jueves, 14 de noviembre de 2024

Solo por y para vosotros

Siempre que tengo que enfrentarme a un folio en blanco, me da pavor. Pero al final, no sé como lo consigo, pero termino saliendo airosa. Me imagino que tantos y tantos años trabajando como teleoperadora, con muchos estrés y con un gran volumen de llamadas, donde como mucho tenía dos minutos y medio para atender a cada cliente, han hecho, que esté acostumbrada a trabajar bajo presión, con rapidez, pero no por ello, sin dejar de hacerlo bien, cosa que no es fácil de lograr.

Pero esta vez, desde luego, que me está costando mucho más…

Y me está costando mucho más, que antaño, porque lo que hago es lo que más amo en la vida.

Jamás, por nada, ni por nadie, renunciaría a escribir; salvo cuando la vida, te pega una bofetada con la mano abierta y hace que la salud de tus padres vaya en detrimento y entonces te veas obligada a dejar de hacer lo que amas, por lo que crees que es lo has de hacer. Y entonces una vez más, como si de un miembro de la casa real, se tratase, me veo en la obligación de anteponer el “deber” al “querer”.

Y creerme que no me arrepiento. Han sido años de horas y horas en consultas médicas, peleándome con todas las secretarias de los doctores, enfrentándome a conversaciones con doctores, que en ocasiones han dañado mi interior, porque, aunque lo escuchado, era una plausible realidad; esa realidad, me desgarraba por dentro y aunque intentas salir de la consulta con la mejor de las sonrisas, para que tus padres no sepan que te afecta, al llegar la noche, solo la almohada es testigo de lo que te pasa.

Porque mis padres, pese a todo, me duelen. Han sido a lo largo de todos estos años, las visitas a Cardiólogos, Traumatólogos, Vasculares, Neurólogos, Unidad del dolor, etc.. los causantes, de que haya tenido que renunciar a mi amor por la literatura y por ende a mi hija, La Revista de Todos. 

Aunque la engendré tiempo antes.

Fue el 30 de agosto del 2012 cuando al despertar, sin tener motivo aparente, comencé a llorar, porque no sabía cómo canalizar todo el amor que entonces sentía de una manera incipiente hacia este mundo, que, aunque muchas veces sea de oropel, no deja de ser un mundo que te atrapa, que te seduce, que hace que sientas que es imposible vivir tu día a día sin escribir, lo que seguramente de no ser así, jamás hablando te atreverías a expresar.

Es ahora, cuando la salud de mis padres me concede un poco de libertad, cuando otra vez, vuelvo a hacer lo que más feliz me hace.

El año pasado, en noviembre, casi por estas fechas a mi padre le dieron de alta después de estar casi once días ingresado con una insuficiencia cardiaca y entonces, no sabía si podía celebrar las Navidades. Días que desde niña y a la fecha me siguen encantando —porque me niego a matar a la niña que llevo dentro—.

No morimos el día que nuestras constantes vitales fallan, sino que lo hacemos, el día que dejamos de hacer lo que amamos. Y yo, me niego a morir.

Por eso os pido perdón por no ser mejor que nadie, pero tenía que alejarme.

Tenéis todo el derecho del mundo a no sacar tiempo de vuestras vidas para visitar el blog, me dolería, sin duda; pero más me dolería por mi equipo; por todos esos escritores, que después de años y al llamar a sus puertas de nuevo, no han dudado, ni un minuto en darme sus “jirones” para que podáis leerlos.

Os lo imploro, no por mí, sino por ellos, no dejéis de leernos.

A fin de cuentas, aunque yo también escriba en la revista, soy la directora y como en otras parcelas de la vida, me gusta “estar en la sombra”.

Os esperamos el día 22 de diciembre, donde si nos lo permitís, una vez más trataremos, de emocionaros con nuestros relatos.

Os dejo el link, por si queréis, compartirlo en vuestras "redes" y así entre todos, lograr, que La Revista de Todos, vuelva a emocionaros, como antaño lo hacía.

https://larevistadetodos.blogspot.com/

Hasta ese día, como siempre y una vez más, salud y suerte.



La directora de La Revista de Todos



lunes, 4 de noviembre de 2024

El regreso de Giselle

 

Es complicado de nuevo introducirme en la piel de Giselle, sobre todo, de esta nueva Giselle. Esa Giselle, que dejó ser una de las mejores escorts de Madrid, para pasar a ser empresaria, madre y sobre todo sentirse viva.

Ha pasado mucho tiempo, exactamente desde el 30 de agosto del 2019 que publiqué el último capítulo. Mi vida y más que mi vida, yo, al igual que Giselle hemos cambiado mucho.

Por eso me da miedo de nuevo meterme en su personaje, porque temo no volver a conseguir lo que hace tiempo solo ella supo lograr. Porque a la fecha, no me atrevería a decir con seguridad, si ella escribió mi vida o yo la de ella. Si ella es escritora y yo una ex escorts, o si yo soy escritora y ella un personaje con el que logré ser libre y volar.

No sé qué me da más miedo, si asumir de nuevo la dirección de La Revista de Todos, con la profesionalidad que siempre lo he hecho o de nuevo ser Giselle, vuestra Giselle.

Aunque no os lo vais a poder creer para escribir el siguiente capítulo he tenido que leer la novela que en su día publiqué y de la que a un buen recaudo conservo un ejemplar, como también he tenido que leerme los cuatro capítulos que se publicaron en su día en La Revista, teniendo como título, “El Regreso de Giselle”.

Y aunque ha transcurrido mucho, mucho tiempo. ¿Me creéis si os digo que todavía me he emocionado? No sé que hizo Giselle en mí, o sí lo sepa y no lo quiera asumir.

Ya que La Revista de Todos, si Dios quiere, regresa el 22 de diciembre, y como es de costumbre, el título de cada aportación ha de contener la palabra “Navidad”. Aquí os dejo el título del nuevo capítulo.

—El regreso de Giselle. ¡Y sí, llegó la niña por Navidad!—

 

Giselle de nuevo se enfrenta a la maternidad. A cumplir su deseo de ser madre, —pero sobre todo la de su hijo Abraham—, de querer tener un hermano.

¿Conseguirá la llegada de esa criatura apaciguar las ganas de seguir sintiéndose “viva”? ¿Cómo reaccionará el Sr. Rodríguez? ¿Le acompañará en su embarazo o tendrá que ser Giselle, de nuevo, quien afronte la maternidad al lado de Davinia?

Todavía ni yo como escritora, lo sé. Ya sabéis que estoy acostumbrada a trabajar bajo presión y que seguramente, una vez más, sea mi estado emocional de ese día el que decida que sucederá.

Hasta el 22 de diciembre, fecha en la que se publicará el nuevo capítulo de El Regreso de Giselle, os dejo los links de los capítulos anteriores para que recordéis su historia. Y si queréis recordar el origen, la novela, "Escorts, una semana en París", os invito desde ya a que pulséis en el link de abajo, para qué, capítulo a capítulo os emocionéis, como a la fecha y me temo que de por vida lo seguiré haciendo. 

https://evamariamaisanava.blogspot.com/



 





El regreso de Giselle


Me deseas y lo sabes.

https://larevistadetodos.blogspot.com/2019/02/el-regreso-de-giselle-capitulo-i-me.html 


Giselle, permítame hacerla el amor.

https://larevistadetodos.blogspot.com/2019/04/el-regreso-de-giselle-capitulo-ii.html 


Y sin darme cuenta, llegó el 16 de Junio.

https://larevistadetodos.blogspot.com/2019/06/el-regreso-de-giselle-capitulo-iii-y.html 


El amanecer

https://larevistadetodos.blogspot.com/2019/08/el-regreso-de-giselle-capitulo-iv-el.html

 

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