Si no tuviera el lenguaje
y fuera un animal, como las gallinas,
hablaría con miradas interrogantes
entre cocoreos parpadeantes
la cabeza ladearía, entre sopesares,
entre pros y contras de la duda mía.
Me mecería en ritmos oscilantes
y muy quedamente, en un abrir de ojos,
graciosamente te respondería...
¡No hables!
Si no tuviera el lenguaje
y sí la cresta bien erguida, todos verían
mi gran pose admirable.
En silencio me observarían.
Dícese del silencio que es un arte...
¡No hables, galla María!
Si no tuviera el lenguaje,
otro gallo cantaría...
3 comentarios:
Muy bueno María, pero sin el lenguaje no escribiríamos, cacarearíamos. Gracias por tus palabras.
Muy original. Pero menos mal que existe el lenguaje! De lo contrario, no existiriamos nosotros, los escritores...
Estupendo el poema, me a encantado. Apesar de que es muy imaginativo tambien nos muestra la realidad del lenguaje, su importancia y esencia.
Publicar un comentario
Gracias por dejar vuestros comentarios.