Me ha costado; pero al final me he decidido escribirte estas letras, porque
no he podido acercarme a ti en ningún momento, y después, me he enterado que te
han llevado al frente. De hecho, esto es lo que me ha decidido a dar este paso,
y no dejar que mis sentimientos quedaran solamente en mi corazón. Desde que te
vi con tus compañeros en las fiestas del pueblo tocando aquel laúd, quedé
impresionada por las notas que eras capaz de sacar de aquel instrumento. Tu
música me hacía vibrar, era maravillosa, y tus gestos y sobre todo tu mirada,
si tu mirada fue lo que me hipnotizó; pero debido a la mala suerte, no me
fue posible hablar contigo. Ese día no tuviste ni un respiro; sólo
estabas pendiente de tu orquesta, y de que la música no faltara en ningún
momento a toda aquella gente, que en esos instantes sólo pensaba en divertirse;
porque cuando acabara la fiesta todo volvería a la realidad, a la cruel
realidad, La guerra, aquella horrorosa guerra continuaba y cada vez necesitaban
más hombres, así es que el pueblo se estaba quedando desértico; por lo que al
final sólo quedarán mujeres y niños, y no se sabe cuantos regresarán de los que
un día se fueron.
Espero
que te llegue mi carta y te ayude a
seguir adelante, para que pienses pronto en tu regreso, y nos deleites con
aquel sonido tan fantástico que sale de tu laúd; aunque espero que cuando
llegue en ese momento, aparques un poco
tu instrumento, o bien se lo dejes a un compañero para que podamos bailar.
Mientras, yo esperaré con ansiedad tu respuesta; no me importará si es un poco
triste, lo primordial es que me llegue y yo te escriba otra vez
Ya se que nada mas me conoces de vista, y seguro que no te has fijado en mí; pero eso no
importa, porque se que pronto nos conoceremos y hablaremos de música y de otros.
temas que seguro tenemos en común.
Aguardando
con ansiedad tu respuesta, se despide tu admiradora y espero que algún día algo
más.
Con cariño María
Escrito por Carmen Andújar
Gracias por la publicación amiga.
ResponderEliminarUn beso
No hay nada más temido para un soldado que una carta de casa, de un joven amor. En este caso, lo que es una confesión combinada con una declaración hace el deseo del regreso del bien amado una necesidad, a través del instrumento que lo caracteriza. Gracias Carmen.
ResponderEliminarEl anhelo de la muchacha por la correspondencia de amor... El sinsentido de la guerra. El amor aguardado....Conmovedor
ResponderEliminarCristian.
En el limite del quizá, de una esperanza que se mantendrá viva por la correspondencia, y de ese amor naciente dentro del romanticismo, Conmovedor!
ResponderEliminarEl LAUD siempre ha sido un instrumento que me ha llamado la atención, y que me remonta a épocas lejanas, como la de Tristan e Isolda. Muy lindo relato.
ResponderEliminarGracias por compartir, me ha gustado mucho
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