sábado, 21 de diciembre de 2013

Eppur ti amo

Era Nochebuena. Como diría Dickens, el día más feliz del año. Pero él no podía dejar de pensar ese día en su amor imposible, la única chica por la que nunca dejaría de temblar cada vez que la viera. Por desgracia, ella estaba con otro, nada que hacer. Pero esa mágica tarde de diciembre entre copos de nieve, el fugaz beso que le dio bajo el muérdago fue suficiente para que durante toda la cena sintiera ese cosquilleo en el estómago, que nada tenía que ver con el exquisito pavo ni con los langostinos a la plancha del menú familiar. La ilusión duraría lo que tardara en volver a la realidad del día siguiente, cuando mientras escuchara el coro de Navidad en la Catedral, constataría una descorazonadora verdad. Pese a que lo negara, cuando ella volviera con su novio y él se quedara sin final feliz para su relato navideño, seguiría amándola para siempre, lo que lo hacía dichoso y desgraciado a un tiempo. Ya fuera del templo, apuró la petaca, encendió un cigarrillo y lloró su frío. Sólo entonces, pensó en Galileo:


Y sin embargo, te amo.
 
 
Feliz Navidad
 
 
 
 

 
 
 

10 comentarios:

Somet dijo...

Un microrelato de desencuentros. Muy interesante Juan Martín. Felicidades.

Faustino Cuadrado dijo...

Juna, lo bello si breve, dos veces bueno. Un saludo

Anónimo dijo...

No es más amor el que lo posee, sino el que lo entiende. Me gusta....

Cristian

Efrain dijo...

Un microrelato lleno de sentimientos. Nuestro protagonista vive muy arduamente ese corto momento de la cena donde sintió todo el tiempo el cosquilleo que sienten los enamorados, para luego caer en la ya conocida desilusión de la realidad. Muchos pueden relacionarse con esta breve historia.

Juan dijo...

Muchas gracias, amigo. Te deseo un feliz 2014. Un abrazo.

Juan dijo...

Muchas gracias por tus palabras, compañero. Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo y feliz año nuevo.

Juan dijo...

Gracias, a veces el amor más grande no se posee, estoy de acuerdo. Un abrazo y feliz 2014.

Juan dijo...

Gracias Efrain, es cierto que se presta para que muchos se vean reflejados en él. A veces fechas como la Navidad nos hipersensibilizan para ciertas sensaciones como es ésta del amor; o, mejor dicho, del amor no correspondido. Feliz año nuevo. Un abrazo.

Gontxu Morán De Mario dijo...

Vaya, Juan, qué te admiro. Has podido expresar un montón de sentimientos nada menos que en un micro-relato. Yo no hubiera podido. Muy bien ahí.

Jose-divi dijo...

Buahhh, cuánto sentimiento en tan poco espacio. Enhorabuena amigo, has conseguido atraparme en diez líneas.

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