“Cada uno elige dónde enfocar la mirada; sólo ven la oscuridad
aquellos que están enfocados hacia el drama, el dolor y la injusticia”
Sai Baba
Aquí, allá y en el Mundo entero parece que vivimos una locura
total: contaminando, peleando por los recursos, asesinando y otras barbaries
que hacen pensar que vivimos en una época de mayor oscuridad que antes.
No es que
sirva de consuelo, pero la barbarie ha existido desde que el mundo es mundo, habitado
por el hombre. Es cosa de leer un poco de Historia y comprobar que la brutalidad
ha sido una constante universal, peleando unos con otros, desde los tiempos
tribales hasta los imperios modernos. La diferencia está en los modos y las armas
sofisticadas que ahora se utilizan. De la piedra y el garrote hemos “avanzado”
a las armas nucleares… ¡perverso avance!
Atrocidades
ocurridas desde la crucifixión de Jesús el Nazareno hasta las actuales monstruosidades
de asesinos en serie. Sea por conflictos religiosos, negocios ilícitos,
políticos voraces o guerras estúpidas; por tráfico de seres humanos, venta de
órganos vitales y un largo y entristecedor etcétera. Tal pareciera que no hemos
salido de la era de las cavernas. Hay un dato trágico: nada más en el siglo XX
más de 100 millones de personas fueron aniquiladas en guerras y asesinatos
masivos, gracias al poderío de las armas de alta tecnología.
Imaginemos
un mundo mejor: sin armas de ninguna especie. Los malvados serían menos
peligrosos y prepotentes; y aunque las peleas no acabarían, serían más parejas
y menos destructivas… ¿A bofetadas, acaso? Obvio que a los fabricantes de armas
no les conviene.
El
panorama pareciera tenebroso y desconsolador. Sin embargo, deseo compartir el
optimismo de muchos grandes personajes que afirman que “se ve más la Oscuridad
porque hay más Luz”. Porque, aunque no se note, y muchos medios de comunicación
no ayuden para nada, somos más los buenos - imperfectos, obviamente - que los
malosos. Pero sucede que los grupos de poder y comunicaciones quieren dirigir
la mirada colectiva hacia lo oscuro, y no hacia la luminosidad.
Pero detrás
de cada asesino, depravado, corrupto o delincuente hay cientos de miles de
personas bondadosas, trabajadoras y decentes. Lo que pasa es que no se ven, ni
los medios les dan el espacio que merecen. Recordemos la frase, del argot
periodístico, que dice que “el amarillismo vende”. Es decir, que las notas amarillas
y rojas venden más que las blancas. Así, pareciera que hay más penumbra que
luminosidad.
Sai Baba
(1926 -2011), que fue un líder espiritual de la India afirmó: “Que está
habiendo un incremento de la luz… Este incremento es intensificado por la
conciencia de todos los seres humanos. Cada pensamiento, cada emoción, cada
nuevo despertar de alguien a la conciencia de Dios eleva la luminosidad del
planeta. Esto te puede parecer una paradoja, puesto que la mayoría ve a su alrededor
más odio y miseria, sin embargo no es así.”
Siendo
realistas tenemos mucho estrés, miedo, angustia y emociones negativas
acumuladas que debemos limpiar para no caer en depresión, por un horizonte que
en apariencia es sombrío y luce como generalizado en todo el Planeta.
Un camino
de solución: si somos más los buenos que los malos debemos hacer valer nuestro
peso específico como mayoría.
“No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de
los deshonestos, de los sin ética... Lo que más me preocupa es el silencio de
los buenos”
Martin Luther King
Correo:
manuelsanudog@hotmail.com
DR. © Derechos reservados. Rubén Manuel Sañudo Gastélum. Se prohíbe la reproducción, total o parcial, sin el permiso del autor.
Muy bien escrito, muy bien redactado, directo y cierto, estoy de acuerdo con el camino de solución que apuntas:...."si somos más los buenos que los malos debemos hacer valer nuestro peso específico como mayoría"
ResponderEliminarMuchas gracias!, Angustias. Un afectuoso saludo.
Eliminarun alegato social contra las injusticias, las citas apropiadas. ¡enhorabuena!
ResponderEliminarGracias! Nuria. Un saludo, grande.
ResponderEliminarManuel, de los deseos de los buenos, están llenas las ciudades y los corazones. No dudes que triunfarán éstos, de cada cien veces, cien. Felicidades.
ResponderEliminarGracias!, Faustino.
EliminarCuando los buenos deseos superen al EGOísmo...
EliminarUna buena reflexión, aunque yo soy un escéptico convencido. Aun así, muy buen artículo, y muy acertadas las citas.
ResponderEliminarMuchas gracias, Juan. Un saludo.
EliminarMe encantó este relato, dotado de mucha espiritualidad. Esperemos que cada vez haya muchas más LUZ...
ResponderEliminarConcuerdo con tus buenos deseos, Gontxu.
ResponderEliminarSe mira la oscuridad, porque cada vez hay más luz.
No estoy de acuerdo. Desde mi punto de vista, la luz y la oscuridad deben existir en conjunto porque en caso contrario no se podría percibir el uno del otro. La guerra, el asesinato y la injusticia es lamentable, pero es parte de la vida, una vida que nos ha acompañado siempre. Es parte de la naturaleza del hombre luchar contra si mismo, y queda claro en la historia que como raza no podemos negarnos a este deseo. Después de todo, la lucha (en guerra o en investigación) es lo que nos ha puesto en este camino, para bien o para mal.
ResponderEliminarGracias Carlos. Te invito a leer esta historia que, aunque probablemente sea leyenda, muestra otro punto de vista. Un cordial saludo.
EliminarEl Profesor que reto a sus estudiantes.
El profesor universitario reto a sus estudiantes con esta pregunta: “Creó Dios todo lo que existe?”. Uno de los estudiantes valientemente respondió “Si, por supuesto” “Dios creó todo cuanto existe?’, preguntó el profesor. “Si señor” contestó el estudiante. El profesor le contestó: “si Dios creó todo lo que existe, entonces Dios creó la Maldad, y de acuerdo al asunto que nos concierne, y en relación a quienes somos, entonces Dios es Maldad” Los estudiantes se quedaron callados ante tal respuesta. El profesor, muy feliz consigo mismo, en una actitud arrogante, presumió a sus estudiantes que una vez mas había probado que la Fé cristiana era un mito. Uno de los estudiantes levantó su mano y dijo: “Profesor puedo hacerle una pregunta?”, “Por supuesto”, contestó el profesor. El estudiante se puso de pie y dijo: “Profesor….existe el frío?” “que clase de pregunta es esa?...por supuesto que existe. Alguna vez has tenido frío?”. Se escucharon risas en tono de burla de los demás El joven estudiante dijo: “En realidad señor, el frío no existe….de acuerdo con las leyes de la física lo que consideramos frío es en realidad ausencia de calor. Todo cuerpo u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el calor es lo que hace que un cuerpo o cosa tenga o transmita energía. El cero absoluto ( 0° C) es la total ausencia de calor; todo queda inerte e incapaz de reaccionar a esa temperatura. El frío no existe. Hemos creado esa palabra para describir como nos sentimos si no tenemos calor. El estudiante continuó: “Profesor, existe la oscuridad?” El profesor respondió: “Por supuesto” El estudiante le contestó, “Una vez mas está usted equivocado señor, la oscuridad no existe tampoco, La oscuridad es en realidad la ausencia de luz. Nosotros podemos estudiar la Luz pero no la oscuridad. Podemos utilizar el Prisma de newton para separar la luz en varios colores y estudiar múltiples ondas de cada color. No puedes medir la oscuridad. Un simple rayo de luz puede entrar a un mundo oscuro e iluminarlo. Como puedes saber que tan oscuro es un determinado espacio?, se puede medir la cantidad de luz presente. Es correcto? La oscuridad es un término utilizado por el hombre para describir que pasa cuando no hay presencia de luz.” Finalmente el joven preguntó al profesor: “Señor, existe la maldad?” Ahora, dudosamente el profesor respondió “por supuesto, como ya lo he dicho anteriormente, lo vemos todos los días, es un diario ejemplo la inhumanidad del hombre para con sus semejantes. Está en la multitud de crímenes y violencia en todas partes del mundo. Esas manifestaciones no son otra cosa mas que maldad” Ante esto el estudiante le contesta: “la maldad no existe señor, o al menos no existe como si misma. La maldad es simplemente la ausencia de Dios. Es como la oscuridad y la luz, la maldad es una palabra que el hombre ha creado para describir la ausencia de Dios. Dios no creó la maldad. La maldad no es como la Fé, o el amor que existen al igual que la luz y el calor.La maldad es el resultado de lo que pasa cuando el hombre no tiene presente el amor de Dios en su corazón. Es como el frío que surge cuando no hay calor o la oscuridad cuando no hay luz.”
El profesor tomo asiento.
El nombre del estudiante: Albert Einstein.
Resulta paradójico, lo que pasa es que no hay quien sea el líder de los buenos!
ResponderEliminarPero al final de cuentas todo se reduce al Yin y el Yang creo yo...
Gracias Juan,
EliminarDe cuando en cuando aparecen los Gandhis, por ejemplo.
Un cordial saludo.