Somos
nada,
sólo un
hilo que pende de un tirón,
una
sombra que discurre entre el tiempo,
si es
que este se puede extender,
una
huella que se borra en el camino,
pulverizada
por el silbido del viento,
una
palabra que enmudece con la muerte,
la
agonía de los días taciturnos,
las
ausencias de los que buscan su propio destino,
los
recuerdos atrapados en la memoria,
la
sandalia sacudida en el viaje peregrino,
el
consejo recibido que no cala,
por no
ser producto de nuestra experiencia.
Somos
nada y somos todo,
lo
vivido, disfrutado y aprendido,
la
esperanza que se mece en la constancia,
el amor
que compartimos plenamente,
el
encuentro bifurcado en las corrientes,
la
sorpresa que te llega, de repente,
el
deseo de resurgir del sufrimiento,
el poema
que se rasga de tristeza,
y la
musa que despierta, sin aliento...
Somos
nada y somos todo,
y
buscamos de la vida,
el
acomodo...
Trina
Leé de Hidalgo
Genial filosofía poética. Un mundo real sin engaños , pero justo!
ResponderEliminarDejas pensando Maestra querida.