Una revista de literatura, donde el amor por las letras sean capaces de abrir todas las fronteras. Exclusiva para mayores de edad.

domingo, 30 de junio de 2013

"Círculo mundial de escritores e intelectuales". Premio al tercer puesto...


           Dedicarse a la literatura es enfrentarte a un mundo de ilusiones y ligeras decepciones.        

          Es crear historias que en ocasiones son tan reales, que quien las lee, no sabe diferenciar, que es ficción y qué realidad.

          Empecé a escribir siendo muy niña. Mis primeros cuentos, lo escribí cuando tenía diez años. Y ahora tengo treinta y siete años.
         
          He tenido temporadas en que me he alejado de escribir porque siempre pensé que nunca lograría emocionar con ninguna de mis palabras.

          Siempre tuve un diario donde escribía todo lo transcurrido a lo largo del día, pero solo eran esos, sentimientos, que se quedaban encerrados bajo llave.

          En mil novecientos noventa y ocho de nuevo volvió en mi la pasión de escribir, y de una manera incipiente. Porque no necesitaba días y días para escribir una historia. De repente sentía que tenía que escribir y escribir hasta gritar lo que en mi interior había.

          De nuevo paré, porque siempre hay "amigos" que te dicen que es una bobada escribir, que para qué. Que de ello no se come. Cierto es que no se come con ello. Pero a mi, me alimenta el alma.

          Y fue de nuevo en octubre del dos mil once cuando he regresado y para quedarme dentro del mundo de la literatura. Durante años la literatura y yo hemos sido amantes, quizás he querido engañar mi amor hacia ella, por timidez, por vergüenza, qué se yo por qué.     

          El caso es que a día de hoy y hasta que la muerte me separe de ella, seguiré escribiendo, hasta exhalar mi último aliento.

          Hoy es un día especial para mí, otro reconocimiento más en mi corta vida de escritora, o creadora de historias. ¡Es tanto el respeto que le tengo a la palabra antes mencionada! 

          Es un honor para mí recibir este diploma, del "Círculo mundial de escritores e intelectuales". Un tercer puesto que os aseguro que me hace muy feliz.

         


          Os dejo el link, que os derivará a la primera entrevista que me han hecho.  


          Una vez me preguntaron: —Eva, ¿qué es para ti escribir?—. Aquí, en estas líneas está la contestación a lo que es su día no supe qué decir—.

 


Escribir...

Es contar historias irreales

dotándoles de una credibilidad,

en ocasiones surrealista. 

Escribir...

Es contarle al viento

lo que tu alma en silencio grita.
 
 
Eva Mª Maisanava Trobo

viernes, 28 de junio de 2013

Reseña especial de la novela "Donde está tu destino". Luis Anguita Juega. ediciones Carena.


          Acabo de terminar de leer el libro. No sé si estarás despierto o no. Pero no podía dejar de escribir el comentario, ahora, en caliente, cuando estoy llorando.
 
          Con la anterior novela, "Siempre habrá un lugar para soñar" lo pasé mal, muy mal; por cosas personales que tú ya conoces. Me enamoré de Sergio, de su corazón, de su coraje en alta mar. Me identifiqué con Patricia.
 
        Ahora he de decirte que te has superado amigo, en gramática, en construcción de sueños, de amores y de fantasías.
 
          El Doctor, es en esta novela ese hombre al que siempre he admirado, por sus principios, por su lucha en la vida y por estar en la sombra y sin dar importancia a todos sus actos. Y María, ¡ay! María, sé lo que es huir de quien solo quiere destruirte la vida. No sé que más decirte. Sí, algo más... Me voy a por un pañuelo de papel, pero no sin antes decirte, gracias Luis, gracias.
 
 
 
Book tráiler de la novela "Donde está tu destino"
 
 
 
          Firmado:
          Eva Mª Maisanava Trobo

jueves, 27 de junio de 2013

Book tráiler de la novela "La Restauración" Fernando Alonso Barahona.


La Restauración. Fernando Alonso Barahona.
 
"Anoche soñé que no hacía este viaje". De este modo comienza "La Restauración". Roberto, un arquitecto que acaba de separarse de su esposa, realiza un viaje en tren hasta la mansión del viejo aristócrata Andrade. Durante el viaje conoce a María, una misteriosa viajera. Será en la mansión donde descubra un cuadro insuperable y fascinante, retrato de una mujer semejante a la viajera, cuando comprenda que la restauración del mismo resultará crucial en el diseño de su vida futura.
 
El sangriento asesinato de Andrade, el misterio del retrato de María Graziella, amante del héroe americano Davy Crockett antes de la batalla de El Álamao en 1836, la azarosa vida del pintor autor del cuadro. Se entrecruzan nuevos asesinatos, investigaciones históricas que reconstruyen la azarosa vida de María Graziella en Méjico. San Antonio de Béjar y España... cuyas huellas conducen al magnicidio del general Prim.
 
¿Qué misterio encierra la familia Andrade, en particular a Marina, su enigmática hija?... un lienzo hecho de pintura envuelve la acción de los personajes hasta su inesperado desenlace; uno entre tantos de los propuestos en el relato, un sendero entre tantos caminos abiertos por la restauración.


 

Book tráiler del poemario "El rapto de la diosa", de Fernando Alonso Barahona. Ediciones Carena.


EL RAPTO DE LA DIOSA

Amor, sensualidad, fascinación y dolor.

La belleza atrapada.

Una diosa con forma de mujer y un amante enamorado de su pasión, romance arrebatado que crea las esperanzas y acompaña el camino de la vida.

La diosa bebe sus horas y su felicidad parece aquietar su alma, pero hay deseos escondidos, aventuras ignotas que conducen a caminos aún por explorar. ¿Acaso no merece la pena correr el riesgo de vivir?

La diosa puede perder sus alas cuando el amante llama a su puerta.
¿Quién será capaz de desoír esa llamada?

Mujer despierta,
carmín de labios rojos
abrasando en deseo
la carne.

Mujeres dormidas,
sueños ocultos
que rasgan el alma
silente
con su caricia etérea.

Espejo de mujer
roto en miles de ojos
desnudos
y escrutadores,
vuélvelos y mira,
voy a cruzar el cristal transparente
para que el sueño
y la vida
despierten juntos siempre
mujer mágica del espejo.

Fernando Alonso Barahona





miércoles, 26 de junio de 2013

Presentación del poemario "El enjambre dorado", Luz Macías... Madrid. 25/06/2013.

          Hacía una tarde sofocante. Durante unos minutos estaba planteando si iría o no. Pero una vez más, esta indómita reportera, fue a cubrir el evento en el que la autora del poemario "El enjambre dorado", me había hecho llegar una invitación.
 
          Es la primera vez en mi vida, que he vivido una de las presentaciones más bonitas a las que he asistido desde que estoy metida de lleno en el mundo de la literatura.
 
          Calidez, vibraciones, calor humano, y mucho más es lo que se exudaba por las cuatro paredes de la sala del Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Serrano.
 



         No me voy a extender en escribir palabras, cuando en esta ocasión el vídeo realizado por mí, habla más de lo mil palabras conseguirían decir.
 
          Espero que os guste tanto como a mí o más el recital que ayer 25 de junio tuvo lugar en la presentación del poemario "El enjambre dorado".
 
 
 
 
Hasta el próximo evento en el que sea invitada.
Salud y suerte.
Eva

viernes, 21 de junio de 2013

Presentación del libro "El enjambre dorado" (ediciones Carena), autora Luz Macías.


        Una vez más, La Revista de Todos, ha sido invitada por la escritora, Luz Macías, autora de "El enjambre dorado" (ediciones Carena), que presentará su libro el próximo 25 de Junio a las 19:00 de la tarde. En la sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés. Calle Serrano, 52. Madrid.


          Si nada me lo impide, trataré de cubrir el evento, para una vez más, manteneros informados de todas las presentaciones, donde los autores tengan a bien, invitar a esta reportera indómita.

          Os dejo la información del libro que se presentará, y más abajo un plano de como llegar a lugar donde será presentado.

          En 'El enjambre dorado' contemplamos un paisaje exterior y una geografía de interiores donde anidan los matices del pensamiento y la emoción, a la vez que descubrimos un retrato de la autora. En este ámbito, el amor es felicidad perdida, imposibilidad de recobrar la dicha; brotan los motivos existenciales, imágenes de paisajes del frío, poemas urbanos y estampas donde brillan los años juveniles. Un libro que hace cómplices a los lectores de un mundo íntimo, poblado de estaciones de luz, donde unas veces brilla el pabilo de la nostalgia y otras se dibuja un horizonte de pérdidas. Las diluidas referencias cultas y el lenguaje directo, así como la delicada tensión emocional de los versos, inspirados algunos en las fuentes románticas, animan a adentrarse en su lectura. Luz Macías procede del mundo empresarial y es miembro de la Academia de Artes y Letras de San Antón. Ha publicado el poemario 'El grito de la mariposa' (2009).
 
 
¡¡Os esperamos!!

 

Terapia de Machos. Episodio 4: José Francisco: “Tuve Tu Veneno”

-Ahora que la nueva generación dio el puntapié inicial, es hora de que la más vieja siga…
 
Lo que José Francisco intentó hacer con su comentario fue una (especie de) broma pero era tan serio, tan rígido, con ese aspecto tan militar, esos nudillos tan salientes, esa mandíbula tan prusiana, que nadie se animó a reír.
 
Cuando Guillermo vio que José Francisco tenía en la mano un frasco de perfume a medio llenar (“Bambú” de Alfonso Domínguez, Sofía, su ex pareja, se lo había traído de su último viaje a Europa) se preguntó COMO llegaría a describirse este hombre con ese objeto quizás tan ajeno a su personalidad. “Apuesto a que este hombre es de los que todavía usan colonia, Crandall o Colbert Noir, quizás. No lo veo usando otro perfume” pensó el analista mientras José Francisco empezaba su descripción.
 
“Soy un perfume, estoy compuesto de alcohol de origen vegetal, agua, fragancia, butilmetoxidibenzoilmetano, Etilhexil Metoxicinamato, etilhexil salicilato, alfa-isometil ionona, butifelnil metilpropional, citral, citronelol, cumarina, geraniol, hexilcinamal,limoneno, linanol. Todos estos elementos me componen y me forman. Tengo la tarea de que la gente huela correctamente. Y estoy a medio llenar…”
 
“A medio llenar” recordó en su interior “Como la Botella de Whisky de aquella noche en que me convertí en asesino”.
 
La tarde del asesinato que conmovió al barrio de Barracas allá por principios de los 90, José Francisco se fue a tomar el té a la confitería Boston como solía hacer. Pidió un blend[1] de té ingleses acompañado de 3 masas secas (“tenían” que ser tres), una de chocolate, una de membrillo y una de coco. Se sentó en la misma mesa de siempre y fue Tito, su camarero que lo atendía hacia veinte años, quien lo atendió como de costumbre.
 
El acontecimiento había aparecido en todas las planas de los diarios: los cuerpos de Elsa Judith Frenchi de Aztigueta, cosmetóloga, de 42 años y de su amante, Roque Ramón Castillo de 29, desocupado, yacían inertes en la cama matrimonial, con los labios violáceos hinchados, el cutis pálido y los ojos sin vida abiertos y vidriosos. Pero lo peor había sido la expresión de dolor en sus rostros, como si hubieran tenido un sufrimiento exiguo. Sin embargo, no había signo alguno de violencia en los cadáveres. Los cuerpos mortecinos de ambos estaban desnudos, por lo que se deducía que el hecho los había tomado desprevenidos. También, en la cocina del dúplex de Barracas, se encontró el cuerpo sin vida de Dorothea Rosa Sara Golblatt de Ferenchi, de 77 años, madre de una de las víctimas y más conocida como “Goldie”. Tampoco el cuerpo de la anciana presentaba signos de violencia. Tan solo el mismo color en la cara, la hinchazón en los labios, el color morado…y la mueca agarrotada de dolor, la misma que presentaban su hija y su amante.
 
José Francisco Aztigueta y Elsa Frenchi -“Elsita”, como la llamaban todos-se habían conocido en la Facultad de Medicina allá por principios de los 70. Ninguno de los dos llegó a terminar la carrera: José Francisco se dio muy pronto cuenta de su pasión por los elementos químicos más que por la salud humana y raudamente se pasó a Bioquímica, carrera de la cual se recibió con honores y Elsita –quien no era muy afecta a estudiar ni la constancia era una de sus virtudes-recaló primero en Psicología,  carrera que dejó porque estaba lleno de “comunistas” , luego en Magisterio el cual dejó porque consideraba que las maestras eran chatas y no tenían ambiciones,  para terminar haciendo un Curso de Peluquera y Cosmetología. Total, lo único que realmente le importaba a Elsita era casarse, tener hijitos y dedicarse a su marido. Y por supuesto el sexo. Elsita era una “bomba”, se consideraba al nivel de Graciela Alfano, Moria o Susana[2].Su apetito por el sexo era tan voraz como su apetito por el dinero y la buena vida. José Francisco ya tenía un buen pasar desde soltero, hijo de unos inmigrantes vascos que habían llegado a hacer la América y habían puesto un pequeño almacén que con el tiempo se había convertido en un mercado y qué más tarde el hermano mayor de José Francisco lo había modernizado: Supermercados “Aztigueta”.
 
Elsita, en cambio, venía de una historia familiar menos común: su madre judía nacida en Austria había escapado de los nazis, etc. En Buenos Aires, conoció a un húngaro buscavidas (el apellido en realidad era “Férenczi” pero al llegar a la Argentina lo habían escrito lo más parecido a como sonaba y el resultado había sido “Frenchi”), medio gitano de alma y de actuar pero no así de sangre, aunque a Elsita le gustaba decir que llevaba sangre gitana en sus venas, por más que su padre no tenía nada de gitano y los gitanos eran más abundantes en Rumania que en Hungría. Luego de algunos años de romance con Goldie y de darle un retoño, Férenczi abandonó a su mujer y a su pequeñísima hija con rumbo desconocido, aunque las malas lenguas decían que se había escapado detrás de una bailarina francesa de un espectáculo de revistas y nunca más se había vuelto a saber de él. Esto le generó a Goldie un odio hacia los hombres en general y a los “goy”[3] en particular. Sería por eso que Goldie nunca aprobó la relación de su única hija con el bioquímico. “Dreck[4], Mierdita” lo llamaba, marcando bien la erre con ese acento tan particular que le había quedado del idish. Goldie solía hablar en Idish con Elsita para que José Francisco no las entendiera. Y no se sabía por qué causa, razón o circunstancia, Goldie volcaba en su yerno todo su odio hacia los hombres y hacia los goy.
 
Si bien eran tan diferentes como podían ser (Francisco José un flemático Lord Inglés, estructurado, rígido, muy mental y con pasión por las formas y el protocolo mientras que Elsita era una fuerza de la naturaleza, salvaje, seductora, voluptuosa y sobre todo, voluble, una mujer a la que no le importaban los límites, ni propios ni ajenos. Tanto así que los amigos de José Francisco-todos profesionales e intelectuales-solían llamarlos “El Damo Y La Vagabunda”[5]) igualmente se enamoraron, se pusieron de novios por unos pocos meses y se casaron con bombos y platillos, todo pagado por los Aztigueta, claro, está, que no veían con buenos ojos a la mujer de su retoño. Tuvieron dos hijas mujeres, José Francisco prosperó en su Profesión, trabajando en un laboratorio muy importante. Se compraron un dúplex en Barracas, cambiaron el auto y Elsita tenía todo lo que un Ama de Casa podría soñar. Hasta su marido le había puesto un gabinete de cosmetología a todo trapo.
 
Pero Elsita igual se aburría. José Francisco trabajaba mucho y encima, siempre llegaba cansado y no quería tener sexo. Las pocas veces era un sexo mecánico, automático, microscópico que dejaba a Elsita sedienta y enojada a la vez. Y encima, la relación de Francisco con Goldie no ayudaba en nada. Su madre solía torturarla por haberse casado con él y cada vez que José Francisco le decía algo a Goldie, esta le contestaba: “Kush meer in Tujes”[6]. Pero Goldie no solo lo insultaba sino que le echaba maldiciones en Idish, maldiciones que venían de siglos y siglos, lanzadas por generaciones de Madres Judías. La que más le molestaba a José Francisco (y más le gustaba a Goldie) era:
 
-“Er zol hobn Pare’s makes bashoton mit Iov’s krels”, que tenga las Plagas del faraón matizadas con las pústulas de Job.
 
O también le deseaba que fuera una lámpara que se colgara de día y que se quemara de noche. En fin, que la convivencia no era nada buena. Pero José Francisco la soportaba estoicamente, aunque marcaba sus reglas y dejaba claro que el que las mantenía a las dos era ÉL. Mientras tanto, Elsita, para evadirse de su “triste y mediocre rutina” como llamaba a su vida, se consolaba con algún que otro amante ocasional, al que nunca volvía a ver.
 
Hasta que un día llegó Roque. Una tarde sudorosa de pleno Febrero, con el sol radiante, Roque Ramón Castillo llegó para arreglar el jardín de los Aztigueta en la casa de fin de semana de Luis Guillón[7]. Elsita lo vio bajarse de la chata, en musculosa, moreno, con el cuerpo de un Adonis, los labios gruesos como dos esponjas, el culo bien parado y el bulto que se le marcaba en el pantalón. Elsita sentía como se le ponían sus pezones turgentes como dos flechas. Ella siempre usaba sus pezones de brújula cuando un hombre le gustaba. Una hembra como ella necesitaba eso, un macho alfa que la hiciera gozar, sentir que estaba viva. No como José Francisco a quien ya el sexo había dejado de interesarle hacía rato. En realidad no era que no le interesara: se la follaba como si fuera una tabla de planchar, sin la menor emoción, sin juego previo, con esa cara de póker inexpresiva e imperturbable y apenas con tan solo un débil gemido que José Francisco exhalaba al acabar.
 
Y cuando Elsita vio a Roque quitarse su camiseta, exponiendo esos músculos viriles, torneados y excitantes, el sudor deslizándose por su vientre chato y firme como una tabla de lavar, lampiño como una estatua de jardín, donde solo unos pocos vellos comenzaban en su ombligo y se escondían al llegar al slip bordó que se asomaba apenas por encima del pantalón supo que no pasaría mucho tiempo hasta que él cayera rendido a sus pies. Y así fue, nomás. A la tercera cortada de césped y arreglo de los rosales, Roque le cortó el césped de su femineidad, haciéndola gozar como nunca nadie lo había hecho. Su brutalidad y falta de tabúes en el sexo le abrieron a Elsita una puerta a lo desconocido; ella que se jactaba de ser una “mujer fatal” que dejaba sin aliento a los hombres, conoció los orgasmos múltiples, el sexo anal, los juguetes, la lluvia dorada. Cosas que harían que su marido la hubiera llamado puta como mínimo.
 
En un principio, Elsita y Roque solo se veían en Luis Guillón, él la llevaba con su chata[8] a su casita o a un albergue transitorio, pero luego también empezaron a verse en Capital. José Francisco trabajaba todo el día, las chicas iban al colegio y Goldie…Bueno, Goldie con el tiempo –y el odio a José Francisco-se convertiría en cómplice de la relación. Con el tiempo, a Elsita la sola presencia de su marido se le hacía insoportable pero a la vez, necesitaba de su buen pasar, así que una idea surgió por su mente:
 
-Matémoslo.
 
Y así fue como Roque arregló con unos “amigos”, a los que prometió unos pesitos, después que la esposa del finadito heredara. Todo simularía ser un asalto cuando José Francisco estacionara su auto y quedaría como una víctima más de la inseguridad. Lo que no contaron con el día del robo es con que José Francisco justo ese día había llevado un arma a limpiar y ahuyentó a los frustrados asesinos a tiros.
 
Sin embargo, Elsita y Roque no se dieron por vencidos y lo intentaron una segunda vez. Esta vez lograron que le pegaran un par de tiros, pero ningún balazo había tocado un órgano vital y después de unos días en el hospital, José Francisco había vuelto a su vida normal. Elsita, quien tenía casi nula tolerancia a la frustración, entraba en ataques de nervios cada vez que el intento de asesinato fallaba.
 
José Francisco no supo bien ni con certeza cuándo empezó a sospechar. Lo que sí supo era algo le olía mal y era en su propia casa, así que contrató un investigador privado quien le puso ante sus ojos la evidencia que él no había logrado ver. Sólo supo que se estaban burlando de él, que Elsita se estaba portando mal-muy mal- y que merecía un castigo. Para José Francisco, el mundo era un lugar donde todo estaba mal porque la gente no hacía lo que tenía que hacer. “Si tan solo hicieran lo correcto…” solía pensar.
 
Y así fue como la víctima se convirtió en victimario.
 
Pese a que el crimen fue caratulado como “pasional”, no tuvo nada de pasión ni de ceguera. José Francisco no entré con un revólver y los acribilló a tiros ni tiró a su mujer por la ventana ni acuchilló con varias puñaladas al que lo hizo cornudo. No, no. José Francisco cometió el crimen con la frialdad, flema e imperturbabilidad que lo caracterizaban. Siendo Bioquímico y un experto en sustancias, preparar el “Compuesto 1080” fue un juego de niños. Un día entero que él se había pasado observándolos, había descubierto que Elsita y Roque tenían un rito: tomarse el Whisky importado de él, los dos desnudos, bailando, antes de hacer el amor. El Whisky. Dado que el Mono Fluoruro Acetato de Sodio era inodoro, insípido y soluble en medio líquido, el bioquímico lo introdujo por medio de una jeringa en la botella abierta de whisky, que estaba a medio llenar (o a medio vaciar, según quien la mirara). Luego de inyectar el liquido letal, y antes de que los amantes furtivos llegaran (a reírse de él, pensaba José Francisco) se fue a tomar su usual blends de Tés con masas a la “Boston” y esperó allí las dos horas que aproximadamente el veneno bloquearía el metabolismo celular de Elsita y Roque.
 
Pasado el tiempo calculado, regresó a su casa y se encontró con su suegra Goldie en la cocina.
 
-¿Qué hace, Drick[9]?-lo saludó con fastidio. Sin embargo, esta vez el yerno no le contestó con altivez ni con ira ni con aires de superioridad. Recordando todas las humillaciones que Goldie le había hecho en sus años de casados, le dijo con una dulzura espontánea y natural:
 
-¿Quiere que le sirva un Licorcito, suegrita? Es casero, de esos que guardo para las grandes ocasiones, me lo regaló una compañera del laboratorio que tiene parientes en Mendoza.
 
José Francisco sabía de la debilidad de su suegra por los licores caseros.
 
La mujer asintió con fastidio.
 
“No me querrás envenenar vos” le dijo, a lo cual José Francisco la miró impasible. Si con su mujer y su amante había usado la dosis exacta para que la muerte fuera lenta, con su suegra no podía darse ese lujo, así que le vació la ampolla entera en el Licor.
 
Mientras la vieja se tomaba el licor de un saque, José Francisco iba repasando los síntomas. Y luego de una profunda, aguda y terrible agonía, Doorthea Sara Rosa Golblatt de Frenchi, más conocida como Goldie, cayó sin vida sobre la mesa de la cocina.
 
José Francisco subió hasta su dormitorio, donde yacían los cuerpos desnudos, inertes y retorcidos de Elsita y Roque. La botella de Whisky estaba tirada sobre el piso, así que la levantó, le puso la tapa y la acomodó sobre la repisa. Fue hasta el equipo de música, puso un casette de Frank Sinatra-su cantante favorito-y mientras escuchaba a “La Voz” cantando “Strangers In The Night”, esperó a la Policía sentado al borde de la cama.
 
Lo único que alegó en su defensa fue:
 
-Soy culpable y merezco un castigo. Acabo de matar a tres personas. Pero ellas se lo merecían…No eran seres derechos ni correctos. Todo el que obra mal, tiene que tener un castigo. ¿Si me arrepiento? No, de ninguna manera. No tengo remordimientos. Ellos tres eran culpables. Lo volvería a hacer. 
 
“…Todos estos elementos me componen y me forman. Tengo la tarea de que la gente huela correctamente. Y estoy a medio llenar…”
 
Guillermo se quedó sorprendido. Por lo general, cada vez que alguien se describía con un perfume, decía cosas lindas o hablaba sobre su frivolidad o de cómo eran un accesorio en la vida de los demás. José Francisco simplemente se había focalizado en las propiedades químicas. “Está bien que es Bioquimico” pensó “pero se podría haber esforzado más”.
 
-¡Cuánto tecnicismo, José!-intervino Guillermo-Buscá más en tus profundidades, a ver, ¿qué más se te ocurre de ese perfume?
 
-Mi mujer usaba mucho perfume. Dejaba una estela por donde fuera.
 
-Si, pero enfócate en vos, no en ella.
 
-¿En mi? Hace rato que dejé de enfocarme en mi. La cárcel te quita muchas cosas. Por eso solo quiero estar bien para que mis hijas me perdonen. Yo maté, pero fue por amor. Aunque ahora que lo veo a la distancia, el sentirme digno y virtuoso fue más fuerte que el amor que sentía por Elsita. Y eso, Licenciado, fue lo que me llevó al precipicio.
 
“Hay personas que son Sauces y otras que son Robles” reflexionó Guillermo para si “Este hombre jamás supo lo que era ser un sauce y doblarse flexible ante la adversidad; prefirió quedarse duro y firme, digno como un roble y un tornado lo arrancó de raíz. Su dignidad ni siquiera le permitió expresar su ira contenida”.
 
Continuará…



[1] Mezcla de hierbas

[2] Graciela Alfano, Moria Casan y Susana Giménez: Sex Symbols argentinos de los años 70 y 80.

[3] Goy: Persona No Judía.

[4] “Mierdita en Idish.

[5] Juego de Palabras irónico con la película “La Dama Y El Vagabundo” de Disney.
[6] Idish: “Bésame el culo”.

[7] Barrio de las afueras de Buenos Aires, caracterizado por Casas Quintas.

[8] Arg. Camioneta.

[9] Mierdita en Idish

A dos metros

Hoy me haré invento
ese invento que tú necesitas
esconderé esos abrazos...
y quizás se nos hagan trizas todas las risas

Mi corazón irá un latido más lento
y miraré a dos metros de ti
el universo que encierran tus ojos
....jugaré a lanzarte besos.

Haré mi alma de madera
porque sin tu voz este cielo es un infierno
me haré invisible, ceniza... quizás tierra…
… dormiré cerca de tu puerta.

Me haré invento, uno, sentimiento
que raro se ve el mundo... a dos metros
me quedo llorando...
...hoy me haré espacio.

 
Jose González

Epitafio




 

Levántate de tu lecho de piedra ángel.

Sortilegios malditos emanan de mi mano izquierda,

hechizos nombrados en susurros salen de mi boca como flecha,

mientras son pronunciados por mi mano derecha, 

Éire nos concede sus alas, y empuñas en juramento

a Kusanagi-no-Tsurugi. Se levanta ángel mío tu cuerpo,

de tu boca un grito silente que hace temblar los templos.
 

Poco a poco envuelve tus huesos una llama,

has venido del eterno descanso al otro lado de la muralla

para protegerme en mi última batalla.

 
Tantos caminos fallidos amarrado corazón,

yo te convoco Yuuki Kuran en ésta mi última revolución.

Para protegerme de los demonios de la duda y la sin razón.
 

En esta la más oscura de todas mis noches

estaremos solos tú y yo, en guerra total sin un reproche,

al final de esta cruzada seremos uno en este instante sin goce.
 

 
Juan Magdaleno Flores