Mandatos
impartidos por ellos o por ellas en sus púlpitos subidos. Audiencias calladas
esperando ser oídas, ser atendidas, ser escuchadas.
Somos
todos, personas del día a día a las que el aliento nos tapona la garganta
impidiéndonos mediar palabra; pero las voces siguen ahí, intentando abrirse un
hueco, voces que con el tiempo no callan.
¿De
verdad piensan aquellos que están en el púlpito subido, que con sus magistrales
palabras conseguirán que nuestras voces no salgan, no se oigan y mueran
ahogadas?
La
verdad está ahí, en el pueblo, en sus gentes, en sus gargantas.
¡Bajen
de sus cielos artificialmente construidos, abran sus ojos y despierten sus
oídos! El honor es el testimonio social dado por derecho a la dignidad humana.
Si, la dignidad humana, eso que componemos lo que ustedes, con cierto
escepticismo, su pueblo y sus gentes llaman.
Son
muchas las voces que tímidamente van abriendo paso a su palabra, voces que con
el tiempo no callan, voces que asustan por sus brotes de rabia.
Esquivaremos amenazas y seguiremos luchando para que este aliento que tapona nuestro alma se libere con alas de Cóndor, volando a mayor altura y por más tiempo, manteniéndose siempre libre en zonas borrascosas y nubladas, en heladas montañas y extremados desiertos, para que así de una vez por todas se nos oiga, se nos escuche aunque sean las tímidas palabras salidas de una garganta casi ahogada.
María del Carmen Aranda.
La dignidad humana, menudo tema. Muy buen relato acerca de los derechos humanos.
ResponderEliminarGracias Gontxu,
EliminarEfectivamente es un tema delicado del que habría mucho de que hablar. Un saludo,
"Son muchas las voces que tímidamente van abriendo paso a su palabra, voces que con el tiempo no callan, voces que asustan por sus brotes de rabia"
ResponderEliminarHe de destacar esta frase, es magistral. El despertar de un pueblo dormido ante la desidia y la desilusión. El momento en el que tomamos consciencia de nuestro verdadero poder y potencial.
Fabuloso.
Según lo escribía sentía la angustia y el dolor de esas personas a las que no se les escucha y aunque nos parezca mentira son o somos muchos más de los que nos pensamos a los que se nos calla de una forma sigilosa. Gracias Sylvia por tu opinión.
Eliminarbuena sentencia sobre el ser humano y su integridad. L alibrertad por encima de todo.
ResponderEliminarQue palabra mas bella "La libertad" y que poquito realmente conocemos de ella. Hay muchas formas de mantenerlos cautivos y seguir pensando que somos libres. Gracias Nuria por tu comentario, quizás un día de estos escribire un relato sobre "la libertad por encima de todo" como tu bien dices.
EliminarUn abrazo,
María del Carmen
Una denuncia en toda regla en contra de los "falsos profetas". Bien hecho Maria del Carmen. El camino se hace andando, más voluntariado y menos "iluminados". Me gusta
ResponderEliminarGracias Faustino,
ResponderEliminarHay tantas cosas que habría que decir, quizás algún día se nos oiga, pero antes tendríamos que unirnos todos para que nuestras voces se oigan al unísono.
Un abrazo!
Interesante relato, ciertamente un grito contra los que no ven por el pueblo, y que según el pueblo a escogido, Reflexivo! Saludos
ResponderEliminarUno se siente impotente ante tanta injusticia. Un saludo Juan.
EliminarLa verdad es que aunque la reflexión es correcta, no estoy del todo de acuerdo. La mayoría de la gente es "durmiente". Va a costar que su voz se exprese a menos que las cosas empeoren más. Y pueden empeorar más de lo que están ahora. Cuando la crisis toca, las revoluciones y reacciones tocan, la democracia muere y todo se torna caos.
ResponderEliminarPues tienes razón, es durmiente porque tienen miedo a perder la comodidad que se tiene y cuesta abrir los ojos para ver el verdadero horror que están viviendo otro pueblos. Un mundo injusto. Un abrazo Carlos.
Eliminarme encantó tanto la idea como la forma de narrarlo. La voz del pueblo siempre a de estar presente, a veces cuando la lucha es tan larga entran ganas de darse por vencido. Pero cuantos más seamos mas les costara a los sordos no escucharnos. un abrazo
ResponderEliminarAsí es Jose, tienen el poder, el dinero y os manipulan a todos a su libre albedrío. Ya esta bien debemos ir levantando nuestras voces y que nos oigan, al menos para que halla más equidad en la tierra. Un abrazo!
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