Salía como una bala hacía un campo
cercano a mi domicilio, allí pasaba largas horas, solitaria imaginando
historias donde yo era la protagonista.
Mi bicicleta se transformaba en un
blanco corcel y yo en una guerrera que se enfrentaba a todos los dragones y
enemigos.
Muchas veces extrapolaba mis lides con
la realidad presente y siempre acababa huyendo cuando el malvado rey del
castillo atacaba a los aldeanos.
No lo podía evitar, en ocasiones me
preguntaba a mí misma:
- ¿Y si yo fuese un varón?, seguro que sería más valiente y
mucho más fuerte y podría derrotar al malvado opresor. Anhelaba haber sido un
valeroso soldado.
Luchas y derrotas; pasaron los años y
cumplí los 23.
Cierto día ocurrió un hecho que en
cierto modo era esperado y que tanto me aterrorizaba, el cruel tirano volvió a
atacar y se ensañó con el ser que más amaba.
Mi madre yacía en mis brazos, paloma
herida de muerte; me abalancé hacia él logrando arrebatarle la espada, su
escudo protector se derritió como la mantequilla y comprendí que una mujer
puede ser tan fuerte como un hombre.
Creo que la fuerza y la valentía se
consiguen con la madurez y la experiencia, gracias a ellas pude enfrentarme a las
imponentes e inexpugnables fortalezas que se transformaron en ese preciso
momento en demolidos castillos de arena.
El desenlace de esta historia, mi
historia se descubrirá en un futuro no lejano, pero deciros que nunca es tarde para tomar decisiones
que nos pueden cambiar el destino.
Maricarmen
García Sales.
8 de octubre de 2012
Ha sido un placer leer cosas como ésta. Mi más profundo reconocimiento, compañera Mari Carmen.
ResponderEliminarmuchas gracias Juan, y jamás de los "jamases" os olvidaré, estaré en contacto con todos vosotros , seguiré leyendo vuestras aportaciones y aquí en Alicante siempre me tendréis. un abrazo
EliminarTienes toda mi admiración compañera y como tu bien "nunca es tarde" si la dicha es buena.
ResponderEliminarIndiscutiblemente la fuerza esta en el varón, pero la fortaleza es como privilegio en la mujer.
ResponderEliminar"Nunca es tarde" se convierte en un buen tema de reflexión y convicción.
Siempre bueno lo que compartes Maricarmen.
Nunca es tarde, y menos para ti compañera. ¿Hombre, mujer? la fuerza de la pluma no entiende de generos y esa fuerza habita en ti.
ResponderEliminarNunca es tarde para tomar las decisiones correctas. Pero a veces es difícil dar el paso. Gracias Carmen y los mejores deseos.
ResponderEliminarTu historia como tantas otras semejantes en este ancho mundo en el que vivivos (si es que esto es vivir), es muy bien llevada por tu pluma y tu imaginación que, mejor que sea imaginable, que te haya rozado de cerca, pues en este último caso, es más desgarrador...
ResponderEliminar"¿Y SI FUESE UN VARÓN?"
Usada mi visión
no encuentro diferencia,
pues del drama su esencia
lleva a la conclusión.
El caz de la razón
junto a la valentía
tal vez sirvió de guía
para agallas echarle
y a éste finiquitarle
como mujer bravía…
***********
******
Manuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO