Tal día como hoy —hace ya un año—, me
levanté con un dolor intenso en mi corazón.
Era tan agudo, que sin saber el por qué mis ojos se humedecieron...
Era tan agudo, que sin saber el por qué mis ojos se humedecieron...
Ese día
sentí que tenía que hacer algo por el amor, —hacia la literatura— que dentro de
mí albergaba.
Y
es por ese motivo que no podía guardar en un cajón —como quien guarda un
objeto—, tanto amor como el que sentía, y que a día de hoy afortunadamente
todavía siento.
Ese día estaba llena de ilusión, de amor y de vida.
Una vida que nació en forma de blog, manchada de sangre y que salió de
mis entrañas; para ser arropada con vuestras letras y mecida con vuestras
palabras.
Mi
hija, —La Revista de Todos—, ya tiene un año. Un año que ha sido intenso, muy
intenso.
Haber
"parido" esta revista, es sin duda, el parto más bonito que he podido
tener hasta la fecha.
Porque
no solo he creado un blog de literatura, —como el que casi todos tenemos—, sino
que es un espacio, donde muchos escritores que tenían miedo a escribir lo que
sentían, hoy, gracias a la Revista, han vencido ese miedo gritando con palabras
lo que sus almas por timidez callaban.
La
Revista, ha dejado de ser mía, para ser la vuestra, la de "todos".
Porque la bauticé hace un año con ese nombre, con la única idea de que algún día
desplegase sus "alas" y echase a volar. Y ese día ha llegado.
Por
la revista han pasado muchos escritores, algunos siguen en mi equipo, otros se
han ido, a otros se les ha invitado a marcharse y otros... ¡Ay! ¡Nunca respetaron
el amor que por mi hija sentía! —Pero... de todos he aprendido—.
Tener
que editar tantas aportaciones hace que te fijes en el estilo de los demás, —cogiendo
un pequeño ingrediente de cada colaborador— mejorando un poquito mi manera de
escribir, pero sin perder mi esencia y sin dejar de escribir lo que me dicta el
corazón.
Desde
hoy y en adelante, seguiré luchando por la revista, como siempre lo he hecho,
pero sin que olvidéis: Que todo lo que
empieza puede tener un final. Y que ni yo soy la Revista, ni mi vida acaba
aquí.
Quiero
agradecer el apoyo incondicional de los escritores que a día de hoy forman parte del "Staff" de la Revista y en especial a María del Carmen Aranda y Luis
Anguita Juega, por haber estado colaborando con la revista y sobre
todo, por haber accedido a ser los padrinos, de mi hija: La Revista de Todos.
Y
sobre todo, agradeceros a todos los lectores que de una manera anónima, hacéis
que las visitas cada día sean más numerosas. Sólo por y para vosotros,
seguiremos luchando.
Gracias a todos; salud y suerte.
FELICITACIONES, AMIGA, MUY LINDA LA CARTA, SENTIDA, COMO TODO LO QUE ESCRIBES Y EXPRESAS, CARIÑOS Y SUERTE.
ResponderEliminarTRINA
Gracias Trina. Qué bien me conoces. Cierto, muy cierto; todo lo que escribo siempre lo hago con el corazón, un besazo.
EliminarYiuuu... Sangre. Es broma, bueno es siempre bueno cumplir el año. Captar el interés en un blog y conservarlo es una labor dura, debo decirlo por experiencia propia. Felicidades Eva y esperemos que este proyecto siga así por un largo tiempo.
ResponderEliminar¡Cómo no, Carlos! Ves sangre y te emocionas jajaja. Muchas gracias por formar parte de mi equipo. Ten por seguro, que como en todas las parcelas de mi vida, lucharé para que éste proyecto siga adelante. Besos.
Eliminar¡Felicidades!
ResponderEliminarMuchas gracias, Juan. Tú eres parte de la Revista y si algún día decides coger el vuelo y partir, no olvides que siempre será tu casa. Un saludo.
EliminarEnhorabuena por este primer año, y que vengan muchos más. Cultura y literatura, es lo que necesita nuestra anestesiada sociedad para ser más libre cada día. Y una revista como esta, abierta, respetuosa y diversa, es un ejemplo para todos. Felicidades, Eva.
ResponderEliminarGracias, Dioni. Efectivamente la Revista, es un espacio cultural que fue creado con la intención de aunar las fronteras y que las letras sirvieran de enlace con otros países. Gracias, muchas gracias.
EliminarFelicidades, y me alegro de haber podido contribuir con mi granito de arena, un abrazo
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