A
mi fiel compañera, mi consorte, a la soledad, a la que un día fue por mí la preferida,
y hoy por mí la traicionada.
A ti, que estas sufriendo, lo sé, lo
siento. Yo te había elegido entre todas, serías mi acompañante, y yo tu fiel
amante, tú para mí y yo para ti, ¡sí, has compartido tantas noches conmigo!,
¡pobre confidente, mi fiel aliada! , y hoy sin querer te he traicionado.
Puede
que tan solo fueras ese tronco de madera al que me aferré, con todas mis
fuerzas, para no zozobrar. Ya había dejado de tener esperanzas, y ¡quizás eso
fue lo que me llevó hasta a ti! No lo
sé, trato de justificarme, de encontrar una razón suficiente para aplacar tu
furia, tu desengaño, porque sabes que ya no ocuparas el lugar que ostentabas,
tendrás que buscar de nuevo, un compañero, emigrar a otras almas que ¡quizás te
busquen!, pernoctar en otros cuerpos, ¡lo siento!, ¡cuando ya te habías
acostumbrado a ser mi fiel amante, mi consorte, mi preferida, mi compañera!
Hoy te han robado tu sitio, hay otra
en tú lugar, te han desplazado, y ¡qué culpa tengo yo de quedarme atrapado en
su mirada!, yo no quise, te había elegido a ti, mi soledad, mi consorte, mi
fiel compañera, ¡Dios, pero esa mirada! Y te revuelves y desde mi interior me
gritas, recordándome.
-¡No estaba sola, estaba acompañada!-,
lo sé, esperaré, ya no hay otra, me quedé atrapado en su mirada.
-¡Me vengaré!-, ya lo has conseguido,
sufriré, me quedé atrapado en su mirada.
Escrito por:
¡Enhorabuena! Precioso relato, no estamos acostumbrado a hablarle a la soledad. muy bonito
ResponderEliminarNURYA Ruiz
Gracias Nuria, me satisface que te haya gustado. Un saludo
EliminarLa Soledad, fiel compañera, la que nunca nos deja y se va por algún momento, tenemos la seguridad de que siempre vuelve....
ResponderEliminarSí, la soledad es la fiel compañera, que en este caso es la ultrajada. Gracias Manuela por leerlo. Un saludo
EliminarEs cierto, la Soledad es la más fiel de las compañeras, siempre esta ahí cuando la necesitas...
ResponderEliminarPero a veces se siente despechada, cuando hay alguien que suplanta su lugar. Gracias Gontxu por tu comentario. Un saludo
EliminarEl amor también se puede encontrar en soledad. También puede aportarte mucho en determinados momentos de la vida. Muy bien escrito y muy atrayente al ser leído. Enhorabuena Manuela.
ResponderEliminarGracias Faustino Cuadrado Valero, pero a quién le das la "Enhorabuena", ¿a Manuela o a mí (Angustias)?, jajaja!!!!
EliminarLo bueno de la soledad es que es muy solidaria, perdona y regresa a acompañarte en el momento menos esperado. Lol! Muy bonito relato Angustias.
ResponderEliminarGracias Carlos, me satisface que te guste. Un saludo
EliminarMe encanta esa personificación de la soledad, ese dotarle de sentimientos, hacer que el lector sienta lástima por ella, que la persona que encuentra el amor le deba una disculpa. Magnífico.
ResponderEliminarMuchas gracias Juan, tu comentario no puede ser más exacto, de eso se trata, personifiqué a la soledad y la doté de sentimientos, y sufrió, porque ¡esa mirada!, esa fue la que la relegó al vacío. Un saludo
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