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jueves, 21 de marzo de 2013

Cartas a un amigo. III parte.

III

Querido amigo, otra vez estoy aquí contigo, no hay dos sin tres, eso dicen, pero yo quiero que halla muchas más, te escribo estas letras, que ya sabes, salen del corazón, miro por mi ventana y te imagino en la distancia, espacio y tiempo todo en uno, no tengo prisa por conocerte, aún no, quizás no esté preparada, desde mi alma sé que algún día te cruzaras conmigo y sabré quien eres, posiblemente solo una mirada, solo un roce y conectados quedaremos, tú sabrás que soy yo, tu amada, y yo sabré quien eres tú, amor deseado, entonces te mostrare todas estas cartas.
Cuando unos ojos me miran y se queda la mirada en mí, clavada, me pregunto ¿será él? Que me dicen esos ojos que la boca calla, ni palabras en mis oídos hayan, persigo esa mirada hasta descubrir si era a mi a quien miraban, luego todo se convierte en humo que el viento aparta.
Aquí, amigo querido, absorta sin palabras, a solas a vueltas con los pensamientos que me rondan alrededor como torbellinos encima de una hoguera, el espacio solo lo ocupa los pensamientos y el silencio, compañero de la noche, roto por mis sueños, sueños volátiles que dejaremos volar sin espera, fantasma que duermen a mi vera, ahora los rayos de luna entran por mi ventana, acarician mi rostro y me peinan, la brisa fresca de la noche me envuelve en un abrazo suave y etéreo, con este pensamiento me duermo.
Que nos podemos contar tú y yo, si aún no nos conocemos, no puedo hablarte del pasado, tú no estabas en él, no puedo hablarte del presente, pues no hay un mañana, y el ¿futuro? ¿Qué es el futuro? Incertidumbre que se abre como un abismo oscuro y negro, ¿habrá futuro para nosotros juntos? ¿Por qué no? Lo sueño, lo espero, y mientras espero madejas hilvano de versos, pinto de colores el viento y siembro mañanas para que siempre pueda haber para nosotros un mañana.
Desde aquí te prometo, aunque nuestro futuro incierto, aunque no acudamos nunca al encuentro, hoy te prometo que nuestras almas seguirían unidas más allá en la eternidad.
Le pediré a las musas que lleven esta carta hasta tu ventana, esta que siempre lo es, tu amada Vera.

Contestación del amigo:
Me dices que no nos conocemos y yo pienso que no es así. Hay una corriente invisible que une a las personas en puntos comunes: el interés en cosas determinadas, la belleza, por ejemplo. Tu carta es anuncio y predestinación, y está adornada del efluvio maravilloso que se expande de esa misma atracción de que te hablo aquí. Es verdad que sólo es real el presente, porque el pasado que guardamos en la memoria (ese resquicio que lucha contra la ceguera del olvido) es diferente a cada evocación. Cuando traemos lo vivido por obra de la memoria es otra la experiencia rememorada. Y del futuro nada podemos decir, salvo que es el impulso inconsciente que nos hace vivir cada día, sin saber por qué. Esta carta que leo en una terraza frente a la montaña aneblada es un motivo de futuro. Cuando habla una voz como la tuya, el silencio se impone.
Un beso con música de lejanía. A
 
Escrito por:
Manuela Carrión

11 comentarios:

  1. tema epistolar con mucho sentimiento ¡es una pena que se esté perdiendo la epístola entre los escritores! ¡enhorabuena!

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    1. Gracias, hoy en día es una heroicidad atreverse con el genero epístolar, pero deseaba hacer algo que siempre me gusttó, como escribir cartas y no e-mail, de esa idea surgierón estas cartas por la cuales, poco a poco, si iran conociendo a los protagonistas y personajes que aperecerán capítulo a capítulo. Gracias por tus palabras Nuria.

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  2. JUAN CARLOS MUÑOZ22 de marzo de 2013, 16:11

    UN GRAN TEMA IMPREGNAO DE SENTIMIENTO.

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  3. Una carta maravillosa, con una prosa hermosa y el monólogo íntimo, sobre lo que se piensa, siente, intuye, desea, envuelta en el tiempo y el desarrollo de la imaginación. Felicitaciones.

    TRINA

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    1. Muchas gracias por tu reconocimiento Trina, palabras como las tuyas me ayudan a continuar, un saludo.

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  4. Manuela el amor virtual, también tiene cabida. ¡Cuántas veces amamos sin poder ver a nuestr@ amad@, sin conocerles, pero con la misma pasión que si les tuviésemos delante. Esos amores son igual de apasionados...

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    1. Gracias Faustino por tu aportación, realmente la protagonista no conoce a su interlocutor, aunque no son e-mail ni están en una red social de internet, es la forma de comunicarse a través de cartas, no muy propio actualmente, pero ya sabrás más adelante el por qué.Un saludo.

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  5. me gusto mucho... Manuela... bs
    Manuel Barranco Roda

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  6. La temática epistolar siempre es muy interesante, más cuando versan cosas tan surrealistas como los sentimientos y las relaciones en lugar de hechos concretos. Muy bueno Manuela.

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  7. jejej me haces recordar los cientos de cartas he escribí... y así como en ésta, la de sensaciones y sentimientos que se vuelcan ellas ! me gustado mucho! saludos!

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