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miércoles, 7 de noviembre de 2012

Querer cambiar las cosas


Las decisiones más complejas y difíciles de nuestra vida se suelen presentar ante nuestros ojos de una forma clara, donde sólo se necesitan unos segundos para saber qué camino tomar.

Pero no siempre es así, ya que al ser espinosas las demoramos, produciéndonos la confusión y haciéndonos creer a nosotros mismos la gran dificultad que se nos plantea, pero no es la dificultad lo que nos impide dar el paso, sino la falta de valor para afrontar la realidad de lo que verdaderamente queremos, de lo que somos y de lo que necesitamos.

No debes apenarte por lo que un día pudo haber sido y no fue, lo importante es que estás ahí para poder cambiarlo.

Los momentos son efímeros, no pierdas tu tiempo en recordar los malos porque dañarán tu corazón, mantén en tu retina sólo lo bueno que un día viviste ó sentiste.

No te tengas lástima Miriam. Cierra la puerta, mira hacia delante y no vuelvas a mirar hacia atrás; el mundo está lleno de oportunidades y de gente buena, sólo tienes que abrir tus ojos, relajar tu mente para que todo esto que estoy diciendo, lo puedas encontrar.

Mañana, cuando te levantes y te mires en el espejo, dite a ti misma: Si, yo puedo. Cogeré la espada imaginaria y saldré a luchar, con fuerza y valentía defenderé mis sueños. Ya verás como tus heridas, solas cicatrizarán.

Miriam y yo nos fusionamos en un cálido abrazo.- Tienes razón, -me dijo- el que nada hace, nada cambia y por lo tanto todo se mantiene igual.

Hay tres tipos de personas, le dije a Miriam; las que ven ocurrir las cosas y no se dan cuenta de ello, dejándolas pasar, las que se dan cuenta pero no hacen nada para cambiarlas y las que provocan el cambio.

Los ojos de Miriam se iluminaron, había tomado una decisión, ser el tercer tipo de persona.

A partir de ese momento cada vez que se miraba en el espejo se veía distinta, había empezado a quererse y ver en su interior el gran tesoro que poseía, su fuerza, su valentía y la estima que ella misma se merecía.


María del Carmen Aranda

7 comentarios:

  1. Un placer volver a leerte, como siempre, amiga María del Carmen.

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  2. María del Carmen, la vida es una lucha. No solo para ejercer el cambio, sino para sobrevivir. Muy bueno, un placer leerte.

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  3. Estas hablando, Maria del Carmen, de una terrible realidad, en la vida solo pasa una vez un tren, es como un viaje, si nos montamos en él, puede que sea la desición que nos cambie por completo nuestro estado. La vida no la podemos controlar pero si nuestras desiciones, y ahí reside el secreto, una desición lo puede cambiar todo. Luego están las personas que se limitan a ver pasar la vida sin más...Está muy bien el texto.

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  4. La vida pasa y a veces no nos damos cuenta de las cosas que nos perdemos.

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  5. Esa mezcla entre realidad y moraleja me dejó pensando un rato. Gracias por compartir cosas como estas.

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  6. Manuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO22 de noviembre de 2012, 19:28

    Amiga Mari Carmen: Tu relato ha dejado cierta humedad en mí...

    SE HA DE IR OJO AVIZOR

    Una lucha es la vida,
    ya alguien lo ha mencionado
    y yo estoy de su lado
    porque es buena medida.
    Se ha de empuñar la brida
    y el potro dominar
    y hacerle caminar
    de la mejor manera,
    no de forma cualquiera,
    hay que tratar triunfar…
    ************
    ******

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