Hola Carlos, hace una semana nos
vimos después de seis meses y parecía que el tiempo no pasó para nosotros. Mis
sentimientos siguen firmes hacia ti, te quiero y me gustaría que lo
intentáramos otra vez más, yo sé que tu sientes lo mismo que yo. Cuando los
sentimientos mandan no hay razón que se oponga. Creo que nos debiéramos ver una
vez más y dejar claros nuestros sentimientos y si coincidimos, ¿por qué no
regresar?, al fin y al cabo, no nos fue tan mal, un resbalón lo tiene
cualquiera. Yo te prometo que no volverá a pasar, fue un momento de debilidad.
Piensa que tú viajabas mucho y yo me quedaba muchos días sola; pero te prometo
que no sucederá más, me he dado cuenta que te quiero más que a mi vida, sobre todo
ahora cuando te he perdido.
Espero tu respuesta y que me des otra oportunidad,
prometo no fallarte.
Te quiere, Laura
Laura escribía esta carta a Alberto después de su
ruptura hacía seis meses. Se vieron por casualidad por la calle y
intercambiaron unas cuantas frases intrascendentes; aunque en honor a la
verdad, Laura si que intentó abrirse a Carlos, en cambio él se cerró como un
cerrojo y no soltó prenda, solo le comentó un cómo estaba, cómo iba el trabajo
y poco más. Por eso Carlos no entendía el por qué de la carta de Laura, no
entendía nada. Por supuesto no tenía ningunas ganas de volverla a ver, así que
decidió enviarle una respuesta, podía pasar; pero pensó que al menos se la
merecía, no debía albergar esperanzas.
Hola Laura, yo también me alegré de verte, te vi
muy bien, al fin y al cabo, solo han pasado seis meses. La verdad es que siento
mucho que te pareciera mi actitud albergadora de esperanzas para retomar lo
nuestro, no fue mi intención. Yo ya lo he superado y he rehecho mi vida. No te
negaré que lo pasé muy mal cuando lo dejamos; pero peor fue cuando descubrí tu
infedelidad. Es verdad que viajaba mucho, mi trabajo lo requería y tú ya lo
sabías cuando me conociste, por lo tanto, es una mala excusa. Si es por
debilidad, yo también tuve esos momentos no lo negaré y oportunidades para
haberte sido infiel; pero no lo hice, nunca me lo planteé. En el momento que
estás con una persona te debes a ella y se acabó, y si tu no pudiste
aguantarte, lo siento, hay que atenerse a las consecuencias. Yo estaba muy
enamorado de ti, y no me olvidé fácilmente de los momentos que tuvimos de sexo,
son inolvidables y siempre los llevaré conmigo, tu piel sedosa, aquellos
orgasmos al unísono, son difíciles de olvidar, cabalgando rítmicamente hasta
llegar al éxtasis total.
Pudimos haber sido muy
felices; pero tú tomaste una decisión. Piensa que el sexo es muy importante;
sin embargo no es todo, sino seríamos como los animales que se mueven por
instinto, el amor, no te equivoques no es solo sexo, eso no es amor, el amor es
mirar a la persona que quieres y que se te ponga un nudo en el estómago de
felicidad, es compartir momentos de conversación, es cogerse de la mano y
pasear a la orilla del mar, acariciándote la cara la suave brisa, y pensar que
te sientes muy bien con aquella persona a tu lado, en fin son tantas cosas,
también el sexo claro está; pero no solamente.
Laura lo siento mucho, no puedo volver contigo,
espero que lo entiendas. Deseo que seas muy feliz, seguro que al final
encontrarás a la persona adecuada que te llene de verdad.
Te deseo lo mejor.
P.d: Un beso por los buenos tiempos de Carlos
Cuando Laura recibió la carta, no pudo parar de
llorar, como pudo estar tan ciega, él nunca le perdonaría lo que le hizo y
nunca más lo tendría a su lado. Le daba la razón; sin embargo, no podía
remediar la tristeza que en esos momentos sentía. Una lágrima cayó sobre la
carta, mojando aquellas últimas palabras de su amado. Ese beso sería el último
que recibiría de él, aunque fuera por carta, lo guardaría para siempre.
Carmen Andújar Zorrilla
Siempre es duro el rompimiento, pero la verdad es clara. Cuando las cosas no funcionan hay que ser claros, porque si no provocará más dolor. Excelente exposición epistolar de sentimientos encontrados, gracias Carmen por tu relato.
ResponderEliminarEl amor tiene las dos caras.
ResponderEliminarMe gustó mucho.
En una carta puedes poner más de ti,
y decir lo que en persona no te atreves.
Un abrazo grande
Lolotónico
Manuel Barranco Roda
Gracias Somet y Manuel. Está claro, siempre uno es más libre para escribir sus sentimientos de una manera escrita que hablada, se atreve más y él le dejó clarísimo a ella.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por comentar.
Duro es el rompimiento; pero hay situaciones que conllevan a eso. Cierto lo que dices: se expresa aparentemente con mayor libertad la palabra escrita que la hablada. ¡¡¡Felicidades Carmen!!!
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