que arrastra a cavilar al pensamiento,
te embriaga la viveza del pigmento
en la seda; y su cándida tersura.
¡¡Al estético cuerpo, la hermosura
que el cerdamen le dio en cada momento,
lo elevó a tal belleza y prendamiento
de esta estampa sensual hecha escultura!
¡De ese inocente pecho que se airea,
que le da libertad a quien lo crea
a base de matiz “asalmonado”.
Va naciendo del brillo y del color
un profundo y reverente amor
que admirarlo de cerca no es pecado!!
II
Ese airoso moldeo
de peinado
del que el flequillo
atrae a la mirada
y esa pose elegante
y refinada
son un laurel de
excepcional calado.
El verdor de los
ojos, de otro lado
te llevan a un
trasueño ya de entrada;
mientras la seda en
frunces cual cascada
se vierte por la
espalda hacia el costado.
Tras despertar del
sueño sigues viendo
lo que dejaste
atrás, que sigue siendo
un caudal de
elegancia y de beldad.
Nos habla su ademán
con su mudez,
nos deja
ensimismados su esbeltez
con toques de
llaneza y probidad
III
Este semidesnudo
angelical
me roba la mirada y
hasta el sueño,
hace que vea el
mundo más pequeño
porque él ocupa el
plano principal.
El cerdamen le dio
vida inmortal,
puso en su creación
todo su empeño,
el femenil pincel
ciudadrealeño
lo plasmó tal cual
es, ¡justo y cabal!
Y aquí se ve,
mostrando su belleza,
su tierna desnudez
hecha majeza
que te arrastra a
los pies de su figura,
¡No puedes
deshacerte de ese encanto,
cala en tu pensamiento,
tanto y tanto
que, te impulsa al umbral de la locura!
que, te impulsa al umbral de la locura!
¡ESTE PINCEL AUDAZ
Y CAPRICHOSO
NOS DEJA ESTE
DECHADO TAN PRECIOSO…!
Rosa María, PINTORA DE PINCEL FIRME,
QUE SU TRAZO EMOCIONA.-
Por:
Manuel Mejía Sánchez Cambronero.
El soneto, la métrica que sublima al amor. Precioso poema
ResponderEliminarGracias amiga Nuria: Me alegra que a alguien le guste el SONETO, piedra base de las estrofas clasicas, aunque por desgracia haya por ahí gente que lo está crucificando a diario; y lo peor de todo es que no lo reconoce y sigue (erre que erre)y peor además es que lo hacen con el resto de las estrofas sin ningún pudor (es una pena)...
ResponderEliminarManuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO
Una poesía que se acomoda a los ojos: romántica y hermosa. (No le hagas caso, los que critican el soneto... "poesía eres tú" y el resto que ladre que sigue siendo señal que cabalgamos Sancho.)
ResponderEliminarGracias amiga Caliope: Mi forma de escribir de cualquier tema, bien en verso o en prosa es amparándome en los grandes escritores ( poetas o prosistas), de esta manera se puede escribir de cualquier cosa, con belleza, que es lo que debe haber en la buena Literatura, no escribir por escribir por ejemplo: aquí arranco, aquí paro, aquí me caigo un renglón más abajo, aquí rimo en asonante o consonante porque me apetece, aquí plasmo ripios, aquí le doy nombre de SONETO a cualquier enjendro, crucificando a esta ejemplar estrofa y ese todo vale que existe últimamente, formando una especie de persina de renglones unos debajo de otros, que es ni más ni menos que esa SILVA, igual a selva, sin atenerse precetiva en ningún caso, ni poética ni de otro tipo (o sea al libre albedrío)...
ResponderEliminarSeguiré tu consejo aunque por edad, perfectamente podrías ser mi nieta.
Un amistoso abrazo.
Muy lindo soneto.
ResponderEliminarSigo siendo muy poco para los poemas (por eso no escribo), pero es un intenso relato para estos días. Muy bueno Manuel!
ResponderEliminarComo Carlos, yo también soy un profano en la materia, pero son unos bellos versos.
ResponderEliminarUn hermoso soneto, lleno de admiración ante una esplendorosa belleza femenina, que por si sola, es motivo mas que suficiente apra desnudar la engalanada inspiración del alma.
ResponderEliminarTRINA LEÉ DE HIDALGO