martes, 21 de mayo de 2013

Las comas.

          En una clase de ortografía, un profesor pone una frase en el encerado que dice:


          —Si comes un pastel sin beber agua yo te lo pago, sino tú me das el doble—.  
          Desafía a los alumnos a ver quién se atreve a llevarlo a cabo.
          Un chico se ofrece y va en busca del pastel; mientras le está comiendo, el profesor saca una botella de agua y pega un trago.
          El alumno acaba su pastel y le pide al profesor el dinero de éste, a lo que le responde que es él quien debe pagarle el doble.
 
          El alumno le replica: 
          —Yo he comido el pastel sin beber agua. 
          El profesor le contesta: 
          —Yo no he puesto ninguna coma en la frase; tú interpretaste la frase como: 
          —Si comes un pastel sin beber agua, yo te lo pago, sino tú me das el doble—. 
          Yo sin embargo lo que quise decir con la frase es:         
          —Si comes un pastel sin beber agua yo, te lo pago, sino, tú me das el doble—.
 
          Yo he bebido mientras tú te lo comías, con lo cual has perdido; antes aceptar el reto deberías haberte fijado y pedirme que pusiera las comas en la frase.
 
Rosa Caldevilla
 

15 comentarios:

Gontxu Morán De Mario dijo...

Muy buena moraleja que nos habla acerca de la importancia de los signos de puntuación.

Juan dijo...

Muy bueno y muy educativo. Espero que muchos profesores sigan este ejemplo con sus alumnos.

Sylvia Ellston dijo...

Muy bueno, es una lección que se debería de difundir en todas las redes sociales donde desgraciadamente, se ve cómo "patean" los diccionarios. Aunque también sería aplicable en la vida diaria, "no es lo que digo sino como lo digo"

nuria ruiz dijo...

muuuy bueno, la ortografía y la gramática es el origen de todo, gracias a ello nos comunicamos, por eso la gente se entiende tan mal...jejeje

Anónimo dijo...

muchas gracias por leerme y por tu comentario, contesto anonimamente porque no conseguí hacerlo de otro modo, bss

Anónimo dijo...

gracias por tu comentario a mi pequeña aportación,

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo contigo, gracias por leerme; y por tu comentario

Anónimo dijo...

Me satisface que te guste mi pequeña aportación, muchas gracisa

Faustino Cuadrado dijo...

La verdadera importancia de una coma a tiempo y de un punto inadecuado. Genial moraleja. Hay que estar muy atentos al escribir y a leer.

Juan M Flores dijo...

Muy bueno, me ha hecho esbozar una sonrisa, saludos!

Somet dijo...

Igual que Juan, el relato nos expresa la ironía de un signo que muchas veces es menospreciado. Gracias Rosa.

Unknown dijo...

gracias a todos, es erdfad que no damos la suficinte importancia a las comas cuando escribimos, muchas veces es por ir deprisa y no fijarnos

Unknown dijo...

de las moralejas es de donde más se aprente, quedan en la memoraia mas facilmente que las lecciones estudiadas

Jose-divi dijo...

Muy bueno, las palabras no siempre son lo que quieren decir . un abrazo

Anónimo dijo...

Me gusto...

Manuel Barranco Roda.

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