Le dije a Laura tan pronto Jenny abandonó la mesa.
"Relájate hombre, sólo estoy
jugando con ustedes."
"¿Jugando? ¿No vistes su cara?
ella está realmente molesta. ¿Cómo pudiste quitarte las bragas y tirarlas en la
mesa?" Jenny se echó a reír.
"¿Qué es tan gracioso? No sabemos
lo que Jenny está haciendo. Creo que es mejor que vayas a ver. De todos modos
voy a ser yo el que va a sufrir las consecuencias de tu broma." Yo estaba
más nervioso que enojado y frustrado también, la fantasía que tenía planificada
con Jenny había terminado antes de comenzar.
"Oh, Frank, ella está bien, no te
preocupes. Jenny estará de regreso en cualquier momento y cálmate ya, no me he
quitado las bragas, que tonto eres. Esa que está en la mesa la traía en el
bolso, mira." Laura presionó su vestido en el área de su cintura. Una
delgada línea se formó a su alrededor. Me eché a reír también. Después de todo
Laura realmente no se había quitado su ropa interior. Cogemos nuestras cervezas
esperando por Jenny. Tenía la esperanza de que Jenny tomase con calma la broma
que Laura nos jugo.
En pocos minutos Jenny ya estaba de
regreso, se detuvo entre Laura y yo, miro primero a Laura y luego a mí. Sin
sentarse y permaneciendo con el rostro serio tiró sus bragas sobre la mesa.
Laura la miró y sorpresivamente Jenny se movió con rapidez hacia su rostro.
Jenny comenzó a besar a su amiga en la boca. Laura se quedó inmóvil y yo me
quedé asombrado.
Los labios de Jenny estaban tratando
de mover los labios de Laura mientras su lengua estaba buscando una manera de
ganar acceso al interior de la boca de nuestra amiga. No saliendo del asombro,
Laura abrió los ojos tan grandes como dos bolas de billar, pero unos pocos
segundos después, ella los cierra y lentamente abrió la boca para aceptar el
sorpresivo beso. En total incredulidad vi sus lenguas jugar entre sí, vi cómo
el vestido de Laura comenzó a mostrar dos pequeña marca en su pecho. Sus
pezones se endurecieron, estaban totalmente erectos, daban la impresión de que
en cualquier momento podrían romper su ajustado vestido. Lentamente Jenny
deslizó un brazo sobre el pecho de su amiga y la escondió debajo del vestido,
justo encima de su seno derecha. Jenny comenzó a dar unas dulces caricias al
hermoso pecho de Laura, quien sintiendo el erótico masaje, tomó una respiración
profunda y un gemido se escapó de su boca. Mi erección era tan fuerte que tuve
que usar mi mano para acomodar mi excitado miembro.
Miré a mí alrededor y el resto de las
personas en el interior del restaurante estaban mirando hacia nuestra mesa. Me
sentí un poco avergonzado. Algunos de ellos se reían y, probablemente, estaban
excitados también, otros mostraban una cara de desacuerdo. Volví mis ojos hacia
las chicas, tratando de escapar de todos esos ojos extraños que nos miraban.
Jenny removió su boca de la boca de
Laura poniendo un alto al apasionado beso, removió su mano del pecho de Laura y
se paró detrás de nuestra sorprendida y ahora excitada amiga. Coloco sus manos
sobre los hombros de Laura y dijo las mejores palabras que he escuchado en mi
vida.
"Chicos, vámonos ya, creo que es
hora de que disfrutemos de un mejor postre." Me guiñó un ojo en forma
juguetona. Pedí la cuenta y rápidamente nos fuimos de ese lugar dejando una
jugosa propina.
Ahora, después de una noche de un
evento inimaginable e intenso pero sumamente agradable y excitante, despertar
con dos hermosas chicas es una experiencia inolvidable. Mirando esos dos
cuerpos desnudos sobre la cama, me doy cuenta de que este es el final de
nuestra antigua amistad, pero sabiendo que ha nacido una nueva y candente
relación entre nosotros tres que de seguro producirá nuevas y emocionantes
aventuras.
“Deja
de mirarnos y ven a desayunar”.
E. N.
De Choudens
No hay mejor solución para un menage-a-trois que un pacto de caballeros y compartir la presa. Lol! Felicidades De Choudens por la historia para poner incómodo a un pobre hombre lector. Lol!
ResponderEliminarGracias Carlos, solo jugando con las palabras. Saludos
EliminarEl erotismo siempre es un arma peligrosa, por fortuna no podía ser mejor para el protagonista, buen relato, Saludos.
ResponderEliminarComo dices Juan, el erotismo es un arma peligros, tanto para uno como para otro, puede ser un arma de doble filo, por lo menos aquí todo salió muy bien.
EliminarLa historia me ha enganchado de principio a fin, y a parte del erotismo, la he encontrado divertida...
ResponderEliminarCristian
Gracias, si ademas de erotico tiene un poco de picardia agradable para suavizar la historia.
EliminarMuy buen relato Efrain, me gustó bastante .
ResponderEliminarGracias Jose, un poco de entretenimiento caliente que termina con un buen postre y un mejor desayuno.
EliminarUn grito a las parejas liberales y el disfrute del placer en todo su esplendor. No sé quién se lo pasa mejor, si él o ellas... ;)
ResponderEliminarUn abrazo,
María José Cabuchola Macario
hahahaha gracias María José, aunque la narración es realizada desde el punto de vista del hombre, estoy seguro que ellas son quienes se lo pasa mejor. Abrazos
EliminarTríos: fantasía de muchos, realidades de otros. La manera tan particular que se da este, es ameno, con un poco de gracia por el revés que toma para él la situación, después de “verse descubierto” y un desenlace a modo para los tres. Para los amantes del erotismo…
ResponderEliminarUn ligero giro jovial a la fantasia de los trios y las relaciones liberales. Aqui el hombre no fue el autor de la fantasia el solo termino beneficiado por la fantasia de su esposa.
EliminarMuy bueno, compañero. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias Juan, un relato algo picaro y un poco divertido. Abrazos.
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